Friday, December 24, 2010

CUENTO DE NAVIDAD



En su casa, la proximidad de la nochebuena ponía a todos de los nervios. Se trataba de hacer como si no importase. Como si fuera una noche cualquiera de invierno. Así conseguirían mantener a raya el dolor. No querían que pasase como tantas veces en que había acabado la noche en llanto o en borrachera, o ambas cosas. Se habían propuesto suprimir esa fecha del calendario y pasar rápidamente al día 26, como si se hubieran olvidado de celebrarlo. Aquél año todo terminó. Lo de antes. Esa primera noche fue horrible. Abrió un hueco en el pecho tan hondo que costaba respirar. Cayó ese día una cortina de luto sobre su vida.

¿Qué sentido tenía que la gente que no se acuerda de ti en todo el año te llamase ese día? Lo decía con resentimiento. No quería recibir llamadas, no quería ver el mensaje del Rey ni la actuación de Raphael en la tele. Desde luego, para nada se le hubiera ocurrido ir a la misa del Gallo. Se encerraba por la tarde en su cuarto, pero no leía. Se pasaba el tiempo mirando de reojo al reloj, esperando que dieran las nueve para poder cenar cualquier cosa y meterse en la cama, para buscar el sueño tapándose la cabeza con el cobertor.

Cada año, los días antes le empezaba a doler la pierna. O se despertaba por la noche. Este año, ha empezado a notar una especie de sensación rara en el pecho (él dice que son como “ardores” en el corazón). Quizás sea casualidad. Esa llamada le cuesta mucho hacerla. Sufre. Porque es lo último que les queda. Son incapaces de otra cosa. Se ha ido acumulando un silencio espeso durante estos años de separación. Y ya ese silencio no pueden romperlo sino en reproches. Esa llamada, cada año, inevitable, dolorosa, les hace daño a los dos. Y todo el día se convierte en una espera angustiada, viendo pasar los minutos, hasta que llega la hora acostumbrada en que él llamará y con palabras repensadas, palabras convencionales, vacías, felicitará las fiestas y, con las mismas palabras, breves, temblorosas, será correspondida su felicitación.

Todos siguen encasquillados ahí, mientras los niños cantan villancicos y piden el aguinaldo. Mientras el arbolito de Navidad brilla ya con las luces nuevas en la oficina. Mientras el portero amontona en su mesa las botellas que los vecinos le han ido regalando. Todos, en el fondo, están esperando algo que cambie esta situación, un milagro (como en el Cuento de Navidad de Dickens), porque por encima de ese encasquillamiento, de esa especie de trampa en que han caído, de ese malentendido entre ellos, dure lo que dure, y eso no quita lo otro, se siguen amando.

Hoy, por primera vez, no va a llamar. Se limitará a sentir ese deseo de verdad. Se va a liberar del espejismo de la noche de paz. Y va a proponerse cambiar la paz de mentira por la paz profunda consigo mismo. Él sabe cuál es su verdad. Ha ido decidiendo esto por el camino, sin darse cuenta de que su pierna ya no le duele.

Foto de Cris

Thursday, December 16, 2010

UN ABRAZO NAVIDEÑO



SONETO CON CERRAZÓN


En esta cerrazón sin recompensa
hay que buscar un poco de alegría
el gozo no es jamás una herejía
y disfrutarlo nunca es una ofensa

mirar de frente es la mejor defensa
y es saludable la melancolía
y meterse de lleno en la poesía
nos salva del temor y la vergüenza

con mis ensueños vago por las calles
reconociendo los alrededores
palmo a palmo y a veces palma a palma

no me conmueven tanto esos detalles
como el recuerdo de ciertos amores
guardados en las ánforas del alma


Mario Benedetti
Canciones del que no canta. 2007

Dedicatoria: Recibo un correo de Carmen, con este soneto a modo de felicitación navideña y me acuerdo de vosotros, mis amigos y amigas de ese espacio infinito. Y pienso que puede servirme para enviaros un abrazo lleno de cariño a todos los que lo leáis.

Monday, November 29, 2010

CALLAR JUNTOS



Es bello callar juntos,
pero más bello aun reír juntos...,
bajo el manto sedoso del cielo,
apoyados en el musgo de un haya,
reír entre amigos, con cordiales carcajadas
que dejen ver los blancos dientes.
Si obré bien, nos callaremos;
si obré mal... nos reiremos,
hasta que bajemos a la tumba.
Sí, amigos, ¿a qué debe ser así? ¡Amén y hasta la vista!
¡Nada de excusas ni perdones!
Ustedes, los alegres,
¡presten libremente corazones,
oídos y cobijo a este libro lleno de sinrazón!
¡Créanme amigos, mi sinrazón no es fruto de una maldición!
Lo que yo descubro y lo que busco
¿se halló alguna vez en un libro?
¡Honren en mí a la estirpe de los locos!
¡Aprendan de este libro loco
cómo la razón vuelve a entrar... "en razón"!
Sí, amigos, ¿a qué debe ser así? ¡Amén y hasta la vista!

"Entre amigos"
Nietzsche

Me vino a la cabeza ayer esta frase "es bello callar juntos" que leí hace años en un poema de Nietzsche, mientras miraba a la pantalla del ordenador, queriendo actualizar el blog y sin que se me ocurriera nada qué decir. Pensé que si no tenía nada que decir, podía callar junto a los otros. Busqué el poema en la red y me trajo la sorpresa de esa alegre propuesta del filósofo: es mejor reir. Es mejor la vida que las palabras. Sobre todo: mejor el silencio que el parloteo. Pienso en los que escribimos y nos leemos. A veces, nos quedamos en silencio, pero ahí estamos (como algunos amigos a los que no vemos durante un tiempo). Entonces, no es necesario hablar por hablar, puede uno permanecer en silencio mucho tiempo, porque también es bello sentirnos juntos cuando callamos.

Llevo tiempo haciendo la autocrítica de este blog, muchas veces introvertido y refugio de nostalgias. "Una ventana, acaso una puerta", fue y ha vuelto a ser su lema. En estos tiempos quizás haya que mirar afuera y salir a la calle, para ver lo que está pasando, para protestar y arrimar el hombro. No es bueno quedarse como un caracol, metido dentro de su concha. No es bueno mirarse permanentemente al espejo o acomodarse uno en su nicho hasta que escampe. Con lo que está cayendo...sería bello volver a recuperar la calle, la política, la actualidad, la batalla de cada día. El intimismo no puede convertirse en soliloquio autocomplaciente, no puede ser un parapeto para evitar el compromiso. Hablar no puede servir para diferir la acción. Para ocultar la confusión y el miedo. Es bello callar juntos, entonces. Pero es más bello enfrentarse juntos a lo que destruye la alegría.

Wednesday, November 24, 2010

LO MEJOR DE LA VIDA



Algo tan sencillo como tomar juntos un refresco.

Monday, November 15, 2010

Y EN PAMPLONA, PACO DE LUCÍA



El Sur vino conmigo. Ese sol y la buena temperatura. Y la sorpresa de Paco de Lucía, en concierto, en el Pabellón Anaitasuna. Allí que fuimos, para encontrarnos con el entusiasmo de los pamploneses, mayores y jóvenes, arrebatados por el ritmo, entusiasmados con este poeta de la guitarra. Antonio Serrano tocando la armónica en un estilo de jazz fusionado bien con el flamenco. Esa caja de ritmo. Y los cantaores y Farruco al baile. Aquí, en Pamplona, el Norte se entregaba al Sur y yo embelesado en ese fluir de dos mundos comunicándose, comulgando con música y arte. Y al día siguiente, el día norteño, montañés, lluvioso, neblinoso, subiendo a Almandoz para comer en Beola, con Ana que -rubia- tanto me recuerda a Caterine Deneuve. El encuentro en el Baztán (tras la ascensión del puerto de Velate, los árboles animados como gigantes de mi infancia). Aqui ya es allí y allí aqui. Un milagro ha abolido las distancias. El milagro de Paco de Lucía y lo universal. Porque -leo ese mismo día en el diario que me presenta el azar en la cafetería del hotel- el universo es psicofísico: uno sueña con un pájaro y por la mañana el pájaro entra por la ventana. No hay separación. Y también leo (todas las noticias hoy -día de mi vuelta- son mensajes cifrados) que la realidad es algo que nos inventamos y por tanto algo que podemos cambiar. Porque la realidad es en un 99 por ciento vacío, un relato que nos contamos, un cuento, del que somos autores y protagonistas, mediante el cual ponemos un orden al caos. Y hoy ha cambiado mi cuento. Ahora me estoy contando una historia amable, cariñosa, una historia indulgente con ese pasado que odié, ese pasado en que no era capaz de decir lo que deseaba decir, en que hacía lo contrario de lo que quería, en que todos eran hostiles, los mismos que hoy me atienden con cariño: en este nuevo cuento que me cuento todo empieza a ser distinto, desde el color de tu pelo, hasta esa cercanía de ahora que antes se mezclaba de azoramiento y timidez. El Sur ha vuelto conmigo a conquistar este Norte ya no tan frío, acogedor ahora, limpio, nuevo, mío. Y no hay nada que explicar: el fenómeno mismo es la teoría (dijo Goethe, como recuerda Siruela en la entrevista de la Vanguardia). Y lo demás, las interpretaciones, más o menos acertadas, no interesa. El fenómeno -inexplicable- es que Paco de Lucía toco ese día y que al día siguiente, el Sevilla jugaba en Zaragoza y fui, sin haberlo sabido, un sevillano más en la Plaza del Pilar, entre la algarabía de la victoria. El fenómeno son estos sentimientos del Sur en mi tierra: lo demás son teorías. El fenómeno es este cante de alegrías gaditano, disfrutado junto con mis paisanos.

Thursday, November 11, 2010

TERRITORIO MODIANO



La prueba de que soy tonto es que nunca me pregunté dónde estaba el pozo. Ni siquiera se me ocurrió que hubiera un pozo, aunque mi calle se llamase "Pozoblanco". Pozoblanco, doce primero, teléfono nueve cuatro ocho, dos tres, siete cero, ocho cuatro. Era el número que escribía en todos mis libros de texto, por si se perdieran.
Ahora, leyendo a Patrick Modiano, creo que uno siempre vuelve al pasado, porque de alguna forma quiere saber quién es. Y en el pasado piensa que puede encontrar una clave, algo que dé una explicación a las cosas. A su desasosiego.
Ahora, cuando he vuelto, ahí esta el pozo (que no estaba). La calle ha dejado de tener un nombre mágico. Prolongación de la calle Comedias. Allí quedé con Cristina, en el bar Noé (cuando los dos éramos sólo un sueño del otro). Mi calle. Desde el balcón veía las escalerillas de la Plaza del Castillo, donde el ciego vendía lotería. Azapatería Amorena. Lanas Phildar. Panadería Taberna. Charcutería Itarte. El pasadizo de la Jacoba. Y la calle Zapatería. Allí mis amigos de Casa Arilla, instrumentos musicales. Allí, Tejidos Martín. Allí, pastillas de café y leche "Las dos cafeteras".
La ciudad nos expulsa. La ciudad es un ser vivo que cambia y nunca podemos volver a ella. "Nostalgia". Sí, porque etimológicamente es "el dolor del regreso", el dolor de no poder regresar. El deseo de regresar que nunca se podrá cumplir. Porque no hay marcha atrás. "¿Qué tal se siente uno instalado en la melancolía?". Como siempre, todo lo que le decía Bram Stocker era realmente importante. Su pregunta era "la pregunta". Gracias por sentirte tan cerca, quienquiera que seas. Este es uno de los milagros de esta página (para mí). La cercanía de ese alma.
Y leyendo a Patrick Modiano, y escuchando el otro día a Ignacio F. Garmendia en el taller enésimo al que me apunto, hablando sobre su libro "La calle de las Tiendas Oscuras", me he sentido muy metido en el mundo de este escritor francés. Porque busca algo, desde el desasosiego permanente, busca algo en la tensión de no quererlo encontrar. Algo que sucedió en una ciudad -para mí fue Pamplona, para él París- donde se desarrolló su infancia. Cosas que no entendía cuando era niño. Gente entrando y saliendo en la casa. Risas, a veces discusiones o llanto. Un niño no entiende. Su padre era tratante de antigüedades, su madre actriz. Frecuentaban la casa personajes extraños. Gente oscura. Era un tiempo oscuro, en el que las cosas no se explicaban, en que él era apartado de las conversaciones de los mayores. No era posible captar las claves, lo que de verdad había sucedido. Y luego, toda la vida, el protagonista de las novelas de Patrick Modiano lucha entre ese querer saber, y temer si no será mejor ignorar. O si, a la postre, dará quizás igual lo que pasó, lo que de verdad sucedió. Porque el pasado solemos inventarlo, recrearlo, transfigurarlo.
"Anagnólisis". Otra palabra griega que expresa ese mismo deseo de investigar, para descubrir en el pasado la trascendencia que tuvieron determinados hechos, cuyo valor para nuestra vida en su momento no supimos reconocer.
No podré volver a la ciudad que fue mi raíz. Ni siquiera la ciudad. Porque mi raíz eran las tiendas de mi calle, de mi barrio: Leoz, el estanco, Peletería Rome, Librería Gómez...esos lugares que ya van faltando, que ya veo cerrados y en traspaso, como la última vez, casa Arilla. Con cada uno de esos cierres, de esos derribos, la ciudad te expulsa, te priva de algo muy tuyo, muy personal, algo de tu vida. Y -como Modiano- ya sólo cabe escribir esos nombres de calles, esas listas de establecimientos, de comercios que fueron y ya no son. Lugares donde nuestra madre compraba los pasteles o el helado dos gustos de Camy, donde leímos nuestros primeros tebeos, donde ponían ese croisant o esa tostada de nata, donde vendían esos churros...lugares que en vano intentamos encontrar cada vez que volvemos a la ciudad, porque ya no existen, porque ya forman parte del pasado, como las sombras que nosotros fuimos, mientras transcurrimos por la vida de la ciudad. Esa ciudad que siguió su vida sin nosotros y que ya no nos reconoce como suyos.
Voy allí mañana pero no vuelvo a mi Pamplona. No se vuelve. Espero encontrarme estos días con personas que dejarán de ser fantasmas de mi memoria (es el aniversario de mi promoción). Personas que serán diferentes de como fueron cuando les conocí, como yo soy distinto. Peinando canas. Irreconocibles, salvo esa inocencia que queda en lo profundo de cada cual y que quizás asome en un abrazo que intente agarrar lo que no puede aprehenderse. Desconocidos que compartiremos lo que un día vivimos juntos y que hoy solo es memoria que va perdiéndose. Con la suave sonrisa que dan los años.
Definitivamente no soy Modiano. Modiano consigue siempre evitar el patetismo.

Monday, November 01, 2010

VÉRTIGO



"- Me entra...me entra vértigo cada vez que me topo con la entrada de la calle Germain-Pilon...Me entran...me entran ganas de bajar por ella...no puedo evitarlo...
- ¿Y por qué no lo hace?
- Porque...esa calle de Germain-Pilon...Había antes...Había un sitio...
Se interrumpió.
- Bah...-me dijo con sonrisa evasiva-. Es una estupidez mía...Montmartre ha cambiado tanto...Sería algo demasiado largo de explicar...Usted no conoció el Montmartre de antes...
¿Y él qué sabía? "

Patrick Modiano. "Calle de las Tiendas Oscuras"

A veces se sentía como al borde de un abismo. Había leído que el futuro no es importante, que lo único que importa es el pasado. El pasado es lo que tejemos y destejemos. Porque el pasado contínuamente se está borrando, como si estuviera hecho de arena. Y ya no recordamos quiénes éramos, ni qué aspecto tenía esa persona que cruzó por nuestra vida una vez, cómo sonaba su voz, a qué olía en aquella escalera. El abismo de la desaparición.

(Foto de Emi Medeiros)

Sunday, October 31, 2010

UN DOMINGO SIN LUNES



Ha pasado algo. Era un domingo diferente. Un domingo sin lunes. Un domingo que, por una vez, parecía no escaparse entre las manos, parecía humano y amable. Pero ha llegado luego este lunes raro, convertido en un siniestro domingo duplicado...y mi encuentro nocturno de ayer con el hombre invisible por las calles sevillanas, esa mezcla de risa y miedo...se ha convertido en la premonición de una realidad impensable que ha hecho volver el recuerdo olvidado de ese otro hombre invisible de mi infancia.

Wednesday, October 27, 2010

UNA ANTIGUA FOTOGRAFÍA



Las fotografías amarillean. Pierden el color. Pierden nitidez. Luego se pierden o se olvidan. Pero el tiempo retenido ahí, en ese papel ¿dónde fue? Diana era ese ser único que es en esa fotografía juvenil. Fresca. Congelada. Muerta.

Thursday, October 21, 2010

SALANDER



Alguien que no cree en el amor. Un vida demasiado dura. Alguien que sabe protegerse. Que tiene a su disposición toda la fuerza necesaria para utilizarla cuando se siente en peligro. Dueña de su fuerza, pero enajenada de su ternura. Nunca baja la guardia. Y sin embargo…

No había leído la novela, alguien me la quitó de las manos en casa cuando apenas la habìa empezado. Seguro que es mucho mejor el libro. Pero la película me ha enganchado. Sobre todo, por una vez, hace mucho tiempo, el amor no es aquí prosaico deseo físico. No es tan fácil en la realidad. Al revés. No te lo explicas normalmente qué pasó. Surge. Aparece. Es algo contradictorio. Mezcla de sentimientos que se confunden. Amistad. Admiración. Instinto protector. Soledad. Camaradería. Y Salander es capaz de obedecer esas instrucciones confusas de su alma machacada. Aún sin entender que le atrae de ese tipo. Porqué ella, lesbiana según creía, se ve atraída por ese hombre. Sin dar ni pedir explicaciones. Sin preámbulos de romanticismo.

Mikael Blomkvist tiene, a su vez, algo envidiable: se le presesnta un parón en su vida. Durante seis meses será completamente libre. Podrá dedicarse a pensar las cosas. A parar el reloj, hacer deporte. Podrá dedicar su tiempo a algo que le absorbe.

Y ¿qué es lo que despierta el interés de Lisbeth Salander en este hombre? Le cautiva –creo yo- su honestidad. También quizás el hecho de haber caído, como ella misma, en una trampa. Su vulnerabilidad. Luego, cuando decide acostarse con él, Mikael es capaz de preguntarle si está segura de que quiere hacerlo, es capaz de pensar en ella incluso en ese momento. Nunca la agobia: simplemente le dice lo que siente: me gustaría dormir a tu lado. Quizás es el primer hombre en su vida que ha pedido disculpas por algo (no recuerda por qué). Quizás por primera vez en su vida alguien siente que le ha podido hacer daño. Y le dice que no quiere hacerle daño.

Sunday, October 17, 2010

EL GIGANTE INDEFENSO



El escritor desaparece. La literatura no existe. No se interpone en la lectura. Nada es más importante que Emil. En Emil no hay nada que entender. No hay nada complicado. Se resiste a hacer las cosas, las hace un poco a la fuerza. Luego, le gusta. Se aficiona a lo que hace. Se aficiona a las rutinas. A las personas. Va encajando lo que la necesidad le impone. Los hechos van primero, pero él se acomoda. Y -como sin querer- lo hace siempre bien. Gana, vuelve a ganar. Se entrena. Nadie le obliga. No tiene entrenador. Él hace de entrenador consigo mismo -tampoco ha tenido un padre o una figura de autoridad en su vida- y se impone sus propios retos, inventa sus propias técnicas. Se excede -claro- se machaca. No se reserva fuerzas para el día de mañana. El sufrimiento, el dolor, es su escuela: cuando consiga vencerlo, podrá vencer a todos los que sucumben ante el dolor. Echenoz no se interpone en el relato de esa vida anodina, insustancial. Porque cualquiera puede ser un héroe como Emil. Basta hacer frente a lo que te toca, e intentar hacerlo bien. Tú no eliges. Las circunstancias te imponen una partitura que tienes que tocar. Y ahí es donde eliges cómo tocarla. Emil no sabe correr, corre mal, sin estilo, gesticulante, braceando, es angustioso verle correr en esa forma inconexa, deslabazada, agónica. Pero siempre gana. De forma incluso aburrida va ganando, sin contrapartidas, sin énfasis, modestamente, sin que cambie su vida de funcionario, de militar del ejército checo.



Luego, un día, empieza a declinar, empieza a perder. Lo hace con la misma naturalidad con que vencía, sin dar importancia a algo que es natural. Empieza la cuesta abajo, con treinta y seis años ya es viejo para los cinco mil, también va siéndolo para los diez mil. Acaba echando las potas en sus terceros Juegos Olímpicos. En Melbourne. Y sabe salirse de escena, con la misma indiferencia que entró. Es lo que toca. Sale con una victoria crepuscular, precisamente en España, en San Sebastián. Y se vuelve al anonimato. En su país, su aureola de héroe nacional le valdrá la depuración política cuando los rusos restablezcan el orden socialista. Sin ganas, como siempre, le habían arrancado palabras de apoyo a Dubcek. Y es degradado, vejado con destinos de carretillero, de barrendero. En todos ellos muestra la misma eficacia, la misma profesionalidad. Es su trabajo, como cuando corría. Es lo que ahora toca. Y se adapta a ello. Sin problemas firma la declaración en que asume sus errores, sus desviaciones de la ortodoxia. Qué más le da. Desde que los alemanes invadieron hacía cuarenta años su tierra siempre ha sabido sobrevivir, entre deportaciones, juicios políticos, delación y ahorcamientos. Él solo ha sido uno más, como todos, que quiso trabajar honradamente y sobrevivir. Un hombre que, por esos azares de la vida, fue mundialmente conocido y reconocido, pero que nunca dejó de ser un mandado, un tipo sumiso, un tipo que nunca quiso dar una nota más alta que otra. Y este Jean Echenoz, al escribir su historia, lo hace de una forma igualmente plana, entre la admiración y la perplejidad, ante este hombre común y a la vez gigantesco.

Friday, October 15, 2010

FALSETE



Cinco sentidos tenemos. ¿Cuál es el sentido de la memoria? Creo que el olfato tiene una gran capacidad de reminiscencia. Un olor de la infancia inmediatamente te transporta a la infancia. Pero también la música está asociada a un momento de nuestra vida. Esta canción, cantada a duo por alguién que va a morir (alguien con su peluca infame, su lujo infame e inútil) y una joven estrella emergente (recientemente triunfante en Sevilla), es una prueba de la historicidad de la música. Yo acunaba a mi hija pequeña con esta canción. Era el último corte del disco y mi hija solía caer (solía dormirse) con esta canción (cuarenta minutos de balanceo en brazos). Y yo -ya ella dormida- disfrutaba con esta canción, la última del disco. Disfrutaba sobre todo con esa libertad de Bono frente a Frank, libertad para ser Bono junto a Frank y no intentar parecerse a Frank, no tener miedo de hacer gallitos y sonar sucio, imperfecto, al lado del ídolo. Yo, con mi hija en brazos, a punto de dormirse, resistiéndose a dormir lo que se notaba en esos ojos que volvían a abrirse, esos ojos medio cerrados (porque quería vivir), esperando su sueño, esperaba también los gorjeos de Bono que me parecían maravillosos y que marcaban el momento en que ya mi hija se había dormido y podía llevarla a su cuna y yo era ya libre para poder prolongar un rato la velada y escuchar mi música. Esos gorjeos eran para mí lo mejor del disco, aunque a algunos el falsete les asqueara. Yo reconocia la maravillosa voz de Frank. Pero admiraba la personalidad de Bono, la imperfección de Bono, esa forma de arrastrar la voz, como alguien que vive sin ganas. Bono, que era capaz de ensuciar una canción clásica de Frank Sinatra. Y eso me hacía sentir capaz de ensuciar cualquier otra cosa perfecta, capaz de vivir arrastrando mi falta de ganas de vivir, como Bono cuando cantaba. Era lícito considerar maravilloso el falsete en este mundo. Uno puede dar un gallo de vez en cuando y mejorar las cosas. Frankie reconoció esa imperfección que él no practicaba. El falsete de Bono es lo mejor del dueto con Frank.

Saturday, October 09, 2010

JABIER MUGURUZA: LA ESENCIA VASCA



Lo he descubierto ahora. Primero me gustó su música. Este señor de edad madura ya,no guapo, presentándose sin artificio, tal cual. Me transmite transparencia, naturalidad ante uno mismo y los demás. Es lo que hay, sin trucos. Y su música, es una poesía de lo pausado. Lo que no tiene prisa en concluir y se demora plácidamente en la belleza. Luego, yo que pude saber vasco y no lo sé (aunque he comprado mi diccionario para poder traducir mis apellidos), siento una ternura tímida y callada -para mi una esencia de lo vasco- en esta letra. El hombre que nunca dice te quiero. Porque lo que se dice no tiene la fuerza de lo que se guarda oculto. Ese hombre que trabaja en altos hornos, duro, frío, pero que es un agricultor de corazón y asa pimientos rojos con su soldador. Maravillosa metáfora. Ese hombre cuya palabra asusta, ese hombre que es un hombre de gestos. Y durante años va pensando en construir un regalo para cuando su hija se vaya de la casa, poco a poco, sin que nadie se entere. Va construyendo en secreto algo que regalará un día a su hija, y que llevará todo el amor del mundo, sin tener que decir te quiero.

Saturday, October 02, 2010

PEREGRINO EN PAMPLONA



Con la mochila al hombro, entré peregrino a la ciudad donde nací. Pamplona. Desde Roncesvalles, pasando por delante de la Clínica San Francisco Javier, donde me parieron. Con la mochila al hombro y los bastones, tras atravesar los Hayedos de Zubiri, los robledales y los chopos. Comimos en La Servicial vinícola -donde tomaba yo mis vinos en los recreos del Instituto- y hubo en la sobremesa canciones de siempre, acompañadas con la guitarra y el acordeón, entre amigos nuevos y viejos. Cantamos a dos voces con el dueño de la tasca, entre copas de pacharán. Buena juerga... La noche nos dió en la Plaza del Castillo, resistiendo al sueño. En Puente la Reina había mercado de pimientos y ajos, maravillosas verduras, y luego, para comer unas pochas exquisitas. Fue al siguiente día quizás, cargado con la mochila, por tierras de Estella, cuando me enteré de la muerte de Labordeta. De inmediato me acorde de Marta y su libro, en cuya presentación alguien leyó las palabras que él no pudo decir, y que había escrito en el Hospital. Labordeta era amigo de mis amigos de Zaragoza, aunque no lo llegué a conocer. Pero estos días yo he vivido un poco como el Labordeta que conocimos todos por la tele, andando por los campos, en plena naturaleza, entrando en los pueblos, visitando las Iglesias, preguntando a las gentes, metidos en el puro presente del andar y de los dolores del andar, libres, como fuera del tiempo, alegres, compartiendo sudores y vinos y canciones. Una forma de vivir posible, la posibilidad de esa vida -pensé- que quizás Labordeta acertó a elegir. Una forma de vivir verdadera. Con una identidad, una voz. La suya. Entre los demás. Cantando su canción, con esa voz rajada, algo hosco de entrada, pero noble, cargando con pocas cosas, sólo lo justo, en la mochila. No entro en ideas ni en política. Pero el Camino me dice que la vida es esto, andar con los demás, "echar un pie para delante y luego otro", andar aunque duela. Ese dolor que -como me decía un amigo- es circular, va cambiando a cada rato (te duele el gemelo, luego la planta del pie, o los muslos, la ampolla del dedo pequeño...) y que te hace estar muy metido en tu cuerpo, muy consciente de que tú eres ese cuerpo que te lleva por los caminos de la vida, ese cuerpo al que das agua, alimentas y cuidas para que no te falle. Peregrino, con pocas cosas en la mochila, andando por los caminos, entre amigos nuevos y viejos, disfrutando de los frutos del camino (higos, almendras, uvas, moras, castañas...), del vino, de las canciones, del sol y de los cielos nublados.

Friday, September 17, 2010

CAMINO



Es la hora de la siesta. Dentro de unas pocas horas comenzamos el Camino de Santiago. Parto de cero. O menos cero. Quiero decir que estoy en ese nivel de angustia inherente a mi edad y mi condición. Al miedo que siento cada mañana, como tantos, caminando entre mendigos por las calles, gente que te aborda para pedirte dinero para un bocadillo, o gente que ya se resignó a no pedir y duemen en los jardines o deambulan descalzos, cubiertos de suciedad, ya apenas hombres, o entre sus bultos de basura, pesadamente acarreada de aquí para allá como sus únicas pertenecias. Ante el miedo que me producen estas gentes, esta sociedad que genera esta cantidad de dolor ¿qué buscar en el Camino Santo de los siglos pasados? Cuando la fe y la esperanza. Pero hoy...Ya no puedo coger el Evangelio entre las manos. Cojo, en mi vacío, el primer libro que pillo. Porque creo que debería pensar en algo durante estos días de andar y más andar. Debería ser un tiempo de penitencia, de replanteo de vida. Un tiempo hacia el noble silencio. Un tiempo convencido de saltar ya de todos los andamiajes conceptuales que nos tienen por encima de la realidad miserable que nos rodea. Y en tal caso, sin artificios, cojo el primer libro. Es el libro de la estantería, el que sobresale en la segunda columna (todo me da igual últimamente, amigos), y resulta ser de un premio Nobel. Para sentirme más cercano a él busco en Google la foto de su tumba, sus miserables restos después del engreimiento de hombre culto, de pensador. Y busco al azar frases subrayadas (cuando lo leí), frases que no recuerdo, que no significan nada para mí. Pongo el dedo en la página que sale, pidiendo a mi númen que me oriente: a dónde ir ahora. El geniecillo maligno que me tiene entretenido todos estos años con juegos y más juegos, hace que mi dedo se pare en estas frases:
- Siendo ya muy viejo, cambio de lenguaje y empezó de nuevo.
- Verdades a las que uno no se ha atrevido. Han quedado detenidas en una especie de antecámara del infierno.
- ¡A quién debemos resultar aceptables!
- Se paga mucho por la falsa pintura de la felicidad.
- Empieza de una vez a plantear las preguntas a las que nunca llegarás a responder. Lo has evitado durante demasiado tiempo.


Estas son las propuestas para este Camino. El azar me plantea este temario. Parece que hay que cambiar de lenguaje (de ideas) para afrontar el futuro. Que hay que responder cuestiones planteadas, pero evitadas, que hay algo falso en mi vida, que hay un miedo a ser rechazado, un miedo a enfrentarme, hay un lenguaje por encima que condena y limita, un lenguaje viejo...Vaya textos.

Y yo, asustado ante la dimensión del reto, pregunto de nuevo. Cierro el libro y abro por donde mi maestro me lleve...
...
...
"Un libro de anotaciones. El texto viene más tarde" Primero tú, tus notas, tus comentarios. Tú haces el texto. Tú únicamente, tienes el derecho a escribirlo, la responsabilidad de escribirlo.

Caminar. Quizás el camino quiera hablarme, si me pongo a escuchar. Estoy vacío y esa es la condición de toda creatividad. Vaciarse para llenarse. Desde la tumba torturada de Canetti, que escribió esas frases que hoy me hablan, emprendo el Camino.

Wednesday, September 01, 2010

LE MANOIR DU VAUMADEUC



Pero allí está el Manoir du Vaumadeuc. Allí debe hacer ya frío. Allí está el bosque rodeando la mansión. La frescura de esos árboles que tanto dinero cuesta mantener. Esa hilera de árboles, por donde salíamos a pasear cada mañana, por Plevén, el pueblecito cercano, saludando a los vecinos madrugadores. Ese fresquito de la mañana, abierta entre la profusión de flores que adornan y engalanan los pueblos de la Bretaña, con sus maceteros en las calles, flores y más flores, belleza de colores para la mañana. Allí estará su propietario. Un ingeniero que dejó la civilización, para civilizarse en el campo, en la belleza de esta casa, este lugar visitado por fantasmas encantadores, en el que ahora nos sirve el desayuno, como lo serviría un aristócrata a sus invitados, enrollándose con los españoles en nuestro idioma, que domina y ama, dándonos buenos consejos viajeros, usando con nosotros de esa cultura de los franceses, que es exquisita educación y a la vez desenfadado sentido del humor, finura de connaiseur. Un lugar mágico (a pesar de que no apareció el fantasma). El lago cercano, el jardín francés, con sus rosales y sus setos perfilados, su lugar para el cafe y el descanso. Un lugar para descansar y luego recordar, aquí, cuando el calor persiste y no quiere irse del todo. Aquí cuando todos vuelven a lo cotidiano. Bretaña, Normandía. Amor a la naturaleza. Bellas casas, bellos pueblos, magníficas ostras en sus puertos, lujuriosas almejas en caldo de cebolla. Allí estará y lo recuerdo ahora, el caserón del Manoir. Allí quedará nuestra despedida en el libro de visitas: nos ha quedado Rochefort. Tenemos que volver.

Tuesday, August 31, 2010

11 DE JULIO DE 2O11: TODO ES POSIBLE



Esto fue lo mejor en muchos años. Algo que parecía que nunca llegaría. Lo imposible realidad. Unanimidad de banderas y emociones. Sufrimiento, talento, equipo, humildad. Y un poquito de suerte. Y para coronar todo eso, el beso de un hombre a una mujer bella, pero sobre todo compañera, un beso lleno de ternura y cariño. El beso de un nuevo paradigma. Allí todo el mundo que compartimos ese momento, saltando y abrazándonos, hubieramos querido besar así, ser besados así. Valió la pena tanta frustración, tanto complejo de incapacidad, para llegar a este momento: todo es posible, todo está al alcance de la mano, todo llegará un día. Seremos bendecidos los que sufrimos, los que lloramos podremos reir, los que tuvimos vergüenza podremos sacar pecho. Somos los pupas, pero eso no es definitivo. Somos bajitos, pero podemos ganar a los alemanes. Somos brutos, pero podemos besar así.

PS. Puse 2011 y era 2010. Pero está bien y lo dejo. Cuando todo ha sido posible y se ha hecho realidad (Nadal, Formula I, Tour de Francia, Mundial de Baloncesto), es que todo es posible en el futuro. Todo será posible siempre (incluso el amor). España -y yo y tú- podemos conseguir lo que ahora no nos atrevemos a soñar (eso que tú estás pensando: pleno empleo, una sociedad más justa, menos asustada). Si mantenemos el fuego de la fe en nosotros mismos. Si -contra viento y marea- seguimos creyendo que somos los mejores.

Tuesday, August 24, 2010

BODHISATTVAS



Bodhisattvas, venid en nuestra ayuda.
Bodhisattvas, descended del nirvana y volved aquí.
Este mundo necesita vuestra luz.
Bodhisattvas, renunciad a la gloria eterna
y regresad junto a mí.

Sunday, August 22, 2010

ELECTRA ES SARA



Esta mañana, mientras desayunaba, en la mesa de al lado estaba Electra.
La muchacha que ayer me estremeció, zarandeada por todos, la niña inocente de la que tiraban unos y otros, estaba junto a mí, sonriendo al lado de Ferrán Madico, el director de la obra.

Por un momento me había desorientado al bajar a la cafetería la presencia en una mesa de Pantoja, el odioso Pantoja, sentado frente a un ordenador portatil. Pero hoy es domingo y la función fue anoche. Esto es Mérida y estamos en el Hotel Mérida Palace. La chica del top marrón, espalda desnuda y sandalias planas, morena y menuda, gafas de miope y sonrisa franca es Sara Casasnovas y el cruel Pantoja, no es otro que Antonio Valero, el actor, desayunando, mientras leen las reseñas de prensa.

La sorpresa fue anoche. La obra se titula Electra, pero fue escrita por Benito Perez Galdós y estrenada en 1901. Quizás sea dificil justificar esta pieza en un Festival de Teatro Clásico, e incluso pueda haberse provocado una confusión entre el público asiduo. Pero superada la sorpresa, creo que es un acierto recuperar al Galdós dramaturgo, un Galdós desconocido, en esta versión de Francisco Nieva (otro clásico en vida). No es Teatro clásico, pero el drama que se representa es de todos los tiempos: los mayores quieren conducir la vida de los jóvenes; los que ya hicieron su vida, quieren dirigir la vida de los que vienen detrás. El miedo a la libertad conduce a hacer violencia a la libertad de los demás.

Sara está impresionante. Sara es Electra. Inocente, llena de vida entre muertos, llena de verdad entre mentirosos. Disputada por quienes se creen dueños y señores de su destino, con derecho a escribir por ella su vida, su aparición, intentando mantener el equilibrio sobre unos patines, desequilibrada por la violencia de la sociedad que la rodea, es uno de los aciertos de este montaje.

La obra fue considerada en su tiempo anticlerical, pero también Jesús se alzó contra el fariseismo y la simonía, pecados a los que no ha escapado su Iglesia, muchas veces demasiado cerca de los poderosos de este mundo.

Cuando el santurrón Pantoja intenta confundir los sentimientos de Electra, sus palabras hacen daño de verdad, como si se tratase de bofetadas. La violencia que trata de hacerle con sus ideas de salvación se expresa en el cuerpo de Electra, sacudido y como yerto, a merced del adulto, y al acabar, cae como si hubiera sido machacada por una brutal paliza.



Varias coreografías a lo largo de la representación tratan de suplir la ausencia de acción dramática, en una obra quizás excesivamente lenta y literaria para nuestros gustos de hoy. Una de las coreografías escenifica la ceremonia de una misa, componiendo los personajes un cortejo de ciegos (los ojos vendados), que caminan de rodillas en pos de su guía. Es una imagen poderosa que rescata la imaginería del maestro Zuloaga.

Un pero. No acierto a comprender el uso que se hace de la bandera, que lo mismo sirve como mantel, que es esgrimida como una especie de arma con la que Max pretendiera acabar con Pantoja. Es un simbolismo confuso y por lo mismo desacertado.

Electra, al final, escapa en medio del público. Electra ya es para todos Sara Casasnovas. Un recital interpretativo, una actriz impresionante que transmite y traspasa y consigue el milagro de dar vida a un personaje escrito hace más de cien años, salvando un texto que quizás hoy resulte anacrónico.

Thursday, August 19, 2010

ROUEN, CIUDAD DE IMPRESIONISTAS

En Rouén, se exponen pinturas de los impresionistas que vinieron a esta ciudad buscando nuevos motivos para su pintura: Monet, Pissaro y Gauguin vivieron en Rouén. Monet y Pissarro en un céntrico hotel. Gauguin, con su mujer y sus cinco hijos, recien abandonado su trabajo para dedicarse al oficio de pintor, en una barriada exterior.
Me levanto por la mañana y, desde el hotel, se ve la fachada de la catedral de Rouén, que sirvió a Monet para explorar las luces a distintas horas del día, la tarde y la noche. Me gusta esa luz del atardecer (esa luz dorada, que apenas refulge unos minutos, antes de apagarse), y también esa luz plena y cegadora del mediodía.



Admiro también los cuadros de Pissarro. Pissarro transmite la realidad que ve. Una ciudad de la época industrial, con sus chimeneas, sus humos, su tráfago. La ciudad se presenta ante él como algo a representar. Y pinta los mismos puentes una y otra vez. Es una ciudad fría, desagradablemente burguesa.



Gauguin llega después. Él vive en Rouén, pero no se nota. Él no necesita Rouén para pintar. Pinta lo que está ahí, cualquier cosa, sin necesidad de salir de su casa. El patio de al lado. Porque lo que le interesa es pintar. No representar nada. No traducir algo a un código de formas y colores. Su trabajo es interior. Lucha con los colores y las formas que encuentra dentro de sí mismo. Sus cuadros son de cualquier lugar, inmune a las bellezas convenionales de Rouén. No son de lugar alguno, porque él inicia una forma de pintar nueva: pinta su corazón.



Estos días, por los caminos de Normandía, el paisaje saltaba a mi coche como un cuadro impresionista, con la luz y los colores de aquellos pintores, amarillos de trigales, cielos azules entre las nubes, verde de árboles y praderas. Los impresionistas nos han enseñado a ver esa luz, esos colores, a gozar de esas maravillas cotidianas de las nubes y la luz del atardecer. Pero me quedo con Gauguin, con el introspectivo buscador de formas y colores. Gauguin, demasiado torpe para hacer vida social, menos hábil que sus profesores, viviendo en el suburbio, en el anonimato artístico y comercial. Gauguin pintando cosas absurdas, cosas corrientes, sin ninguna belleza (trozos de patios, árboles aislados), incapaz de condescender al gusto de los ciudadanos de Rouén, ajeno a las bellezas de su ciudad, las bellezas cantadas por los otros impresionistas. Él ya no es un pintor. Es un explorador de su alma.

Tuesday, August 17, 2010

SIN PALABRAS



Rinko Kikuchi. Un imagen. Oriente. Oración, éxtasis, misticismo, dolor. Deseo. Una expresión que intriga, una imagen sin significado, dispuesta a recibir de nosotros -en su vaciedad- lo que nosotros pongamos al mirarla. La realidad a la que damos forma y sentido.

Thursday, August 12, 2010

ORACIÓN



A veces te escondes tanto
que no sabemos nada, no entendemos nada
y miramos al Cielo sin respuestas.
No podemos ver tu rostro.
No encontramos salida
en el absurdo laberinto
en que nos sitúa cada muerte.
¿Dónde estás, si nos amas, dónde estás?
¿Por qué la muerte de los niños?
¿Dónde está tu ternura, Padre?
¿Por qué nos das y luego nos quitas lo que más queremos?
En nuestra oscuridad estás tú,
como una luz que alumbra una esperanza.
Espero, en el silencio y la paz,
la nueva vida que nos prometiste.
Espero la vida eterna
-no sabemos cómo-
porque no muere el amor que nos tuvimos.

Tuesday, July 27, 2010

USTED ABUSO



Hoy estaba triste y busqué canciones tristes en You Tube, canciones de Maria Creuza, como esta, "Vose Abusou", porque se abusa del amor de uno, sacan partido de uno cuando ama y uno siempre parece quedar atrapado en la culpa por el amado, sometido a ese abuso del amor que es el reproche. En esas tristezas estoy cuando, para cambiarme el humor, encuentro esta versión nueva de la misma canción triste y esta bella mujer brasileña bailando, con ese ritmo... y casi me pongo a bailar también. Y pienso entonces que lo que hay que hacer es mandar a esa persona que te abusa, que te hace sentir mal, a cualquiera que trate de tirar partido de tí (como cantaba Vinicius) "A tonga da mironga do kaburete".

Sunday, July 25, 2010

EL VIAJE DE KUTZ



Acaba de ponerse el sol en la playa de Fuentebravìa. Los dorados de la orilla, se han convertido en un color violeta. Ahora todo está en paz. Al fondo las luces de Cadiz.
La casualidad nos trajo hasta aquí un día. Siempre pensé que era curioso que, con los años, hubiera acabado veraneando en una playa de nombre tan parecido a la que, seguramente, fue la primera que conocí. A Fuenterrabía nos llevaba mi madre siendo pequeños, a mí y a mi hermana, desde Pamplona, en viajes domingueros de ida y vuelta.
Sabía que aquí se levantó hace años el hotel Fuentebrabía, que ahora daba nombre a la playa. Un hotel cuya imagen rescato de entre las páginas de un blog sobre Personajes del Puerto.



Lo que no sabía y luego he sabido es que fue un navarro el que compró el terreno y levantó el hotel.La página que consulto aporta otros datos. Se llamaba Jose Luis Kutz Muñagorri. Un navarro como yo. Y el hotel, conocido como El Parador, se llamó (o él quiso llamarle) Fuenterrabía, trayéndose un poco así su tierra para acà. Eligió este lugar después de recorrer todo el litoral. Creyó -según contaba con humor- que debía ser el mejor lugar del mundo, al estar situado entre los jesuítas y los americanos.
Recuerdo ahora esta curiosa historia de navarros, mientras miro la playa que él conoció y en la que decidió invertir su dinero. La playa que ahora lleva el nombre de otra playa lejana, allá en el País Vasco, tan querida para los pamploneses. Una playa en la que, como en aquella lejana, las puestas de sol son una maravillosa sinfonía de colores, un lujo para la vista y una cura para el alma.



Aquí vino a parar Kutz. Fue el final de su viaje al Sur. Aquí se quedó recordando quizás las playas del Norte, las playas de su infancia.

Wednesday, July 21, 2010

LA PIEDAD SILENCIADA DE CARVER



Yo había leído a Carver. Me pareció brutal y fascinante. Sus relatos, intensos, hechos a tajos, con frases cortantes, no parecían dejar lugar a los sentimientos. Había algo muy duro ahí y apenas podía aflorar un atisbo de piedad. Carver había muerto joven, de un cancer de fumador que se le extendió al cerebro. Murió cuando había encontrado al fin el amor de su vida. La exigua obra del autor se debía a su muerte prematura que nos había privado de la madurez de un escritor brillante y prometedor.

Luego he sabido que los cuentos de Carver no fueron escritos tal como aparecieron publicados. El Carver que hemos conocido es el resultado de la poda, de la tala sistemática de su editor, Gordon Lish, editor en el sentido anglosajón del término, es decir, un sujeto con licencia para meter la tijera y rehacer el texto para amoldarlo a las exigencias del mercado o a sus gustos personales (un editor con ínfulas de autor). En esta labor "creativa" el editor llegó a cambiar finales y a reducir algunos textos hasta en un cincuenta por ciento del original. Esa desfiguración consigió venderla como un nuevo movimiento literario: el "minimalismo". El autor, preso en la dependencia alcohólica durante años, falto de autoestima, aceptó las imposiciones de su editor-descubridor durante años, renunciando a la integridad de su obra. Su viuda se encontró ante un estilo reconocido y consagrado, que en un principio no se atrevió a desenmascarar.

Ahora se empiezan a publicar los otros textos, los que Carver escribiera: los que Gordon Lish mutiló. Y se comparan los resultados. Según el escritor Alessandro Baricco -tomo esta cita de Wikipedia- después de revisar sus manuscritos se puede decir que Carver «construía paisajes de hielo pero luego los veteaba de sentimientos, como si tuviera necesidad de convencerse de que, a pesar de todo aquel hielo, eran habitables.» La opinión de Baricco es que las versiones de Carver —en un momento u otro edulcoradas por emociones que Lish sistemáticamente suprimía— añadían humanidad a los personajes y permitían vislumbrar en Carver algo «terrible pero también fascinante.»

Podría ser que, una vez desvelado el verdadero corazón de Carver, incluso los mismos cuentos con idénticas palabras, nos vengan a decir cosas muy distintas. Cambia la voz del autor, esa voz silenciada por Lish, esa voz con un punto de piedad acallada, quebrada, la voz humana y dolorida del Carver-hombre, una voz que a mí me interesa más que la distante y seca voz del Carver editado. Los textos maximalistas de Carver. Esos textos que sin el desvelo de Lish -y sin su marketing- nunca hubieran salido a la luz.

Sunday, July 18, 2010

PEQUEÑAS ÁLEGRÍAS



¡Subidón! He completado mi primer Sudoku "difícil" en El País. Nunca lo había intentado. Siempre me pareció absurdo gastar tiempo en esa tontería. Pero este fin de semana, tumbado en el sofá, me he dicho ¿por qué tengo que renunciar a hacerlo por el sólo hecho de que lo califiquen de difícil? Había resuelto alguno de los fáciles y sí, me había dado gustillo terminarlos. Pero nunca un placer comparable al de ayer, cuando todo empezó a encajar, número tras número, todo encajando poco a poco, rellenando huecos y huecos, hasta completarlo (después dicho sea de paso, de soltar durante un tiempo el periódico, asqueado e impotente). ¡Ahhh! Estoy feliz. Me siento bien. He llamado de inmediato a mi amigo Luis, ese que sólo resuelve los difíciles (los otros son -dice- una chorrada y no tienen interés para él). Se lo cuento y me dice que él hace los de El Mundo, que son los difíciles de verdad. Bueno...me da igual. Estoy feliz y nadie puede minar este sentimiento de plenitud, esta satisfacción que siento. De repente, creo que soy capaz de cualquier cosa...si me lo propongo, claro. Todo es posible (vaya que sí). Aunque sea de letras, mi cabeza funciona como la de cualquiera. Es echarle horas al asunto. Ponerme. Lo que digo, ¡un subidón, tio!

Friday, July 16, 2010

HACE UN AÑO



Hace un año que murió. En los periódicos apareció esta foto suya en el hospital, con Ryan O'Neal a su cabecera. Él, alcohólico, no fue un buen marido, como no había sido un buen padre. Se habló de malos tratos, violencia. Ahí está, a su lado pero incapaz de acompañarla, muy lejos, sin entender lo que sucede. Ella le mira, serena, ya cerca del final. Conserva algo de esa belleza juvenil que enamoró a toda una generación de americanos. (El proceso de la enfermedad quedó recogido en un documental, "Farrah Story" que se estrenó meses antes y fue candidato al Grammy).
Es una imagen llena de vida y llena de muerte, llena de impotencia y a la vez llena de plenitud. Yo he sido mirado de esa manera y he sentido ese alejarse, como cuando el tren en marcha emprende su viaje y nos quedamos diciendo adiós desde el andén. Tantas cosas se dicen en una mirada...Y Farrah Fawcett, en su fragilidad, es tan fuerte...tan bonita. Con esa clase de belleza que se no merece un destino de polvo y busca la eternidad.

Thursday, July 15, 2010

Thursday, July 01, 2010

UNA PAUSA



Me ha gustado esta foto que oculta a André Breton. Como si lo que uno escribiese fuese un vano intento de reproducirse él en el papel. Y lo que queda no es sino una caricatura que oculta la verdad. Me ha gustado porque Breton juega a desaparecer, por el procedimiento de ponerse él delante de la página en blanco. Luego (o quizás antes) leo una cita de este gran surrealista: "Lo mágico siempre es bello, cualquier mágico es bello, de hecho sólo lo mágico es bello". Y me doy cuenta de que echo de menos esa poquita de magia. Quizás en lo que uno escribe intenta descubrir (o crear) esa magia que a veces asoma en los días, una magia que engancha y te deja con ganas de más. Pero la magia aparece cuando ella quiere y tarda siempre demasiado. Y por supuesto nunca llega si uno la requiere como prótesis para sobrevivir. Hay que ser capaz de vivir -y de escribir- sin magia, para que ésta venga a uno alguna vez.

He visto esa cita en un libro de Kundera (no sé si antes o después de buscar la foto de Breton). El libro, de ensayos, se titula "Un encuentro" y me gustó mucho -recuerdo- cuando lo leí: ahora repaso algunos textos subrayados y me encuentro con éste: "Un verso libre era también una unidad musical ininterrumpida, terminada por una pausa. Hay que hacer que se oiga esta pausa". Se refiere a la música de su compatriota Janácek. Entiendo que parte del arte de este compositor, para Kundera, está en la expresividad de los silencios (las pausas). Y entonces me doy cuenta de que la vida es una sucesión de notas vulgares, a las que puede dar sentido precisamente el silencio. Una pausa puede aportar la magia que falta. El arte estaría en lo que no se dice, en lo que no suena.

Y en esto, llega el verano. Llega esa pausa anual. Para mí es como un cambio de pellejo. Hasta final de septiembre, vivo como una lagartija. Hibernando en verano como un oso lo hace en invierno. Vitalidad reducida al mínimo. Pausa que espero de sentido a la melodía de este año que finalizo (yo finalizo los años en Julio y los empiezo en Octubre). Ese silencio forma parte de la melodía. Y en tal caso, no está mal reirse de todo lo escrito y, en lugar de seguir hablando de mí, dejar puesto aquí a este señor (que puedo ser yo mismo, que de hecho quizás sea yo -recuerdo vagamente haberme colocado una máscara como esa- ) y quedarme así -sobresaliendo de la página en blanco y mirándote con esa mirada miope- sin conseguir traspasar de verdad el papel para llegar al otro lado, atrapado en el artificio de los textos, a la expectativa del verano silente, para ver si esta pausa viene con magia o sin ella, con belleza o sin ella, para ver si el muñeco se echa a andar o sigue ahí sentado y oculto.

Y como coda, releo a Kundera y surge un recuerdo para Bramstoker, que intenta reconocerme en la foto: "Sólo la música puede dejar entrever el dolor oculto".

Tuesday, June 29, 2010

LO TUYO



Enamórate de lo tuyo.


*"Lo tuyo": Por que ES TUYO -sábelo bien- se te ha dado, es un regalo para tí (tienes que abrirlo y agradecerlo), todo aquello que te apasiona, lo que te llena de vitalidad, con lo que disfrutas (el tiempo pasa sin sentirlo a su lado), aquello que a veces has rechazado -como si no lo merecieras o fuera demasiado placentero, ajeno al necesario esfuerzo y renuncia que te habían enseñado los muertos- pero en lo que te reconoces más que en cualquier otra cosa, porque te emociona y esa emoción es tu verdad. Tu manía, tu adicción secreta. Donde recuperas fuerzas y te cargas de nueva energía. Eso por lo que merece la pena vivir. Lo que tú eres (lo que sientes que te hace ser quien eres). Tu esencia. Ahí, cerca de todo eso que adoras, vives más. Cerca de esa persona que adoras y con las que aprendes a amarte. Cerca de su sabiduría, de su belleza, de sus palabras que te inquietan y te conmueven. De su contacto, que te estremece. Cerca de su amor. Cerca de la luz que en unos ojos o en una sonrisa, que en un gesto, adoras. Ese eres tú. Y para que ese viva, para darle vida, has venido al mundo. Y por eso esa esencia es sagrada y respondes de preservarla contra todos los pareceres del mundo, contra toda moral, contra todo prejuicio. No te es permitido matar en tí eso que eres. Esa es la semilla de tu plenitud, el regalo de felicidad con que naciste. Si niegas en tí todo eso, traicionas al Universo, destruyes ese regalo que eres tú para los otros.

Como un sonámbulo, deja que te guien en la oscuridad tus emociones.

Sunday, June 27, 2010

DANZA EN LOS JARDINES DE GRANADA



Granada. Noche en los jardines del Generalife. Al frente, la Alhambra iluminada, bajo una luna llena. Aroma de magnolios, cuyas flores blancas se abren al cielo en lo alto de los árboles, como ofrendas de olor. Frescura de una favorable noche de junio. Estamos aquí para presenciar la actuación del Boston Ballet, uno de los mejores del mundo. Faltan unos minutos para que comience el espectáculo y el público numeroso disfruta del paseo, tomando una copa de champagne, llenando de distinción espectante y culta estos jardines. Aficionados a la música y la danza de todas las edades. Belleza, juventud. Un momento perfecto para el arte. El preludio prometedor de una velada esperada. El lugar encantador. Minutos más tarde, el escenario, con un fondo de cipreses, se abre ante nosotros.
Se ponen en escecena coreografías memorables de George Balanchine. Un genio del siglo XX, comparado con Picasso y Matisse. Tres piezas que marcaron momentos clave en la vida del artista. "El Baile de la Reina", "Los cuatro temperamentos" y "Joyas". Ballet clásico y moderno. Balanchine ha creado los parámetros del Petit Pas, para el siglo XX.
Maravillosa música de Paul Hindemith en "The four temperaments", conmovedora y solemne, divertida y saltarina, repasando todos los humores que hacen del hombre un complejo equilibrio. Masculino y femenino, cuerpos perfectos, movimientos perfectos. Música de Verdi para el "Ballo della Regina", niñas apenas llenas de inocente alegría desfilan sonrientes ante nosotros regalándonos toda su gracia. Música de Stravinski y Tchaikovski en "Jewels", una combinación de la grandeza clásica y el baile actual, con un prodigioso movimiento de los cuerpos de baile.
Las bailarinas en brazos de sus compañeros cruzan en un vuelo el escenario. El cuerpo ha perdido su peso. El hombre es menos animal que nunca. La levedad de los gestos, la armonía. Son casi espiritus apoderados de unos cuerpos que sirven dóciles, con sus movimientos, al son de la música, a la creación de poesía visual. Un arte sublime que trasciende lo físico.
Y luego, descendiendo a la ciudad, en el Realejo, entre calles intrincadas, delante de un mojito o un coctail, hemos encontrado un lugar para conversar, para contarnos las emociones sentidas allá arriba, antes de volver al hotel, todavía prendados de la magia de esta noche que no olvidaremos.

Thursday, June 24, 2010

SER GRANDE



La grandeza es una actitud

Foto de Robert Doisneau

SER GRANDE



La grandeza es una actitud

SER GRANDE



La grandeza es una actitud

Foto de Marc Riboud

Wednesday, June 23, 2010

SER GRANDE



La grandeza es una actitud.

(Elijo ser grande)

Patti Smith. Foto de David Bailey

Sunday, June 20, 2010

TODOS LOS JARAMAGOS DEL MUNDO



Se lo he escrito hoy a mi amigo Fackel:

"Hay un escritor que se oculta en su cuarto, en el texto (y define al escritor como alguien al que le gusta estar solo). Ese escritor es un narcisista, goza de sus propios hallazgos lingüisticos, es tremendamente infantil y limitado para la vida. Lo que escribe es bello pero su vida no ("es al otro al que le pasan las cosas...yo me dejo vivir pero el otro va ganando terreno"). Ese escritor se convierte en una imagen de sí mismo.
No Saramago. Saramago ha sido, por encima de escritor, hombre comprometido con su tiempo y su clase. Pobre entre los pobres, sin importar su Nobel, que no le hizo salirse de su lugar, el que él había elegido por un sentido de justicia. Crítico con la sociedad del bienestar, la fea diatriba que le ha dedicado -de cuerpo presente, aún caliente- el periódico del Vaticano, me parece que le da todavía un mayor prestigio.
Añadiré que no es mi escritor preferido.
También demasiado triste y portugués para mí.
Pero me gusta eso que leí de que a su familia les llamaban los "Jaramagos", por lo pobres, como los hierbajos que crecen en las cunetas. Y aunque no fuera cierto, sí que él estuvo al lado de los Jaramagos del mundo, con rabia y furor, denunciando todo lo que anestesia frente a esa realidad.
Y también lo admiro por esa mujer morena, bella y culta, compañero presumo de una nueva vida juntos, solos, en una isla preciosa. Una vida creada para la creación, con gran parte de la vida a las espaldas, para iniciar una nueva pero coherente, de amor realizado en pareja. Me gusta mucho pensar que se puede seguir siendo joven y apasionado por más años que deje atrás el calendario. Ejemplo, en ambas cosas, fidelidad y capacidad de renovarse, Saramago, escribiendo hasta el final con ambición, con coherencia, por la revolución, merece este epitafio tuyo y nuestro. Un abrazo".

Saturday, June 19, 2010

EL INCREIBLE JOHN FOPPE



He conocido a este John Foppe ayer, leyendo en Internet -como cada mañana- "La Contra" (la entrevista de contraportada de La Vanguardia). En estos tiempos me ayuda mucho comenzar el día leyendo cosas que abren mi foco de atención a otras realidades de la vida (no sólo hay política y crisis económica, guerras o desastres naturales). Es una medida de higiene interior.
Este John Foppe es un norteamericano de 39 años que nació sin brazos. Fue totalmente dependiente de los demás y se aprovechó de esa dependencia, hasta que un día sus padres le dijeron que solo iría a las colonias del colegio si demostraba que era capaz de hacerse cargo de sí mismo. Fracasó en su primer intento de ponerse los calzoncillos, pero eso le hizo reaccionar. Pidió unos calzoncillos especiales con gomas, y acabó utilizando sus pies como si de manos se tratasen , para escribir, dibujar, cocinar...incluso conducir su coche o llamar por teléfono.
Leo lo que dice John: "Si das por inamovibles tus límites, eres tan discapacitado como yo cuando creía imposible ponerme los calzoncillos por mí mismo. Fracasar consiste en no intentar demoler barreras".
Y luego dice: "Elige ser. Elige quien serás: ten una visión y conviértete en tu propia visión...La realidad es lo que tú creas con tu percepción de las cosas. ¡Crea una realidad nueva, pues! Porque tú puedes elegir tu manera de ver el mundo. O sea ¡puedes elegir el mundo! Pero sólo tú, nadie por tí ¿Por qué eliges mutilarte?"
Es verdad. ¿Por qué elegimos sentirnos insignificantes, impotentes? ¿Por qué nos centramos en aquello que nos limita, nuestra enfermedad, nuestro drama infantil, nuestra ruptura sentimental? ¿Por qué no atendemos más a aquello que dentro de nosotros y en nuestro entorno alimenta la vida, alienta la esperanza, nutre la alegría, proporciona fe en nosotros mismos y en los demás, en el futuro del mundo?
John tiene un lema: "Ser antes de hacer, hacer antes de tener". Y lo explica: "La gente suele decirse '¡no tengo dinero!' o '¡no tengo tiempo!', y de eso deduce '¡no puedo hacer nada!'. Y de eso concluye '¡no soy nada!'. ¡Qué error!: es justo al revés. Convéncete de esto: ¡sí 'eres'! Y con ese motor interno, el resto va viniendo. Todos somos discapacitados...anímicos: "no puedo", "es imposible", "no hay nada que hacer", te dices. Y convencido de que tienes razón, te acomodas en esa idea.
Veo esta foto de John, con ese pie mano con el que piensa y se rasca la cabeza, y en él su anillo de boda. Su esposa, Christine "tenía un novio culturista, guapísimo...pero muy quejica, que odiaba mojarse el pelo...Cuando Christine vió como yo me tiraba de cabeza al mar...".

Monday, June 14, 2010

CONSUELO



- ¿Por qué lloras?
- Necesitaba las lágrimas.

Saturday, June 12, 2010

UN DESCONOCIDO



Esta mañana, camino del trabajo, un hombre estaba tumbado en medio de la calle, las cabeza entre las manos, de costado, parecía que durmiera. Estaba al otro lado del paso de peatones. Ahí en medio. La gente se apartaba a los lados para no pisarle. El vendedor de lotería de la esquina miraba a uno y otro lado, nervioso. Nadie sabía qué hacer. Si llamar a la policía o qué. Quizás se encontraba mal, enfermo, o había muerto. Eran las nueve y media. Entré en el banco a hacer una gestión y se lo dije a Ana: ahí en la puerta hay un señor tirado en el suelo ¿no habría que llamar a alguien? ¿Tirado? Sí. Y siguió preparando mis papeles. Luego, cuando terminé, cuando salí ya no estaba allí. Estaba más adelante, en la misma postura. Quizás alguien le dijo algo. Quizás esté loco o solo quiera protestar por la inhumanidad de este mundo, pensé. Y al pasar a su lado me vino la palabra "dignidad". Este es uno como yo. Un hermano mío al que me duele mirar. Y se me viene a la cabeza lo que leí sobre esa noche en que alguien se topo, hace mucho tiempo, en un callejón, con otro hombre tirado encima de su propio vómito. Un hombre como este de aquí. Y tuvo asco de él, de esa miseria. Ese hombre indigno, esa piltrafa humana era (había sido) Edgar Alan Poe.
No sabemos ante quien estamos, ante qué biografía. Pero sé que la vida de cualquier hombre es preciosa e irrepetible. Ese hombre tirado ahí es único y Dios lo conoce por su nombre y está ahí, con él, mientras paso por delante.

Wednesday, June 09, 2010

LA EMBRIAGUEZ DE NOÉ



La Biblia nos cuenta que cuando cesó el diluvio, cuando el mundo viejo y pecador quedó extinguido y muertos todos sus habitantes, se abrieron los cielos y la barca encalló en tierra, en lo alto de un monte. Y cuenta que Noé descubrió la vid y su fruto y que se emborrachó. En el mundo nuevo, tras el diluvio, los hombres descubren la embriaguez, el dulce olvido en el alcohol. Quizás Noé bebía para olvidar a un Dios que aniquila lo que creó. Un Dios justiciero que luego se arrepiente de su ira repentina, cuando ya la cosa no tiene remedio. De un Dios así hay que olvidarse, y Noé intenta olvidarlo en la bebida. Los hijos de Noé descubrieron a su padre ebrio y desnudo y taparon su desnudez. No entendían, se avergonzaban de su sonrisa de payaso feliz. Pero ¿es o no es para pillarla descubrir tras el encierro de cuarenta días un mundo anegado por las aguas? ¿es o no para cocerse ser el que sobrevive a una hecatombe como esa, por puro capricho divino?

Amigo vino. Amiga embriaguez que nos haces por un momento inmortales.
El día después del diluvio el mundo amaneció convertido en un cementerio inmenso de pecadores.
El día después del diluvio Dios -impresionado de su propia venganza- prometió no destruir de nuevo su creación. Maduró la divinidad o se espantó de sí misma.
El día después del diluvio el hombre descubrió la botella. Descubrió un Paraíso artificial, un Paraíso etílico, sin la amenaza de un Dios justiciero.
Durante mucho tiempo, hasta que bajaron las aguas, sólo intuyeron la multitud de los cadáveres. Había que beber mucho para soportar el hecho de sobrevivir a tantos. Cuando las aguas dejaron ver la magnitud de la matanza, la hecatombe fue insoportable para los supervivientes.
Noé se emborrachó porque en determinado momento se acordó de sus amigos ahogados, pudo escuchar sus gritos de angustia y se sintió traidor por seguir viviendo. Entonces se reconoció tan pecador como ellos, hecho de la misma pasta y quiso la misma suerte de ellos, quiso un mundo con ellos, un mundo en el que él se enfrentaría al Dios que le proponía salvarse y le diría que renunciaba a la salvación con tal de compartir la suerte de sus amigos...en lugar de salvar a tanto bicho raro y absurdo, tanta grulla y tanto pavo, tanto faisán y tanto rinoceronte...en lugar de aceptar esa tarea absurda de salvador de bestias, debió haberse negado al juego y salvar -en todo caso- a sus amigos, o irse con ellos al fondo de las aguas dejando perecer a todas esas fieras.

Le hizo el juego a Dios: el juego de los buenos, que siempre se salvan ellos solos. No. "O todos o ninguno. O reconoces nuestra débil condición, nuestra condición de transgresores de cualquier norma, de locos, ególatras lujuriosos. O nos reconoces tales como nos creaste, o acabas con todos, no dejes a ninguno. O nos salvas a todos o nos condenarás sin justicia, pues somos como nos hiciste. Danos nuestra pobre vida miserable y heróica. Nuestra vida imperfecta, efímera. Nuestro destino de muerte. Y de esa pobre vida mortal seremos capaces de sacar gestas, amores y trascendencia".

Noé se embriagó para olvidar su vergüenza de superviviente.

Monday, June 07, 2010

AL LADO



¿Por qué, estando tan cerca, permanecemos separados, cada uno aislado en su incomunicación?
¿Sabemos que nos amamos, a pesar de nuestros miedos? ¿Sabemos reconocernos en esa distancia que el otro interpone?

Pero ahí, sentados en nuestro sitio, la cabeza baja, las manos juntas, la mirada esquiva, permanecemos quietos, sintiendo la necesidad de aproximarnos, la imposibilidad de aproximarnos, de abrazarnos. Serios, sintiendo nuestra necesidad de reir. Desconfiados, a pesar de la necesidad imperiosa de confiar, de abrirnos al otro. Soñando esa intimidad temida y deseada.

Ahí tú, aquí yo. Distancia de kilómetros, aunque estemos al lado. Y sin embargo, aquí seguimos, dóciles al tiempo que diluye este muro que nos separa. Manteniendo esa distancia que nos une.

Saturday, June 05, 2010

EL ÚLTIMO BERGMAN



- Ahora tengo todas las respuestas a mis preguntas. ¿Qué ha sido mi vida? Una mierda, completamente.
- Y tu matrimonio ¿lo incluyes en eso?
- Por supuesto.
- Me hace daño que lo digas.
- A mí no.
- Bueno, a mi tampoco.
- Te diré lo que me dijo un viejo sacerdote una vez: en la pareja hay dos cosas fundamentales; una gran amistad y mucho erotismo. Nosotros éramos muy buenos amigos ¿no es verdad?
- Sí, muy buenos amigos.


"Saraband". La última película de Bergman.

A veces, uno tiene la tentación de hacer un resumen de lo que fue su vida. Un resumen en negativo -probablemente- porque uno siempre pudo haber hecho las cosas mejor. Pudo trabajar para pagar en parte sus estudios. Pudo ser mejor hijo, mejor hermano, pudo ser mejor amigo, mejor amante (comprender más, acariciar más, agradecer más, confiar más), pudo ser mejor padre (pudo escuchar más a sus hijos, jugar más con ellos, llevarlos al médico o enseñarles a tocar la guitarra). Pudo ser mejor en su profesión, esforzarse más, ir más despacio...pudo ser mejor...sólo que no hay una medida. Uno sólo es quien es. Y ésa es su talla. Y uno no tiene derecho a rechazarse a sí mismo. La vida de uno nunca es una mierda. La vida de uno es lo que es y así está bien. Lo que "debería ser" es algo ilusorio, tan inexistente y estéril como la perfección.
Y cuando se encuentran este hombre y esta mujer, que fueron auténticos y se mintieron, fueron desgraciados y felices, compartieron sufrimientos y dichas, las alegrías y heridas de los hijos comunes...cuando se encuentran, al cabo de los años de separación, se limitan a cogerse de la mano y mirar juntos la belleza del paisaje, en paz, sin necesidad de hablar de cosas dolorosas. Se reconocen, se besan (quizás se aceptan, al fin).

Monday, May 31, 2010

NO LO SABRÁS



He pasado delante tuya, pero nunca podrías reconocerme.
Yo sí sé quien eres,
aunque hace treinta y seis años cabales que no nos veamos.
Descubrí tu foto en una revista de Antiguos Alumnos
y me limité a seguir tu rastro en Internet.
He pasado delante tuya
y luego me he colocado cerca, en la fila de atrás,
para gozar del placer de estar así, a tu lado, sin que lo sepas.
Eras muy joven y sé que fui importante para tí entonces.
Eras mi juguete. Reíamos y yo aguantaba tus bromas infantiles.
Te quería y estuve dispuesto a quedarme un tiempo.
Ahora estoy disfrutando aquí, viéndote tan mayor ya, junto con esos
hombres importantes, encorbatados.
No voy a decirte nada. Sólo estaré a tu lado.
Nos separa un abismo y habitamos mundos distantes.
No hay nada que decirte. Sólo estarme un rato aquí.
Hoy, sin embargo, no eras tú a quien pensaba encontrar.
No pensaba encontrar gentes de mi vida pasada.
Sigo hablando con mis amigos: les hablo de tí ahora.
De dos personas que se quisieron y ahora están tan cerca
sin verse.
De cómo éramos en esos años.
Y les digo ese sentimiento placentero de no irrumpir en tu vida
ni permitir que irrumpan entre nosotros palabras huecas
que estropearían esta jugada del azar
(ya otras veces he roto la magia haciéndome visible).
Les cuento que por dentro estoy acariciándote
y despidiéndote, como a un fantasma que se aparece en la noche.
Y en este momento te levantas y salis jutos por delante nuestra,
y la terraza del Iruña se ha ido quedando vacía.
Yo me pido otra ginebra.
Y pasa de repente una brisa que refresca la noche calurosa y apacible
de Pamplona.

Sunday, May 30, 2010

EL JUDÍO



A sus progenitores les parece horrible.
Les asusta físicamente.
Les hubiera gustado más que fuera un enano.
Él se encoge para acercarse a ellos.
Pero su madre se ha puesto en jarras,
y su padre sigue ausente.
Su existencia entera se les antoja un fracaso.
Acata el decreto de su inferioridad innata,
sabe que es un ser anormal
pero hace tiempo que decidió hacerse cargo de sí mismo.
Ha vagado por las calles estrechas del viejo barrio
escondiéndose de la gente,
mientras ellos ríen con sus mujeres, bebiendo en las aceras.
A escondidas, ha entrado en un garito
y para quitarse la pena se ha comido una bandeja de fritos variados
(croqueta de jamón, pincho de huevo, otro de pimientos, gamba rebozada
y calamar) con un bollo de pan entero;
se ha bebido una cerveza sin alcohol únicamente:
a pesar de todo, no quiere engordar.
Y teme entregarse esta noche
a la consoladora bebida.
Hizo un par de llamadas sin respuesta y cena solo.
Allí al fondo, con la mirada perdida, en su sitio,
ha ido comiéndose todo con la ansiosa rapidez del onanista.
Ya se aconstumbró a ahogar las penas en comida.
Es como es. Así nació. Siempre le resultó difícil encontrar el amor.
Era demasiado extraño. Nunca dejo de temer a las muchachas.
Y se limitaba a abrirles la puerta para que pasaran.
O a cederles el asiento, mientras temblaba su corazón
si ellas reían.
A veces se asusta de sí mismo. De su voluntad de soñar
a pesar de ser tan feo, de su infatigable idealismo
romanticón y trasnochado. De su risible ingenuidad.
Insiste en el empeño de sobrevivir al infortunio.
Si, se han reído, y él mismo eligió reirse también con ellos.
Sus padres se apartan asustados cuando se inclina a besarles.
Son incapaces de tocarle.
Y, cuando cae la noche, él se asoma a la ventana para mirar a esos enamorados que pasan.

Foto de Diane Arbus