Wednesday, March 22, 2017

UN PEQUEÑO RESUMEN

A veces llega el momento de recapitular. También para divisar el futuro.
Este blog llegó a ser parte de mi vida cotidiana. Hoy hace casi un año que no luce entradas nuevas.

Hubo un comienzo fulgurante del blog. Un  tiempo en el que cada día me sorprendía con nuevos lectores, autores de otros blogs. Nos leíamos y comentábamos nuestros puntos de vista. Éramos una pequeña comunidad. Uno te presentaba a otro y se iban incorporando personas al grupo.
Fue un tiempo feliz y añorado, en que el azar bloguero me permitió, entre otras cosas, recuperar mi tierra, Pamplona, de la mano de gente de allí; o editar a jóvenes escritores que descubrí leyendo sus páginas. Otras muchas casualidades mágicas se producían en aquellos tiempos.

Pero llegaron pronto las despedidas. Uno tras otro, los amigos de los comienzos comenzaron a abandonar. El blog requiere dedicación, constancia, tiempo, intimidad. Ilusión. Salud. Hubo pérdidas irreparables. Yo mismo me despedí varias veces. Y volví...pero más solo, con menos ilusión. Echaba mucho de menos a aquellos que habían ido enmudeciendo. 

Un día "Princesa de Hojalata", mi compañera desde los inicios, puso en su blog: "La vida está en otra parte". Fue el anticipo del silencio que luego sobrevino. Y era verdad: la vida estaba en otra parte. El blog tenía su tiempo y su sentido. Requería la intimidad de la casa, mucho tiempo disponible. No podía convertirse en una rutina. Y un día dejabas de verle sentido.

Y en esa orfandad apareció Twiter. Frases, pensamientos, sensaciones instantáneas que podía comunicar por la calle, en cualquier lugar, de forma inmediata. Destellos que quedaban reflejados en una fotos que colgaba sobre la marcha, trasfigurado yo en reportero de mi mundo. Y, sobre todo, otra vez respuestas, otra vez lectores. Volvía la ilusión de comunicarme con afines, de compartir temas de interés común. Una comunidad nueva. El mismo fulgor de los primeros tiempos del blog recuperado ahora, en forma de interacciones, de encuentros, de amistades virtuales, que a veces dejaban de serlo. 

Hoy recibo correo de "Innes", bloguera de aquellos tiempos pasados. Echa de menos la actualización de este blog. Y yo también. Echo de menos esos ejercicio de escritura larga, de auto-ficción y creatividad. Esos tiempos más ambiciosos, por más juveniles.

Recapitular para avistar el futuro. Un futuro en el que me veo escribiendo mis diarios de siempre. En diálogo conmigo mismo, a la luz de los días, las lecturas, las películas, los encuentros. Contándome esa vida diaria, que se va escapando pero que florece cada primavera, como en estos días.

Escribir un diario como el que escribe Mac, el sesentón que, como consecuencia de su ruina financiera, queda con todo el tiempo disponible para escribir. Y así puede hacer realidad, al fin, su deseo de siempre. Escribir. Pero escribir sin ser escritor, porque como nos advierte Vila-Matas, escribir es dejar de ser escritor. Yo todavía puedo escribir y disfrutar de ello salvajemente.

Me veo, pues, viviendo mi vida. Sin tiempo para otra cosa que no sea vivirla. Pero viviéndola con mi cuaderno y mi boli de tinta. Y con la página en blanco.