Thursday, April 11, 2013

EL AZAR


Creemos que hemos decidido nuestra vida. Es la que es y ya está. Kievslowski pone en duda que seamos los autores, pone en duda este poder. El azar es uno de los temas recurrentes en sus películas. En la que lleva ese tículo, "El azar", llegar o no a tiempo de tomar un tren puede cambiarlo todo. Pero, bien pensado, cualquier pequeña variación en alguna de las pequeñas circunstancias de nuestra vida puede llevarnos a universos diferentes. Se habla de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. O al revés.
El protagonista de "El azar" abandona la carrera de medicina al morir su padre. Quiere irse lejos, poner tierra por medio y cambiar de vida, pero llega a la estación con el tiempo justo...y el tren está en marcha. Su carrera es nuestra carrera en pos de la felicidad, de lo ignorado.
De tomar o no tomar ese tren, la vida del protagonista hubiera dado un giro de ciento ochenta grados. Podría haber sido un personaje importante del partido comunista. O en el otro extremo, ser un lider de la oposición católica y bautizarse. Si simplemente hubiera quedado en tierra hubiera vuelto a retomar su carrera de medicina y nunca se hubiera interesado por la política. Cada una de esas posibilidades, determinadas por el puro azar, hubiera conducido al protagonista a una mujer diferente, una forma de vivir y de pensar opuesta. En un caso, la vida se hubiera desarrollado plácidamente, convencional, con mujer e hijos y una buena profesión. En otro caso, la vida hubiera sido lucha y conflicto, los amores apasionados y furtivos. Somos lo que somos pero ¿de verdad hemos elegido nuestro camino? ¿cuándo, en qué momento se decidió nuestro futuro? ¿fuimos conscientes de ese momento agónico? ¿Cómo decir quién soy si soy también el que no llegó a ser?
José Luis Sampedro decía que él escribía para pensar en el que no llegó a ser. En el que pudo haber sido, si el azar no hubiera jugado sus cartas.

Tuesday, April 09, 2013

TÍTULOS PARA LA PRIMAVERA


Me llega la revista del "Círculo de Lectores" y leo algunos de los títulos que ofrecen para este mes: "Un huerto para ser feliz", algo sobre "Ponle salsa a tus platos" (con unas fotografías que me están abriendo el apetitto), "Tómate la vida con sentido del humor", "50 formas de simplificar tu vida"...Ahora llega el tiempo de los campos, de las flores silvestres (las gitanillas...). La felicidad anunciándose en color en los patios. Este fin de semana, paseando con los amigos almerienses por el Barrio de la Villa, de Priego de Córdoba, con sus macetas y sus geráneos, con sus patios. La sencillez es bella. Y sí, las salsas de toma pan y moja. Esos cardos con salsa de almendra o esas setas (en Zuheros). La amistad compartiendo salsas y humor, patios y caminos rurales. Formas de simplificar la vida. Irse al campo y mirar y gustar y respirar y pasear. Y tomarse un vino joven, transparente, tapada la copa con un pedacito de queso curado.
Al final ¿voy a pedir el libro de Philip Roth? No sé. Hay uno de Mario Levi sobre Estambul, con una portada preciosa...Estambul en el recuerdo, el bazar, los dulces...el paseo por el Bósforo, los palacios. Sigo en apatía lectora, conformándome con los títulos. Ayer releía "Doctor Pasavento", cuando el narrador compra dos libros que "han revolucionado la literatura que se escribe en España", para que le acompañen en el AVE, con destino a Sevilla. E inmediatamente decide no leerlos, porque sus títulos le evocan cosas y prefiere soñar la redacción de los libros. Soñar sus propios libros con esos título.

Monday, April 01, 2013

PREVISIÓN METEOROLÓGICA




Cada vez me pasa más. Salgo de casa en un día claro y ya en la calle veo a todo el mundo con el paraguas preparado. Entonces calculo que se han informado del día que va a hacer por Internet y conocen el futuro inmediato que yo ignoro. Se sienten dueños de lo que antes escapaba a su control. Hoy "se sabe" que lloverá a las doce. Y solo los incautos salen de casa sin paraguas. Precisamente escribo viendo entrar el sol por la ventana, en son de triunfo, porque debería estar lloviendo y me dejé el paraguas en casa. Escribo en son de júbilo, porque no todo está escrito. Queda una posibilidad de esperar lo inesperado. Y este sol se ríe de la previsión por horas de las precipitaciones. No quiero saberlo todo, estar seguro de todo. Y, claro, parece irracional hablar así. Porque al final ¿qué es mejor mojarse o pasear el paraguas bajo el sol?