Thursday, March 31, 2011

CARRIL-BICI



Sevilla es ya una ciudad para las bicicletas. A mí a veces se me pasa que estoy andando por el carril-bici y sufro algún sobresalto. Es muy peligroso ser peatón. Hay que estar pendiente de no atropellar a nadie: a los conductores, a los ciclistas, al de la moto. Claro...si es que no miramos al cruzar. Cruzamos en ámbar o cuando faltan pocos segundos para que se abra el semáforo para los coches. Qué imprudencia la de los peatones. Gracias a que nos sortean los vehículos, evitando desgracias mayores, más allá del bocinazo o el grito de gilipollas. Comprendamos que el progreso está de parte de ellos. Esto de andar está anticuado.

Tuesday, March 29, 2011

EL GATO DE LA SUERTE



Todos los días me saluda cuando paso delante del bazar, moviendo su brazo. Es el gato de la suerte chino. Hoy llovía por la mañana. Sevilla estaba envuelta en una bruma preciosa. Olía a tierra mojada y azahar. Caminaba y me tenía que parar a hacer fotos del puente, de los naranjos cargados de flor, de la Giralda entrevista como una sombra. Era un día para los sentidos. Por la tarde salió el sol, la luz dió tonos dorados a los edificios. Las casitas de colores del lado de Triana eran un gozo para la vista. Racimos de flores moradas caían de lo alto de las enredaderas que flanquean el Paseo de las Delicias. Se oía la música de los barquitos del puerto, blancos, con sus salvavidas anaranjados, como anticipo del buen tiempo. Lucían las sonrisas y las pieles blanquecinas de los turistas. Las señoritas vestidas de llamativos colores -amarillo y verde o rojo- ofrecían los recorridos de los autobuses turísticos en perfecto inglés, o explicaban algo amablemente a un extranjero en silla de ruedas, encantado de poder contemplar esa belleza de cerca. Las terrazas se poblaban y la gente se echaba a la calle. Y revisaba mis fotos, entre ellas la del gatito que saluda cada día a mi paso. Y pensaba en las bellezas cotidianas y sencillas.

Saturday, March 26, 2011

VACÍO



The Waste Land, de Juan Muñoz, muestra al muñeco abandonado de un ventrílocuo, sonriendo en su banco. Su voz desconocida nunca ha sonado. No sabe si la tendrá.
Allá abajo, el suelo parece lejano y extraño, como un espejismo de orden. Hay un hueco a su lado, como si faltase alguien. Se hace sentir la falta de alguien en su vida. O al menos la existencia de un hueco que alguien pudiera ocupar. Que nadie ocupa. Sigue ahí, mirando a su vacío. Moviendo los pies al ritmo de una vieja canción infantil.

COLEGIALAS ASESINAS



En el mar, estas colegialas niponas saben hacer sonar dulcemente los vientos. Sus sonidos fallidos tienen la belleza inesperada del error (el error que es siempre único, mientras la perfección se emula a sí misma y resulta aburrida, cargante). Es el mismo tema inmortal de Churchill, pero mancillado; privado de su dañino romanticismo, pero dotado de perversa ingenuidad, gracias a la ignorancia musical de estas adolescentes. Apenas niñas que se afanan, esperando quizás un príncipe, con la seriedad con que ellas todo lo hacen. Asesinando cualquier romanticismo dulzón que pudiera asomar por cubierta, con la estudiosa puntillosidad de un científico. Saben seguir el ritmo con un tenue compás apenas perceptible y un inicio de sonrisa, pero en el fondo las colegialas son asesinas disfrazadas en este barco con rumbo desconocido, donde en cubierta suena la conocida canción como un himno al sol naciente.

Monday, March 21, 2011

RENACER



No sé por qué. Es una de las canciones más bellas de la historia. Y hoy comienza la primavera.

Sunday, March 20, 2011

ME ABRAZARÍA A TU ILUSIÓN



Para Begoña, Luisi y todos los amigos que hicieron este fin de semana llenarse de música. Y para Natalia y Pilar, que no han perdido el corazón. Y para Zoe, que ha estado en Sevilla para revisitar lo que añora.

Thursday, March 17, 2011

COJERA




Disimulaba su cojera haciendo reverencias.

He leído en algún lugar lo siguiente: Por lo visto Quevedo se avergonzaba enormente de la cojera que le afligía. Relataba Francisco Umbral que el escritor, en la castiza noche madrileña, disimulaba su accidente cuando pasaba frente a alguna damisela reclinándose y haciendo una reverencia. Y por ello, como no podía ser de otra manera, se autodefinía como "entre cojo y caballero".

Yo tenía apuntada la frase en una de mis muchas libretas de notas. Llevo años escribiéndolas. Me hizo gracia la frase por su sonoridad. Pero no recordaba de dónde la copié. También tiene cierto sentido. Porque todos cojeamos de algo. Faltamos en algo, o nos avergonzamos de algo. Entonces, disimular cargando la suerte, disimular el error exagerándolo, viene a ser tanto como hacer de la necesidad virtud; de la limitación, gracia. Es casi como reirse uno de su debilidad. No deja de ser una habilidad del débil. Una estrategia del afligido. Como los judíos, que siempre se han reído de sí mismos, de sus rabinos y de sus narices. El débil procura ser grato a base de reverencias. Disimular los defectos con afectos. Y pienso en Quevedo afligido por su cojera, frente a las señoras, exagerando el gesto con un sombrerazo galante. Una reverencia presumida y pudorosa.

Wednesday, March 09, 2011

COSAS IMPOSIBLES



¿Puede alguien con sólo dos dedos útiles en una mano llegar a ser el mejor guitarrista de su tiempo? Django lo fue. Era gitano y vivió como tal. Libre e imprevisible. Cuando la ciudad le agobiaba se iba con su carromato por esas carreteras a vivir la trashumancia que llevaba en la sangre. No era cómodo para los empresarios ni para las mujeres pues sabía de contratos ni de vender su libertad.

Junto a él y sus inevitables hermanos, inseparable a lo largo de los años, discreto y leal, un hombre fino, culto y educado le dió la réplica. Stephane Grapelli, violinista. La elegancia misma. ¿Pueden dos hombres tan distintos crear juntos algo armónico? ¿Pueden dos culturas tan distintas, dos temperamentos tan opuestos, convivir y producir una música inolvidable?

Tuesday, March 01, 2011

TÚ ERES EL GUARDIÁN DE TU HERMANO



"¿Soy yo acaso guardián de mi hermano?" (Genesis 4,9)
En esta sociedad global, la muerte de cien millones de personas por hambre nos propone esta pregunta fundamental. El filósofo judío Zygmunt Bauman reconoce la realidad: "no hay, seamos francos, ninguna 'buena razón' para que debamos ser guadianes de nuestros hermanos, para que tengamos que preocuparnos, para que tengamos que ser morales; y en una sociedad orientada hacia la utilidad, los pobres y dolientes, inútiles y sin ninguna función, no pueden contar con pruebas racionales de su derecho a la felicidad". Y sin embargo, ese que no consume, ese que es inútil a esta sociedad, es mi hermano. Es un hombre y eso le hace hermano mío. Hay una vinculación, más allá de la lógica del sistema. Estoy obligado con él, porque la humanidad se fundamenta en un vínculo entre los hombres, un vínculo en dignidad, que los hace iguales, sea cual sea su situación social, su poder adquisitivo, su color, su raza, su sexo. Esa igualdad nos hace responsables del otro, más allá de las obligaciones contractuales, de las razones económicas. "No es nada personal": es lo que se dice al empleado que despides. Pero es que sí hay algo personal: hay razones humanas que la economía no entiende. El economicismo no sirva para construir un mundo diferente, más humano, más solidario, donde todos vivamos con la austeridad necesaria para que no haya pobres, para que los recursos se preserven; un mundo distinto es posible, si el hombre se antepone a la codicia.
"¿Soy yo acaso el guardián de mi hermano?". No: tú eres tu hermano y si te desentiendes de él, pierdes tu más profunda identidad.