Monday, August 31, 2009

LOS SUICIDAS



El suicida no quiere morir: quiere vivir una vida diferente.

Friday, August 28, 2009

DE REPENTE UN FANTASMA



He estado unos días -pocos- solo. Aquí no quedó nadie y quien contestó mis correos fue para decirme que no estaba y que volvería pronto. Así que escribí numerosas entradas para poder -como dijera Borges- sentirme justificado en las largas tardes solitarias. Y mientras tanto, veía viejas películas en casa, esas que siempre me dejan boquiabierto y me sorprenden, como si las estuviese viendo por primera vez. Ahora, revisando "El tercer hombre", he vuelto a sentir ese vacío del protagonista, cuando cree haber visto a su amigo. El amigo que no está, el amigo huidizo. Ese vacío del otro, que nos falta. Y sale persiguiendo sombras, rumores, llamando a gritos a Harry...pero al final se encuentra en medio de la plaza, solo. Esa aparición fantasmal, esa sombra de un sueño, proyección del deseo sobre un muro de ladrillos, ese es el truco que nos tiene enganchados a toda esta galaxia de los que escribimos blogs. Hablamos (escribimos) para nosotros. Pero ahí, del otro lado...a veces se abre una ventana y una luz indirecta ilumina la acera contraria y nos hace creer que hay alguien en aquel portal que nos mira y (con una cómplice ironía) nos sonríe. Y sin embargo, sabemos que sería inútil salir en su persecución, porque es precisamente su condición de sombra la que mantiene el interés de la película. Y el mismo perseguidor -mientras corre- se da cuenta de que él también es poco más que una sombra para otros, y un día lo decide, va y desaparece.

EN LA HABITACIÓN DE VILA-MATAS



Siempre suelo colgar la música que me gusta. Esta canción no la había escuchado apenas pero resulta que es una de las favoritas de Enrique Vila-Matas (a su vez uno de mis escritores favoritos, más que como tal como maestro en el arte de mixtificar realidad y ficción, reinventando literariamente la vida). La pego aquí porque, según comenta en su blog, es una canción que le pone de buen humor y es precisamente el humor (el humor que introduce en todo lo que escribe) una de las razones por la que disfruto tando leyéndole.
Me ha gustado la canción (aunque mi humor no ha cambiado). Pero me ha gustado sobre todo saber por su blog que, a pesar de sus constantes idas y venidas por aeropuertos y estaciones de ferrocarril, lo que en verdad le gusta a Vila-Matas es viajar dentro de su habitación, dando vueltas arriba y abajo por ese pequeño e íntimo espacio donde, seguramente, reelabora -fabulándola- su vida (probablemente escuchando a Chrissie Hynde, y poniéndose -al escucharla- de tan buen humor).
Vila-Matas fue el primer favorito que rastreé entre los perfiles de otro blogueros y fue esta preferencia la que me condujo a lugares que sigo hoy visitando. Se trata también de un viaje dentro de mi habitación, en la que apenas hay el sitio justo para permanecer sentado ante la pantalla. Y ahora, con la misma música de fondo que él, estoy intentando ponerme de buen humor, para escribir esto y fabular sobre esos encuentros -esas presencias lejanas, casi fantasmales-, para introducir en mi vida argumentos y ficciones (como ahora, que contestas mi correo como las primeras veces y me aseguras que estuviste allí cuando yo te soñaba).

Thursday, August 27, 2009

EL LADO SOLEADO



¿Qué importa árabe o judío? He aquí a Ben (Bejamín) Sidran, exponente del lado más grácil del jazz, ese jazz encantador y vitalista. Ahí está, proponiéndonos "el lado soledado de la calle", ahora un consejo imposible, en Sevilla (44 grados). Pero es cierto: busquemos el lado soleado de las cosas, escuchando esta música.

PRINCESA DE AFRICA



He conocido la historia de Sonia Sampayo, una mujer que vive para la danza. A través del vínculo certero de la música y el ritmo, descubrió su sintonía profunda con un hombre, un percusionista a cuyo compás sentía latir fuerte su corazón, sentía que el espíritu se adueñaba de su cuerpo y con una nitidez genuina le hablaba de amor. Eso era todo. Eso sigue siendo. Lo demás, que él fuesa negro –africano, senegalés-, de otra cultura, que tuviese dos esposas y varios hijos en su país a los que amaba, todo eso era secundario. Sonia se fue a Senegal. Allí la llevó la lógica de la danza y del amor. Allí se unió a su hombre, compartiéndolo con sus otras dos esposas, conforme a la ley del lugar –dos noches con cada una de ellas- y convivió con ellos y con sus hijos e hijas, siendo acogida como una más en la familia. Tuvo que volver a España, porque este es su lugar. Y ahora es él el que va y viene entre los dos Continentes. Pero cuando están juntos sigue certero el vínculo y nítida la conexión entre ellos y cuando ella baila al ritmo que él marca hay algo que les hace vibrar al unísono, y es esa verdad la que desdice cualquier argumento, disipa cualquier temor y aclara cualquier duda. El cuerpo no miente y al moverse es el espíritu que lo mueve, el espíritu que en el cuerpo se encarna.

Tuesday, August 25, 2009

TODO UN PROGRAMA DE VIDA

Recibo muchos correos cada día, pero hoy recibo uno con un mensaje especial, que quiero conservar en este cuaderno y compartir con vosotros. Es el discurso de un triunfador. Todo un programa de vida.

Sunday, August 23, 2009

MEDEA EN MÉRIDA



Ayer sábado tuvimos la suerte de disfrutar en Mérida de la representación de la Medea del croata Tomasz Pandur. Una noche especial para una puesta en escena única con toda la magia del Teatro romano, aportando majestad y atemporalidad a la tragedia de esa mujer que despechada por su esposo, mata por venganza a sus propios hijos. Lleno absoluto, y también plenitud de imágenes y sonidos, plenitud de evocaciones y significación. La obra está llena de sabores y aromas mediterráneos, desde los coros de acordeonistas a esos bailes meridionales, con toda la carga sexual del Sur, como ese sonido enervante de cencerros y el sensual tintineo de las ajorcas femeninas.
Sonidos e imágenes que evocan los Balcanes, Sicilia o Grecia. Incluso por momentos me hacen recordar mi tierra, los carnavales de Lanz, con esos extraños personajes infernales vestidos con pieles de becerros. Terror ancestral. Imágenes eternas (los jóvenes aventando la paja, o las mujeres lavándose en la alberca, las tareas cotidianas, hacer la comida o tender la ropa).
Tan mediterráneo y eterno como el pañuelo negro en la cabeza, el luto unido indisolublemente al sexo (mejor a la negación del sexo), que me trae a la memoria algunas performances de Marina Abramovic, en las que temas como la feminidad, la fecundidad, la maternidad y la sexualidad se debanten y agitan.



Hay que mencionar a los actores. Asier Etxeandía encarna de forma absolutamente equina al centauro Quirón, narrador de la historia. Es un hombre convertido en caballo. Una intepretación memorable. Blanca Portillo está extraordinaria, en todos los registros, desde la ternura (jugando con sus hijos), hasta el desvarío, el odio, la furia o la sensualidad. Amor, pasión, odio, venganza, de una mujer expatriada, que traicionó a su padre y hermanos para seguir a Jasón y ayudarle a conquistar el poder ("el vellocino de oro"). La relación confusa entre hombre y mujer, la ambición de poder, la condición de exiliada de la mujer...todo ello se desarrolla ante nuestros ojos, más en un nivel irracional, de pulsiones, que propiamente discursivo. Importan las palabras, pero la tragedia se cuela a través de los sentidos. Movimiento, música, gritos. Es un teatro sensorial.

Hemos abandonado el teatro a través de los vomitorios de piedra milenarios. Y yo me he quedado con unas palabras de Medea: mi espíritu ha seguido un camino contrario al de mi cuerpo; mi cuerpo ha sufrido el paso del tiempo, mientras mi espíritu es cada vez más joven.

Como en la Medea de Lars Von Trier, ésta de Pandur supone una revisión actual de la protagonista de Eurípides. La bruja homicida y brutal, el mal absoluto, deja paso a la mujer doliente, abrumada por el desamor y la soledad, extranjera en el exilio de su propio hogar, en el exilio de su propio sexo.

Esa mujer, cuyo espíritu vibra de amor, mientras su cuerpo envejece y deja de suscitar deseo. Y de ahí surge la pulsión de dar muerte a los hijos, como les dió la vida. Cuando el amor desaparece de la suya, ésta pierde sentido. Porque ella ya sólo puede vivir para el odio. Y no puede seguir siendo madre si ya no es amada. En los hijos mata el amor que todavía vive en ella. Ahí la tragedia.

De nuevo, una imagen de Marina Abramovic, en 1993, revive el drama del hijo en manos de la madre, roja de sangre.



Dar muerte a los propios hijos, desear no haberlos engendrado nunca, es un acto de supremo dolor, por tanto, y no de maldad.

Thursday, August 20, 2009

OTERO LASTRES: UN MAESTRO


Hoy entrevistan en "La Contra" de La Vanguardia al catedrático de Derecho Mercantil José Manuel Otero Lastres, con motivo de la publicación de un libro de cuentos, que ha sido presentado nada menos que por el Presidente Zapatero. Este gallego, que ha formado parte de la Junta Directiva del Real Madrid con varios Presidentes, ejerce además como Abogado y es persona muy conocida y apreciada en Madrid, dándose la circunstancia de haber sido profesor tanto de Rajoy como de Zapatero. Con éste coincidió siendo Decano, cuando el joven leonés era delegado de curso ("teníamos constantes rifirrafes"), y ya entonces le auguró una carrera política brillante.
Otero, en un momento de la entrevista, confiesa que tiene una gran tendencia a la vagancia. Yo también la tengo. ¿Cómo entonces ejerce tantas y tan diversas dedicaciones? Lo explica: no ha podido dejar de esforzarse nunca. "He huído de mi propia vagancia". Y en ello, según dice, tuvo una importancia fundamental un maestro suyo de la Universidad, que descubrió esa tendencia en él y le hizo ver la necesidad de trabajar a diario para formarse. "Me hizo amar la escritura", recuerda Otero. No sabemos si transmitió muchos conocimientos a su alumno pero ¿qué importa, si supo transmitirle ese amor? Entonces, veo aquí dos claves de la condición del maestro: el maestro escucha al alumno, le atiende (como en el bajo relieve romano que pongo arriba); en segundo lugar, conocer nuestra debilidad es la primera lección que necesitamos aprender.
Uno no sabe nunca qué va a suceder en su vida y las sorpresas que le puede deparar, como en el caso de Otero, que sus alumnos llegasen un día a Presidente del Gobierno o Jefe de la Oposición (quizás viniera bien a cualquier profesor pensar en esa posiblidad). Pero cualquier cosa es posible. Otero cuenta como un día volvía de un partido internacional del Real Madrid; a un lado tenía a Amancio y Di Stéfano jugando a las cartas y al otro lado a Paco Gento, un fenómeno. Yo en ese momento pensé- dice-: "Aquel niño huérfano que tanto los admiró nunca hubiera pensado que hoy estarían sentados a su lado". Esa misma sensación la he tenido yo también en alguna ocasión. La realidad a veces supera a los sueños. Por eso mismo, debe uno permitirse soñar.
No sabes lo que puede pasarte y tampoco lo que las apariencias pueden ocultar."De pequeño discutí con un niño enclenque. Yo era mucho más alto y fuerte, pero me dio una buena paliza, pim pam. No puedes menospreciar jamás a nadie, donde menos lo esperas hay alguien que te pone en tu sitio. Por eso he optado por dar afecto para recibir afecto, esa ha sido mi vida".
Una tarea permanente: esforzarse cada día en formarse. Un mensaje: "No es fácil ser persona, respetar a todos los demás y ser natural".
Un consejo para el que quiere comenzar a escribir: "Dijo Antonio Gala que escribir es pasarse un folio en blanco por el alma, y eso es lo que hago, mi mujer dice que soy impúdico".
En la Universidad hacen falta maestros como el que tuvo Otero Lastres (como los que también yo tuve la suerte de tener): personas que se interesan por el alumno, se prestan a una relación personal con él, descubren sus cualidades y flaquezas y le orientan hacia un amplio horizonte de futuro. Personas a las que siempre se guarda reconocimiento, porque dejan a sus alumnos una herencia más importante que los conocimientos, algo que les pueda acompañar toda su vida: alguna forma de amor que supieron transmitir (incluso el amor al propio magisterio, el sueño de ser uno también maestro algún día para otros). Coda: sólo si amas algo puedes merecer ser maestro en esa materia. Si quieres ser maestro, ama. Y amar es dedicar tiempo a lo que se ama, huir de la vaguería. Esfuérzate en amar. Al final, lo único que de verdad puede enseñarse (y merece la pena ser enseñado) es el amor.

Tuesday, August 18, 2009

LA NOCHE

Días de levante en la playa. Ese calor pegajoso, que impide dormir por la noche. A cambio, puestas de sol y paseos por la orilla. Días para leer periódicos y hacer crucigramas. Días para tomar el aperitivo con los amigos, bajo la sombrilla, en el chiringuito. Días para echar la siesta con todas las ventanas abiertas y muy cerca del ventilador. Perezosas tardes en que uno escribe algo, nada importante. En que uno, al declinar la luz, se queda mirando al mar desde su butaca, bebiendo una cerveza y tomándose unas aceitunas, mientras llega el aroma de la dama de noche o el ruido de la chicharra y recuerda la compañía del cigarrillo que ya no fuma y -de repente- le alcanza ausencia de esa persona que ya no está.

Monday, August 03, 2009

BRUCE EN SEVILLA

"Han sido necesarios veinticinco años para verlo aquí" -dijo Marisa-. Energía, sería la palabra clave. Y entrega: se ha entregado a tope. Durante más de dos horas de concierto. Su voz desgarrada nos ha emocionado a todos. "Tiene dos meses menos que yo" -dijo Carlos-. Parece imposible. "Yo estaría así si tuviera que vivir de esto" -puntualizó mi amigo-.
Bajamos a la pista a saltar con él. Y allí estaba El Aviador, cargando gasolina en el bar. Me lo había dicho: "a ver si nos vemos y nos tomamos un cacharro". Y así fue. Nos encontramos entre treinta mil personas. Así es este mundo. Nos tomamos un cubata juntos escuchando al Jefe. Emoción. Noche de fiesta.
El concierto había empezado con un acordeón tocando las notas de "Sevilla tiene un color especial". Alucinante. Y luego Bruce, hasta cinco veces gritó el nombre de la ciudad. Al final del concierto se dejo caer en el escenario después de decir: "Qué calor...qué calor..." Y sí, hizo mucho calor y le dimos calor a la noche. Bruce estuvo cercano, siempre buscando el contacto con su público, haciendo subir a bailar con él a una joven, recogiendo los carteles que le dedicaban sus fans, alzando a un niño para compartir con todos nosostros su inocencia. Y Clarence Clemons, el Gigantón negro, con sus uñas metálicas sobre el saxo, dando caña toda la noche. Y la E. Street Band con su jefe, jugando juntos -con toda profesionalidad- divirtiéndose -pero sin desafinar una nota- haciendo natural y fácil el mejor sonido. El boss volvió a serlo. Historia viva del rock más sincero y puro. Acabamos en un gran coro, todo el Estadio Olímpico con él, cantando a los Beatles.