tag:blogger.com,1999:blog-197975362024-03-06T21:03:01.281-08:00blog de francisco arangurenuna ventana, acaso una puertafrancisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.comBlogger623125tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-80377501995705412772017-03-22T03:07:00.001-07:002017-03-22T03:07:55.130-07:00UN PEQUEÑO RESUMENA veces llega el momento de recapitular. También para divisar el futuro.<br />
Este blog llegó a ser parte de mi vida cotidiana. Hoy hace casi un año que no luce entradas nuevas.<br />
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Hubo un comienzo fulgurante del blog. Un tiempo en el que cada día me sorprendía con nuevos lectores, autores de otros blogs. Nos leíamos y comentábamos nuestros puntos de vista. Éramos una pequeña comunidad. Uno te presentaba a otro y se iban incorporando personas al grupo. <br />
Fue un tiempo feliz y añorado, en que el azar bloguero me permitió, entre otras cosas, recuperar mi tierra, Pamplona, de la mano de gente de allí; o editar a jóvenes escritores que descubrí leyendo sus páginas. Otras muchas casualidades mágicas se producían en aquellos tiempos.<br />
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Pero llegaron pronto las despedidas. Uno tras otro, los amigos de los comienzos comenzaron a abandonar. El blog requiere dedicación, constancia, tiempo, intimidad. Ilusión. Salud. Hubo pérdidas irreparables. Yo mismo me despedí varias veces. Y volví...pero más solo, con menos ilusión. Echaba mucho de menos a aquellos que habían ido enmudeciendo. <br />
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Un día "Princesa de Hojalata", mi compañera desde los inicios, puso en su blog: "La vida está en otra parte". Fue el anticipo del silencio que luego sobrevino. Y era verdad: la vida estaba en otra parte. El blog tenía su tiempo y su sentido. Requería la intimidad de la casa, mucho tiempo disponible. No podía convertirse en una rutina. Y un día dejabas de verle sentido. <br />
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Y en esa orfandad apareció Twiter. Frases, pensamientos, sensaciones instantáneas que podía comunicar por la calle, en cualquier lugar, de forma inmediata. Destellos que quedaban reflejados en una fotos que colgaba sobre la marcha, trasfigurado yo en reportero de mi mundo. Y, sobre todo, otra vez respuestas, otra vez lectores. Volvía la ilusión de comunicarme con afines, de compartir temas de interés común. Una comunidad nueva. El mismo fulgor de los primeros tiempos del blog recuperado ahora, en forma de interacciones, de encuentros, de amistades virtuales, que a veces dejaban de serlo. <br />
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Hoy recibo correo de "Innes", bloguera de aquellos tiempos pasados. Echa de menos la actualización de este blog. Y yo también. Echo de menos esos ejercicio de escritura larga, de auto-ficción y creatividad. Esos tiempos más ambiciosos, por más juveniles. <br />
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Recapitular para avistar el futuro. Un futuro en el que me veo escribiendo mis diarios de siempre. En diálogo conmigo mismo, a la luz de los días, las lecturas, las películas, los encuentros. Contándome esa vida diaria, que se va escapando pero que florece cada primavera, como en estos días. <br />
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Escribir un diario como el que escribe Mac, el sesentón que, como consecuencia de su ruina financiera, queda con todo el tiempo disponible para escribir. Y así puede hacer realidad, al fin, su deseo de siempre. Escribir. Pero escribir sin ser escritor, porque como nos advierte Vila-Matas, escribir es dejar de ser escritor. Yo todavía puedo escribir y disfrutar de ello salvajemente. <br />
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Me veo, pues, viviendo mi vida. Sin tiempo para otra cosa que no sea vivirla. Pero viviéndola con mi cuaderno y mi boli de tinta. Y con la página en blanco. francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-72142638604370040962016-04-05T05:21:00.000-07:002016-04-17T02:34:36.083-07:00LA FIESTA DE LA INSIGNIFICANCIAUn sanatorio o un balneario. Un lugar apartado entre montañas alpinas. El lugar a donde uno va para que no le encuentren. Para perderse, como única forma de encontrarse. Encontrarse con el silencio, escapando del vocerío.Encontrarse con el anominato, escapando de la fama. <div><br></div><div> Robert Walser no escribió nada mientras permaneció en el sanatorio de Herisau. Se retiró allí, según decía a sus amigos, no para escribir sino para volverse loco. Para escapar de la angustia de ser Robert Walser. </div><div><br></div><div> En la última película de Paolo Sorrentino, "La Juventud", el protagonista, Frank (Michael Caine), es un anciano que pasa sus veranos en un balneario suizo de montaña con su hija, después de haber renunciado a su carrera de compositor y director de orquesta. Se dedica durante sus paseos a escuchar la música presente en la naturaleza. Como Walser, le repugna el poder y ha renunciado a la gloria. Y como él, siente que el silencio del artista es lo que permite al hombre vivir de verdad, vivir de una forma sencilla, como un hombre cualquiera. No ser nadie, en ese lugar alejado del mundo. </div><div><br></div><div> Le da la réplica Mick, su amigo de toda la vida, un director consagrado en el declive de su carrera. Mick (Harvey Keitel) cree que todavía puede realizar su obra maestra. Es un ejemplo de pensamiento contemporáneo: cree que la juventud es una decisión personal, por encima de las limitaciones del cuerpo. No le importa el trancurso del tiempo y vive el presente, pensando que lo mejor está siempre por llegar. Esa filosofía optimista, deportiva, es lo que le mantiene en un estado de excitación creativa, es lo que le hace conservar las ganas de vivir ¿Cómo vivir sin esperanza? ¿Cómo vivir cuando lo mejor de la vida ha pasado?
Mick busca su inspiración en un grupo de jóvenes guionistas con los que comparte su estancia en el balneario. Ellos le contagian el entusiasmo que él necesita (pero entre un octogenario y un grupo de jóvenes cualquier conversación es una sucesión de monólogos).</div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0KowIoUnJ0TvV31QegACE2-zlqVsQ0lFgQcaHhx7fWCU3uOL4u7AuW6odVwtw7HOeXqo5za-7lUEt92KzXj7fL66mk5wSf-IwCaG8RAJUGMuO0B8mTg9ujLOcMrBt4IoIHbXm/s640/blogger-image-1236341163.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0KowIoUnJ0TvV31QegACE2-zlqVsQ0lFgQcaHhx7fWCU3uOL4u7AuW6odVwtw7HOeXqo5za-7lUEt92KzXj7fL66mk5wSf-IwCaG8RAJUGMuO0B8mTg9ujLOcMrBt4IoIHbXm/s640/blogger-image-1236341163.jpg"></a></div><br></div><div> Dos formas de enfrentarse al trabajo de demolición del tiempo y a la relación con los otros cuando envejecemos. Frank, desde su apatía, Mick desde un activismo sobreactuado. La clave, parece decirnos Sorrentino, es el sentido del humor. Como dijo Hegel, es necesario un sentido del humor infinito para comprender la tontería del mundo, el absurdo de todo esto. Y es que a cierta edad no nos debemos tomar demasiado en serio a nosotros mismos (ese es el pecado de Mick). </div><div><br></div><div> Milan Kundera,en su última novela, "La fiesta de la insignificancia", protagonizada también por cuatro amigos setentones, y escrita a los ochenta y cinco años, nos ofrece una lección de desmitificación, empezando por la desmitificación de su propio personaje, riéndose lo mismo de las pérdidas de memoria que de las de orina. </div><div><br></div><div> La felicidad no es un sitio en el uno se pueda quedar para siempre. Y cuando pasan los años vamos a tener que transitar a otro lugar que desconocemos. Allí tendremos un pasado que ya a nadie interesará, unido a un futuro ilusorio. Podremos elevar a los altares la botella de Armagnac o el contoneo de las jovencitas. Podremos hacer las paces con nuestros fantasmas. O podemos organizar fiestas que celebren a la vez la vida y la muerte. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCH05v0L2GgW6BwWvrN1oJ-8KRjqalFpDHR27QQetLXORwlZXWW9kDhb8cza2hcyHv_RZv4ti3hMcDfUfHQ0q3e1R2rAracUpt03VnioktvNmIwWv91df3JKkfgBNWGetyn6Zi/s640/blogger-image-232893113.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCH05v0L2GgW6BwWvrN1oJ-8KRjqalFpDHR27QQetLXORwlZXWW9kDhb8cza2hcyHv_RZv4ti3hMcDfUfHQ0q3e1R2rAracUpt03VnioktvNmIwWv91df3JKkfgBNWGetyn6Zi/s640/blogger-image-232893113.jpg"></a></div>Nos vamos a repetir seguramente (porque nadie escapa al tema de su vida), pero vamos a tener que ocupar de alguna forma el tiempo que nos quede.
</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-20179959096892375662015-12-02T09:09:00.000-08:002015-12-02T09:31:13.349-08:00UNA PASTELERÍA EN TOKIOEl trabajo. Vocacionalmente, soy un vago. Sin embargo creo que toda mi vida he trabajado. El trabajo como condena bíblica. Sobre todo lo entiendo algunas veces. Los lunes por la mañana. Pero ahora hay quien dice que ama su trabajo, que se realiza en él y nos descoloca a los demás. La finalidad del trabajo, históricamente, no ha sido "realizarse". No se creía que uno tuviera que disfrutar al trabajar. Ni nadie se podía sentir extraño o incluso culpable por reconocer que trabaja sin una especial satisfacción, simplemente porque de algo hay que vivir.<br />
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El otro día fui a ver una película japonesa: "Una pastelería en Tokio", de Naomi Kawase. Había oído hablar de ella en televisión y me gusta el cine intimista nipón. Al comienzo, el protagonista se levanta temprano, sube a la azotea de su casa y fuma allí, abstraído. Luego comienza su trabajo: hacer pasteles en una pequeña tienda de dulces: los tradicionales "dorayakis". Le vemos trabajar de forma rutinaria. Atender a sus clientes, niñas con sus uniformes colegiales que desayunan antes de ir a sus clases. Les sirve sus dorayakis sin demasiado interés, Como diríamos ahora, sin interactuar con ellas. Es pulcro. Silencioso. Cumplidor. Luego sabremos que tiene que pagar un préstamo al dueño de la tienda y que un día tuvo problemas con la justicia.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtls6P3WGmX3WRyrMnI-_Pq70wVFx-vrcxeUwBe5hhF9VQ9BzwevNGJ4lkH045NKLTdIZjPGLoBwaMyoun1GuNcT90ABIoI2ki_-TZOKByrDhWLUWlUMPhYv5uMe0CqFsjpYA9/s1600/pasteleria.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtls6P3WGmX3WRyrMnI-_Pq70wVFx-vrcxeUwBe5hhF9VQ9BzwevNGJ4lkH045NKLTdIZjPGLoBwaMyoun1GuNcT90ABIoI2ki_-TZOKByrDhWLUWlUMPhYv5uMe0CqFsjpYA9/s400/pasteleria.jpg" width="280" /></a></div>
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Una mañana aparece una anciana. Una anciana que se queda mirando al gran almendro que se alza junto a la pequeña pastelería. Mira sus flores recientes con ojos de felicidad. Esa señora a pesar de su edad y de sus manos deformes viene a solicitar el puesto de ayudante. El pastelero la rechaza un día, pero al siguiente ella vuelve como cliente para probar un dorayaki. Y no está bueno. El relleno de pasta de judías dulces (el anko), no tiene suficiente sabor. Ella lo hace mucho más sabroso. El pastelero le reconoce que el anko no lo hace él sino que lo compra hecho. La anciana consigue intrigar al pastelero que le permite ser ella la que a la mañana siguiente elabore su anko. La receta es laboriosa, requiere mucho tiempo, madrugar más, dejar cocer a fuego lento, remover despacio para no romper las judías, luego dejar caer el agua despacio, hasta que rebose y se lleve la espuma de la cocción, solo después de todo este proceso, el anko estará preparado y en su punto. Cuando el pastelero prueba el primer dorayki lo encuentra delicioso. Es la primera vez -dice- que me como uno entero, porque "no me gusta el dulce". Entonces la anciana deja de sonreír y le mira enojada: "¿Por qué trabaja en una pastelería si no le gusta el dulce?"<br />
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Los días que siguen el trabajo es diferente: los dorayakis son demandados por más y más personas que hacen cola a la hora de abrirse la pastelería, las colegialas se sorprenden porque el pastelero ahora sonríe y charla con ellas, el pastelero se siente feliz vendiendo sus propios dorayakis, elaborados por él y apreciados por sus clientes. Se siente orgulloso de sus dorayakis: los mejores.<br />
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Es una fábula. El trabajo: una maldición. O no. francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-50343026668964603322015-08-31T08:02:00.002-07:002015-12-02T09:33:30.857-08:00EL ORIGEN DE THOMAS BERNHARDA veces hay que volver al origen de las cosas.
Un blog es una pequeña memoria, a la que uno puede también volver algún día (ya no podré volver en cambio a los tuits que tuiteé, lo cual quizás sea más verdadero que lo otro, porque todo lo hacemos para el olvido). Como un libro que leímos y que en el estante de la biblioteca nos espera, siempre ofreciéndose a la relectura. Esa relectura imposible, porque el tiempo ha pasado y no podrás revivir la experiencia que tuviste al de leer por primera vez. Las primeras veces no se repiten nunca. ¿Para qué leemos? Creo que uno lee para encontrar algo de su vida escrito ahí por otra persona. Al encontrarlo, de alguna manera te das cuenta de que a todo el mundo le pasan las mismas cosas, que en lo esencial no somos tan distintos. Y eso re reconcilia un poco contigo mismo y con los otros. <br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUJVNHj5a-182Ib06IAIeBZILKm_BHH2zQdZVIdl4dVQUDIPTDwudAXFWY2I4hJOvXRSm36_RLLybU1i6HKJlNYuWcBcbZvyZ0OtqF_kbsTbTnnD57eqL-UyD2E6xhoEhny6Gt/s1600/thomas+bernhard.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUJVNHj5a-182Ib06IAIeBZILKm_BHH2zQdZVIdl4dVQUDIPTDwudAXFWY2I4hJOvXRSm36_RLLybU1i6HKJlNYuWcBcbZvyZ0OtqF_kbsTbTnnD57eqL-UyD2E6xhoEhny6Gt/s320/thomas+bernhard.jpg" /></a></div>
He leído estos días “Origen”, de Thomas Bernhard. La dificultad de la escritura de Bernhard, la reiteración obsesiva de sus ideas fijas (sus invectivas contra la ciudad de Salzburgo, contra el sistema educativo, contra el nazismo y el catolicismo, etcétera), no han impedido que me sumerja en ese año o dos años de su adolescencia en que marchó desde su pueblo a estudiar interno en un Instituto público de Salzburgo, cuando ya Alemania estaba siendo derrotada. Bernhard vivía con su abuelo, que tras el abandono del hogar familiar por su padre y la segunda boda de su madre era su referente y maestro. El nuevo marido de su madre nunca ejerció de padre limitándose a ser su tutor. Bernhard fue educado por su abuelo en una concepción anarquista de la vida, con largos paseos, en medio de la Naturaleza, donde mantenían conversaciones de tú a tú, en lo que luego recordaría como los mejores años de su vida. De hecho, que su abuelo le entregase a una escuela dirigida por un nazi, fundada en el autoritarismo, la arbitrariedad y los castigos físicos, fue para Bernhard una terrible traición, aunque comprendiera que para él no había otro camino que la Universidad.
En la novela Bernhard se refiere a una educación imposible, en medio de los bombardeos de los aliados sobre la ciudad, bombardeos sin más justificación que mantener el terror y debilitar la moral de la población civil de Salzburgo, una ciudad cuya belleza -pensaban sus habitantes- lograría que los aliados la respetasen. El abuelo de Bernhard siempre creyó en la personalidad artística de su nieto y se empeñó en que la desarrollase, pagándole clases de violín, primero, y luego de pintura. Su nieto nunca quiso aprender violín: para él era simplemente la excusa para disponer de una hora diaria de soledad para sus ensayos en un cuarto trastero del Internado. Allí el hacía sonar el violín, con una música que sólo él entendía, una música sin reglas que le liberaba y en la que dejaba escapar toda la angustia, todo el frío, todo el aislamiento condenado, toda la soledad. Esa música fue el origen de Thomas Bernhard.francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-79671469788944311032014-12-30T04:55:00.001-08:002014-12-30T05:01:08.724-08:00LA MEMORIA DE DIOS, O CUANDO MI ABUELO VOLVIO A ENCONTRAR A SU MADRE¿Por qué creo en Dios? No lo sé. Es un regalo. Sé que a Él no le importa que crea o no, ni yo ni nadie. Él cree en cada uno de nosotros y nos sale al encuentro en el camino de la vida. Creo que para Él no soy uno más: que me conoce por mi nombre y me ama. Esa era la fe de Jesús: poder tener una relación personal, como la de un hijo con un padre maternal y tierno.<div><br><div>Un padre no se olvida de un hijo...¿o sí? Viendo este mundo, viendo el mal, la violencia, el odio, a veces podemos preguntarnos...¿Y si Dios tuviera Alzheimer? ¿Y si Dios se hubiera olvidado de nosotros, si se olvidó del mundo que creó un día y está ahí, desentendido de todo lo que pasa?</div><div><br></div><div> ¿Nos volveremos a encontrar con nuestros seres queridos alguna vez? Yo me he encontrado con ellos algunas veces en sueños, los veía tal como eran, con un gran realismo y me he emocionado. Están ahí, en mi memoria, como hologramas. ¿Podría materializarse ese sueño? ¿Dónde viven los seres con los que soñamos? ¿Por quién seré yo soñado cuando haya muerto? ¿Viviré en ese sueño, me sentiré vivo en él? </div><div><br></div><div>Mi abuelo un día volvió a encontrarse con su madre. Mi madre, su hija, encarnó ese sueño de mi abuelo, cuando mi abuelo volvió a su infancia. Aquél día mi abuelo le dijo: "Mamá ¿por qué me has traido aquí?". Quería que le llevase de vuelta a casa, al pueblo y le cogía la mano. Mi madre se reía, convertida en madre de su padre. Y le hacía alguna caricia. Su madre, tras medio siglo muerta, seguía viva dentro de él. Aunque no la recordase. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLUlZcThUr1TqsRaEwh7e-IGX8ML2FcJtcsTavRwQ_2m7C-F0kLeUoGw0BeFL9E7MzkDJu1Y5IuTWGb4blDsAR2mF8BGojxogwQWP1wbjqJzA7tELG0cOFc_Qlxejr7KfznYHB/s640/blogger-image--1257551478.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLUlZcThUr1TqsRaEwh7e-IGX8ML2FcJtcsTavRwQ_2m7C-F0kLeUoGw0BeFL9E7MzkDJu1Y5IuTWGb4blDsAR2mF8BGojxogwQWP1wbjqJzA7tELG0cOFc_Qlxejr7KfznYHB/s640/blogger-image--1257551478.jpg"></a></div> Creo que seguimos vivos en la memoria de Dios, que un día nos encontraremos, aunque hayamos perdido su memoria y no lo recordemos. Un día todos los que perdieron la memoria serán recordados y recordarán. Porque la relación de un hijo con su madre sobrevive en lo profundo de ambos.
</div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-79123726822148138392014-12-23T03:40:00.001-08:002014-12-23T03:56:17.164-08:00EL CASTOR EN GUERRAVoy a volver al blog. Quiero volver. Ya quizás sin lectores. Pero en realidad...siempre estamos empezando.<div><br></div><div> Este es un blog personal y, por tanto, puedo contar que estoy leyendo una biografía de Simone de Beauvoir. Y puedo contarlo porque cuando un libro te transforma, aunque sea un poco, es ya algo tuyo. </div><div><br></div><div>En primer lugar, es un libro bien escrito. Los franceses saben escribir. Practican una escritura de ideas pero sin descuidar la forma. Da gusto leer y a la vez reflexionar. Daniêle Sallenave, además, sabe hablar con la voz de Simone. Interactúa con ella, se identifica y se distancia, y la lectura se convierte en un diálogo entre ambas. Me gustan esos libros que acaban con muchos subrayados, que me piden volver sobre lo escrito y tomar yo mismo notas para mí en mi agenda.</div><div><br></div><div> En segundo lugar, es un libro sobre un tiempo que yo viví: los años sesenta, setenta y ochenta del siglo pasado. Un tiempo en que el mundo estuvo en guerra, guerra de dos bloques irreconciliables, de dos ideologías. Tiempo en que uno no podía ser neutral. Tenía que tomar partido o corría el peligro de quedarse fuera del juego. La lucha entre los bloques se jugaba en Europa, entre los intelectuales del Viejo Continente. Tú, como estudiante, podías optar entre el orden, el aprovechamiento académico, los valores tradicionales, la familia. O bien por la lucha, el activismo, la liberación de los condicionamientos burgueses, de la moral burguesa. Un tiempo muy diferente al de este de la globalización. </div><div><br></div><div> Simone de Beauvoir, guiada por un afán de Absoluto, toma partido en su vida a favor de todas las revoluciones, quiere cambiarlo todo, vive en guerra permanente, bajo la presión y el vértigo de saberse poseedora de una sola vida que le conducirá a la nada, un tiempo limitado para desarrollar su proyecto de ser. El Castor (como la llamaba su alma gemela, Jean Paul Sartre, por el empeño que ponía en todas las cosas que hacía), siempre estuvo en pie de guerra, contra todo y contra todos, permitiéndose solo algunas treguas, algunas "querencias", lugares donde retirarse para recuperar fuerzas, para dejarse invadir por la belleza. Lugares como Roma, en el que "la piedra mana y el agua forma volutas". </div><div><br></div><div>La tragedia de los intelectuales del momento fue validar la violencia como motor de la transformación y la emancipación. El estalinismo, el maoísmo, el castrismo...todas las revoluciones fueron traicionadas. Sartre y Simone de Beauvoir hicieron múltiples viajes a la URSS, a China, a Cuba. Pudieron darse cuenta. Pero prefirieron preservar la unidad de los suyos y ocultar la verdad. No denunciaron el terror e hicieron la vista gorda frente a las depuraciones y el silenciamiento a que se sometió a los artistas disidentes. Sólo los tanques en Praga, en 1968 les hicieron despertar del sueño soviético, pero para pasarse con armas y bagages al maoísmo, ignorando los asesinatos masivos de la Revolución Cultural.
El último Sartre, ya muy mermado, llegó a justificar el terrorismo de la banda de Baader, en Alemania. </div><div><br></div><div> Esta progresía intelectual europea se empleó contra los valores burgueses como máxima expresión de la desigualdad y la injusticia. Sin embargo, en guerra y todo vivieron muy bien. Sartre, hijo de familia acomodada, nunca abandonó su confortable piso del Barrio de Montmartre. Compartió a diario mesa y mantel con Simone de Beauvoir en La Cupole, hizo tres o cuatro viajes al años con ella y con la amante de turno. Vivieron bastante bien, aprovechándose del sistema que querían abolir. Fue una de sus muchas contradicciones. </div><div><br></div><div>En aquellos tiempos, ser joven era ser idealista. Hoy sabemos desconfiar de los idealistas. Sabemos desconfiar de los líderes de todas las revoluciones, de la espontaneidad de los movimientos de masas. Tras perder como sociedad el Absoluto religioso, hemos perdido también el Absoluto ideológico. Tras la caída de los muros, nuestras vidas son más grises y nuestros jóvenes se dispersan en el magma de una pseudocultura audiovisual y de redes. Nuestro pecado, como sociedad, es hoy la banalidad y el estado asociado a ello el aburrimiento. Pero el ansia de Absoluto forma parte de la esencia humana y de ahí el auge de los nacionalismos, como nuevas ideologías, y el atractivo para los jóvenes de los movimientos violentos de todo tipo. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaPQtEzMj8KjjC6ykC_lYe97lkLEpR2IClkfDnKB3Nf4STycqatWcfu3UDRUDiDGgh4VrlKU2NEoiMHqV-5_O93stEm2QtXVoIhRiRuCRGPupSRXy-O4W4XZqEOHrWhcEk3Llb/s640/blogger-image--435176451.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaPQtEzMj8KjjC6ykC_lYe97lkLEpR2IClkfDnKB3Nf4STycqatWcfu3UDRUDiDGgh4VrlKU2NEoiMHqV-5_O93stEm2QtXVoIhRiRuCRGPupSRXy-O4W4XZqEOHrWhcEk3Llb/s640/blogger-image--435176451.jpg"></a></div>Sin embargo, la figura de Simone de Beauvoir, trasciende del icono político y de su asociación con Sartre, y en la biografía de Danièle Sallenave se visitan otras estancias de su personalidad, como mujer de apetito y apetitos, como memorialista que escribe su vida para construirla y que la construye escribiéndola. Una vida construida desde la lucha, golpe a golpe, libro a libro, por una sociedad de hombres y mujeres libres. Un objetivo que nunca podrá conseguirse pero que siempre podrá servirnos de guía.
</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-64579998747024846592014-08-29T01:38:00.001-07:002014-08-29T01:46:10.560-07:00MIRIAM SE PREPARA PARA LA DANZA<div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0C50l9_W5i0STlg63vivwmpC9E-eTLxwQ8oCNHMZJQ_0_IuTnZvVnTn0LLyNFntRT0pX4Ftgsr4FjiCbA9tXiszbUI0RR-MkbqE1yAYqKczByuGaRcgb78IKw-jMPL6VeWU0I/s640/blogger-image-1503471033.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0C50l9_W5i0STlg63vivwmpC9E-eTLxwQ8oCNHMZJQ_0_IuTnZvVnTn0LLyNFntRT0pX4Ftgsr4FjiCbA9tXiszbUI0RR-MkbqE1yAYqKczByuGaRcgb78IKw-jMPL6VeWU0I/s640/blogger-image-1503471033.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div><br></div>
Miriam preparándose para la danza el 22 de julio 2014. <div><br></div><div> Hace unas semanas, estando de vacaciones, recibí esta carta de Juanjo, el Obispo cordobés de Bangassou. Este hombre bueno y valiente, que ha permanecido con sus feligreses en estos tiempos de violencia tribal que han asolado a la República Centroafricana. A pesar de la barbarie es capaz de escribir esto tan bonito y mantener en lo que se puede la vida cotidiana. Un ejemplo para todos.</div><div><b><br></b></div><div><b>Matrimonio infelizmente tradicional
</b>
</div><div><br></div><div><br></div><div>Recuerdo hace 9 años en Bangassou. Un mbororo, raza itinerante que atravesaba el Sahel de parte a parte buscando pastos para sus bóvidos, nos trajo un bebé de días. Dejó sus vacas a 40 kilómetros, cargó su bebé recién nacido que estiraba sus cuerdas vocales con gritos y congojas, no sabíamos si por hambre en estado puro o por su madre muerta, seguramente por ambas, y nos lo llevó al orfanato. Nos explicó que la niña se llamaba Miriam, que el parto, entre patas de vacas y polvo del ganado, fue un desastre y acabó con la madre muerta, y que no sabía qué hacer con Miriam y nos la "regalaba", añadiendo una coletilla en forma de proverbio que quería decir más o menos: "si quieres la tomas o si no la tiras a la basura". Con éstas, se volvió a sus vacas, a su desangelada cofradía ambulante por desiertos y selvas, a sus costumbres ancladas en recónditos raciocinios y a sus dioses semi-islámicos. </div><div><br></div><div>Mirian estaba escuálida. Un bebé esquelético al que su primer biberón le supo a gloria bendita y el segundo a enjundia de los dioses. Su raza no es de la región de Bangassou, su piel es como la crema tostada, sus ojos son dos óvalos negros como el alquitrán, sus labios finos al igual que su nariz... Es una niña delgada y fuerte como debió ser su madre. La vimos crecer como un junco en casa de Mamá Paulina, su madre adoptiva, se inscribió a la escuela, aprendió a jugar como las demás, aprendió la vida de sociedad, se inscribió al catecismo, como las demás y entró en el grupo de danzas, que, en torno al altar en cada Misa de las grandes fiestas, revolotean como alondras mimando gestos de súplica al Omnipotente que la quiso sacar de entre el aliento de las vacas y la puso en la cama mullida de mamá Paulina. </div><div><br></div><div>Muy de tarde en tarde, el padre pasaba, la veía y conversaba con ella: conversar es un decir, porque de la raza mbororo, Miriam sólo conservaba su estampa. La lengua le sonaba a mandarín y el padre se esforzaba por trasmitirle algo aunque sin conseguirlo porque ella miraba siempre al suelo, como temiendo que, una vez crecida, se la quisiera volver a llevar con él. </div><div><br></div><div>Ni lo intentó, menuda es Paulina, que además, 9 años después, sigue todavía sentimental y tierna con su niña como el primer día. La cuestión es que hace un año se presentó en la casa un señor, ya algo mayor, carnicero de profesión. Lo conocemos del mercado donde vende carne de mono, trafica con huesos y vende pieles de bueyes. Pretendía llevarse a la niña diciendo que el padre se la había "vendido", un pacto entre musulmanes después de una ardua negociación. Decía que, como está estipulado en la tradición, éste tipo de matrimonio le permite llevarse a la niña una semana para "probarla", en todos los sentidos, no sólo para conocer cómo lava la ropa o prepara la mandioca, cómo trabaja con la escoba o si se entiende o no con sus otras mujeres, también para probarla sexualmente sin importarle al muy majadero si la niña ya es mujer o todavía no ha tenido sus primeras reglas. Y que si en una semana, añadía, no era de su agrado, la devolvería por donde había venido y volvería a hablar con el padre. </div><div><br></div><div>Mamá Paulina me llamó y, delante del carnicero, me contó sus pretensiones. La pobre cría se escabulló horrorizada de que la quisieran vender como una vaca, y además a un carnicero, y se escondió en el baño. Le hice saber al ingenuo cacique que era yo, la misión católica y, sobre todo, Mamá Paulina, quienes habíamos alimentado a Miriam desde sus primeros días, la habíamos vestido, escolarizado, protegido y amado y que, por muy matrimonio tradicional que él pretendiera fundar, compinche del padre putativo, Miriam de allí no salía, que su dote superaba con mucho miles de millones de francos que habíamos consumido en educarla, amarla, alimentarla y protegerla y que, con todo el respeto por el matrimonio tradicional de ciertos subgrupos musulmanes, de aquella casa aquel carnicero y su turbante tenían que salir pitando antes de que la cosa fuera a mayores. Así salió, pitando, y no lo volvimos a ver. </div><div><br></div><div>Al poco rato Miriam salió del baño, todavía el corazón saliéndosele por la boca. Conozco a muchas mujeres musulmanas casadas, pagada su dote siendo ya mujeres y queriendo casarse a la manera islámica normal. Esa manera "tradicional", que, desgraciadamente, sigue en boga en algunas partes del planeta tierra, está caduca, es carca y anacrónica, y además atenta gravemente contra los derechos del niño y de la mujer en general. Nos encantaría si Miriam fuera, un día, la primera Mbororo a poder estudiar en una Universidad.
</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-19326645732818473762014-04-14T03:45:00.001-07:002014-04-14T04:56:12.801-07:00UN SUEÑO VILAMATIANO He vuelto a soñar que tengo que hablar en público y no sé nada del tema. Cuando despierto intento recordar cuál era. Es igual. Lo importante es que "no era mío" porque lo tuyo no se olvida.<div><br><div>Y recuerdo aquél catedrático de Derecho Internacional Privado que tan buenas clases nos daba y nos hacía reír con sus anécdotas. Tampoco se sabía el tema que tocaba. Venía un poco bebido, con un par de whiskys. Y eso le daba la soltura y el valor para enfrentarse a sí mismo, desnudo.</div><div><br></div><div>Decía Josep Pla que el idioma español, a diferencia del catalán, no utilizaba frases lineales, sino "en cola de pescado". Girando sobre sí. Creo que uno siempre va en sus cosas haciendo esto mismo: volviendo al principio. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqVhB8PrNsC6cc9G6UF0DkLQQNCMCECcAmXlUQMJv1TgMm2v0Vc6-Rpg11zGksfIGlQYdv4UEgEzDW14GRZdI-uGQA8WCu5CwZ3eDL98D8Q2GisX-WKIE3FkdSwMQfFSY6l5Hb/s640/blogger-image-2103453348.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqVhB8PrNsC6cc9G6UF0DkLQQNCMCECcAmXlUQMJv1TgMm2v0Vc6-Rpg11zGksfIGlQYdv4UEgEzDW14GRZdI-uGQA8WCu5CwZ3eDL98D8Q2GisX-WKIE3FkdSwMQfFSY6l5Hb/s640/blogger-image-2103453348.jpg"></a></div><br></div><div> Y pienso en la desnudez que uno ha traído y se llevará. Y que no nos enseñan a mostrarnos desnudos. Por eso fracasamos en todos los terrenos, porque aquí lo que se sigue valorando es lo artificial, el maquillaje (lo memorizado).</div><div><br><div>Vila-Matas, en Kassel no invita a la lógica, tiene que fingir que escribe, delante de un público ocasional, convertido en una instalación de arte contemporáneo. Teme que alguien le pueda preguntar de qué está escribiendo. Y para evitar quedarse callado, desnudo, inventa un personaje, un escritor de Barcelona que tiene dos temas: la imposibilidad de comunicarse y la desaparición. Dejar de ser, ser otro, o ser todos, como Shakespeare, que quería en realidad no ser nadie y desaparecer. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh318w_POUOcmEM404qax02PYcjcBlCEeQyZQndTy8jkxtorqc2Aa2ZfNktGSXbJPRJetWbsOuu5dSr4bGpnBCg1DjJE5LKqIWGulR9uvw4HWTh0VEzSDyW1QoVVXUhed9yWbDb/s640/blogger-image--275991243.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh318w_POUOcmEM404qax02PYcjcBlCEeQyZQndTy8jkxtorqc2Aa2ZfNktGSXbJPRJetWbsOuu5dSr4bGpnBCg1DjJE5LKqIWGulR9uvw4HWTh0VEzSDyW1QoVVXUhed9yWbDb/s640/blogger-image--275991243.jpg"></a></div><br></div><div>Nuestras obsesiones, los temas y autores que rumiamos durante toda nuestra vida son como lienzos en que podemos tejer y destejer. Y en ese rumiar es donde hacemos algo propio. Partiendo del origen: aquello que -sin saber porqué- nos atrae e interesa.</div><div>Descubrir esos intereses profundos, más allá de todo lo epidérmico y artificioso, de todo lo ajeno a mí, sería encontrar mi motor. Aquello de lo que podría hablar cuando no supiera qué decir. Aquello que únicamente sería mío. No memorizado, no preparado para la ocasión, no fraudulento.</div><div><br></div><div>Althusser dice en su biografía que se consideró mucho tiempo un impostor, cuando todos lo veneraban como la cima del pensamiento marxista. Él realmente es él en su condición de bipolar, que en un brote sicótico estrangula, en pleno desvarío a su esposa. Luego, "queda mucho tiempo". Compte-Sponville, alumno suyo, recuerda al profesor interesado por sus alumnos, al buen maestro, luego condenado al descrédito y el olvido. Quizás ser el profesor que duda y debate con sus alumnos era para el su verdad y las brillantes teorías una farsa.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhypwaYkJG3xn0E2gAff7sx7vTcC8fg7PXQAREhjADUMRwE21SROqWLkUo65QQUolQ4in8gOde-LiyRMcQ1c7eO0zXFsLjUMrzjDFIHM2MjS_T380GuWV1C4YrRfr_eMw62IeuD/s640/blogger-image--786496844.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhypwaYkJG3xn0E2gAff7sx7vTcC8fg7PXQAREhjADUMRwE21SROqWLkUo65QQUolQ4in8gOde-LiyRMcQ1c7eO0zXFsLjUMrzjDFIHM2MjS_T380GuWV1C4YrRfr_eMw62IeuD/s640/blogger-image--786496844.jpg"></a></div><br></div><div>Cuales son mis temas: quien soy yo. Porque no puede uno toda la vida ser otro. Y seguir desempeñando bien su papel sin tener que desnudarse ante el auditorio. Pero sin enfrentarse a su desnudez.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9b6YUaaOwCUMh4L0nCC4_c1Fd5-51TNgxYDu7OgZ7e3TSG7Qr9hea78t51O0wY4H22WjwqeHovAtjNWWXCuBjS1MFJ3cAfWiVREq3jQ6ztZp2CUlUR1Z2ppEXMbfVmmLhpq_I/s640/blogger-image-922800208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9b6YUaaOwCUMh4L0nCC4_c1Fd5-51TNgxYDu7OgZ7e3TSG7Qr9hea78t51O0wY4H22WjwqeHovAtjNWWXCuBjS1MFJ3cAfWiVREq3jQ6ztZp2CUlUR1Z2ppEXMbfVmmLhpq_I/s640/blogger-image-922800208.jpg"></a></div><br></div><br></div><div>Hay que quedarse desnudo. Como dijo Kandinsky, el argumento perjudica al cuadro. Limita. Lo nuestro -lo recuerda Juan Luis Seisdedos- es rumiar. Rumiar las mismas obsesiones, las mismas frases, los mismos autores, volviendo sobre ello una vez y otra, "en cola de pescado". </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6gfaP0XMfyp5W5EH7xVT1zwxjbeBsgLlXt9u84nq26j8cJk0sAUPwLfIKHTdfLdNHqBqsON6tAroMcL7D29jBO8guysfrMIrwPc3Z4SIJSzzdCMja3xD1E5ocTrslZ0qd8jPN/s640/blogger-image--533591017.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6gfaP0XMfyp5W5EH7xVT1zwxjbeBsgLlXt9u84nq26j8cJk0sAUPwLfIKHTdfLdNHqBqsON6tAroMcL7D29jBO8guysfrMIrwPc3Z4SIJSzzdCMja3xD1E5ocTrslZ0qd8jPN/s640/blogger-image--533591017.jpg"></a></div><br></div><div>La conferencia en la que no tiene nada preparado. La conferencia sin público, o en la que el público abandona uno a uno la sala, decepcionados. Son obsesiones que ha trabajado Vila-Matas en sus novelas. Son metáforas del destino del creador: ponerse al borde del abismo (de la nada, de la desnudez) y dar un paso más. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzqWINp1kGprFDD1wVXmoeMqGyr8kee6EHr5vJFqvuQYkt_YMr6nsnX9Pw95kgI_SHv6d2_bD6bIaUc-ewI2GB7enMED19xmdWPwYQa4FoARQd_5OTWra1l7XDN1N9MtzDcHLR/s640/blogger-image-1132241.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzqWINp1kGprFDD1wVXmoeMqGyr8kee6EHr5vJFqvuQYkt_YMr6nsnX9Pw95kgI_SHv6d2_bD6bIaUc-ewI2GB7enMED19xmdWPwYQa4FoARQd_5OTWra1l7XDN1N9MtzDcHLR/s640/blogger-image-1132241.jpg"></a></div><br></div><div>Porque se trata de escribir de lo que escribirías cuando no hay nada que contar. Y entonces sólo puedes sacar de dentro. </div></div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-53387814734471815412014-03-03T04:16:00.003-08:002014-03-03T05:03:34.010-08:00KASSEL NO INVITA A LA LÓGICA: LA INDOLENCIA Y EL SENTIDO DEL HUMOR<div><br></div><div><br></div>Fin de semana especial. Para empezar, un día extra: el día de Andalucía. Este año marcado por la muerte de Paco de Lucía, pocos días después de que muriera una de las personas que más sabía de su arte, el poeta Félix Grande.<div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj_PMBvgxFWGFPlIEiOmJZcYdf-VjaGCvh3fwsuDRqK19bXfpAe3B08i8dFySrPFA0nahYN0wfrXyfLTLixtWu1qw6Yhyphenhyphenb7REZcqCjhKGlr1h0aybnLYJ2Sv6E0UWc3hA47jMK/s640/blogger-image-1657090539.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj_PMBvgxFWGFPlIEiOmJZcYdf-VjaGCvh3fwsuDRqK19bXfpAe3B08i8dFySrPFA0nahYN0wfrXyfLTLixtWu1qw6Yhyphenhyphenb7REZcqCjhKGlr1h0aybnLYJ2Sv6E0UWc3hA47jMK/s640/blogger-image-1657090539.jpg"></a></div></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"> Fin de semana especial, también,porque íbamos a la playa con mala predicción meteorológica, dispuestos a descansar, leer y poco más.
Yo venía con un cierto cansancio espiritual, también con una lumbalgia.
Y es en esta situación, un tanto vacía, cuando las cosas suceden. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">¿Y qué ha sucedido?
Primero, que el tiempo no fue tan malo. Y acertamos en los sitios a dónde fuimos a comer. La Bocana del Puerto (Isla Cristina), un lugar que nos gusta mucho, estrenaba temporada y carta. Magnífico el tartar de corvina. Extraordinario el fino y suave hojaldre de calabacín. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Segundo, que florecieron los almendros, la retama lucía exhuberante, las florecillas y las primeras amapolas anticipaban la primavera. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Pero, además, me llegaban buenas ideas. Por la noche, un especial en televisión sobre Paco de Lucía, en el que conozco por primera vez al hombre, aunque estuvimos a su lado en un aeropuerto y le hemos visto actuar en Pamplona.
Conozco su faceta de pescador submarino. De cocinero. Y dice dos cosas que me vienen muy bien. Dice que admira a la gente con sentido del humor, porque "son unos artistas". Y dice que si por él fuera no se levantaría del sillón, porque es "indolente", pero que se ha metido en compromisos, con empresarios, con sus músicos...y bueno, entra en la dinámica. "No voy, me llevan".
Y esto me viene, psicológicamente muy bien: sentir que puedo ser indolente, a pesar de hacer muchas cosas. Y que si las hago es por seguir una corriente que me lleva. Y también ver confirmado mi criterio a favor del sentido del humor. El arte es sentido del humor. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdW7q_hv0GeM8HZpPQZQLN_jBbk9wQRLIthscxAGmSi1lSjvJTQm0AAJhMp7reOBeA1dV2JwZ_F51VD5Jvo80-hVuEDCVkn_6pOP0dcmvP5RyAtGj-dj58x-IUkHBevOIlzvB6/s640/blogger-image-1348092684.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdW7q_hv0GeM8HZpPQZQLN_jBbk9wQRLIthscxAGmSi1lSjvJTQm0AAJhMp7reOBeA1dV2JwZ_F51VD5Jvo80-hVuEDCVkn_6pOP0dcmvP5RyAtGj-dj58x-IUkHBevOIlzvB6/s640/blogger-image-1348092684.jpg"></a></div><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Pero hay más ideas, leyendo el Cultural del ABC. Una referencia a Thelonius Monk en un libro titulado "But beautiful". Thelonius hacía lo que le daba la gana. Si le apetecía, se podía tirar semanas sin levantarse de la cama y sin hablar, sin ningún problema. También cuenta que cuando tocaba un sólo se quedaba como dudando de la nota que había dado, como si la juzgase errónea y la siguiente fuera un intento de rectificación de la anterior, y así sucesivamente se iba desarrollando el solo. Así, la libertad tiene que ver con la indolencia, pero ambas son compatibles con el meticuloso empeño en rectificar una y otra vez, nota por nota, sin fin, en pos de la perfección imposible. Esto me gusta, no sé por qué (pero lo que importa en todo, también en el arte, no es entender, es que te guste). </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">En el mismo suplemento, me entero de que Enrique Vila-Matas tiene ya nueva novela: "Kassel no invita a la lógica". Y me sorprende que precisamente el tema sea vivir el arte sin comprenderlo y adentrarse en nuestra capacidad de inventar significados cuando, precisamente no entendemos nada. Porque, el arte -leo- no es un objeto, ni es siquiera la emoción que ese objeto despierta en mí. El arte es "lo que está sucediendo ahora". Lo que estamos viviendo. En el sentido de experiencia fugaz y que no deja rastro físico. Y descubro, leyendo esto, a Tino Sehgal, que hace performances en las que encarga, por ejemplo, a los normalmente aburridos o ausentes guardas de los museos, papeles o intervenciones improvisadas, que sorprenden repentinamente a los espectadores, cambios que exigen cláusulas anexas en los contratos de trabajo con estos empleados de las viejas instituciones culturales. Es decir: para cada espectador tiene que ser posible una experiencia, una vivencia y esa vivencia particularísima de cada uno, es arte, arte por el que uno puede pagar, sin llevarse nada a casa.
Y esto es una nueva idea buena y creativa, porque nadie va a entender nada pero no se trata de eso. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Y esa vivencia efímera acerca el arte al espíritu del jazz, lo mismo que al toreo: arte que no se traduce sino en la vivencia del instante en plenitud. Instantes que construyen un solo, una faena o una vida. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnIOGniuE1Lx4dgESdzDVYdigLVx0rqYCWL_Q2wFZlaeQMbvmqwiwrurbQlvUOMtiUIbw1v5gfW7TCsoFCn_dgykHaPaoqBsqw4H4oy8oncwn6sDVHsGkGHiKqyao0fvnN51RD/s640/blogger-image-639876391.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnIOGniuE1Lx4dgESdzDVYdigLVx0rqYCWL_Q2wFZlaeQMbvmqwiwrurbQlvUOMtiUIbw1v5gfW7TCsoFCn_dgykHaPaoqBsqw4H4oy8oncwn6sDVHsGkGHiKqyao0fvnN51RD/s640/blogger-image-639876391.jpg"></a></div></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Y otra buena idea: el valiente Vila-Matas se hace invitar al Documenta 13 de Kassel, pero él no es artísta plástico. Quiere entrar algo que no conoce para nada: el arte contemporáneo. Ser un completo ignorante le proporciona una libertad de criterio absoluta y una visión irónicamente distinta y libre de los prejuicios de un entendido. Él se sitúa de hecho, en las afueras de todo esto.</span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">No entiende nada de arte contemporáneo. Pero le gusta, y a mí me pasa lo mismo, por lo que de literatura conlleva (hay una explicación, una narración sobre ello, que tampoco se suele entender). Pero hay sobre todo el gusto por la Idea. La Idea que -como dijo Platón- es eterna, a diferencia de sus formulaciones. Con una idea conectas. Y entonces, allí, una vez en Kassel y rodeado de performances que no comprende, situado él mismo como performance extraña en un restaurante chino en las afueras, como escritor que escribe en un restaurante chino a las afueras de Kassel, allí, algo tiene que escribir para evitar el tedio y escribe sobre esa experiencia que está protagonizando y que no entiende. Y esa es una buena idea: evitar el tedio a base de inventarse cosas e incluso el propio protagonismo en un papel o varios sucesivos, inventando sentidos particulares a todo, a falta de un sentido objetivo de las cosas. </span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Ya ¨Kassel no invita a la lógica" me parece, desde ahora, sin haberlo leído y ni siquiera comprado, una novela culminante en la trayectoria de Vila-Matas. Por eso mismo voy a postergar su lectura (y su adquisición), para sentir bien, durante mis paseos, estas buenas y creativas ideas.
Sobre todo la idea de juego, de no tomarme nada demasiado en serio y cultivar el gusto humorístico por el absurdo.</span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Así, del fin de semana especial, vuelvo renacido en ideas y sin lumbalgia. Con el permiso para sentirme indolente y para sentir el arte que esta sucediendo en mi vida ahora, y disfrutar de la representación de la que formo parte en este momento, situado irónicamente a las afueras de las cosas. Y sacar partido a la libertad que me proporcionan precisamente las cosas que no entiendo, y las puertas que abre a mi imaginación y a mi creatividad la falta de sentido de este mundo. Sin olvidar la posibilidad de tocar mi solo nota a nota, intentando corregir la anterior y dar la nota justa, que siempre se escapa, como lo hizo siempre Paco de Lucía.</span></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-64773313956170828002014-02-26T04:14:00.000-08:002014-02-26T04:37:04.898-08:00"HER": SOLEDAD ENAMORADAVuelta al blog. <div><br></div><div>El mundo gira a mi alrededor. Y yo me quedo a verlo girar. El improbable hombre de acción, se pierde en el vacío. El hombre que rehuye la acción, busca la vida en otro ámbito, un ámbito detenido. En silencio. Encerrado voluntariamente en una vida mental. Un hikikomori. Que mira, escucha música, se relaciona a través de su móvil con otros como él. Sin salir de su habitación. <div><br></div><div>De esto hay mucho en "Her". Vida mental. El protagonista (Joaquin Phoenix), vive en un futuro no muy lejano, un futuro urbanita y tecnológico. Con arquitecturas frías. Vidas solitarias. Ocios virtuales. ¿Es una película sobre el amor o sobre la soledad? Según se mire, sobre ambas cosas. ¿Son compatibles? ¿Puedo amar si estoy solo? A veces, a través de las redes sociales, se despiertan sentimientos, se entrelazan sentimientos entre solitarios. Y esos sentimientos son reales ¿quién lo va a saber mejor que el que los siente? De esto ya nos ha hablado el cine antes, pero siempre con un encuentro final real entre los corresponsales. ¿Es necesario? Los bien pensantes dirán que sí, porque una relación amorosa lleva en sí el anhelo de su realización. Pero ¿y las personas de vida contemplativa? ¿no aman? Y el objeto de su amor es inmaterial, incorporal. </div><div><br></div><div>Sin embargo, "Her" nos habla sobre todo, y por encima de las apariencias, de amores reales. Y nos advierte: en el amor, dos se encuentran en un momento de su evolución personal, se ayudan a evolucionar uno al otro, pero ineludiblemente seguirán evolucionando cada uno y si no pueden hacerlo dentro de su pareja eso puede conducirles a separar sus caminos. Y por eso el tiempo del amor es precioso. Porque es breve y no está en nuestra mano el prolongarlo. Sí el transformarlo en amistad, en reconocimiento del pasado. Porque la amistad perdura. </div><div><br><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqxPn_4SRgnlHdTKV0nqgaMU7UFmm5jsPUTSU85ImyTV9QUwh5zfzAd0_JiZ0rgCIzZdtJBsh_2u_P-NBdKAf03Xsc0Sm_yEri-GXWoD6svK_jAdd44sv3oMZj_VHDpF4iDisG/s640/blogger-image-512094584.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqxPn_4SRgnlHdTKV0nqgaMU7UFmm5jsPUTSU85ImyTV9QUwh5zfzAd0_JiZ0rgCIzZdtJBsh_2u_P-NBdKAf03Xsc0Sm_yEri-GXWoD6svK_jAdd44sv3oMZj_VHDpF4iDisG/s640/blogger-image-512094584.jpg"></a></div></div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-82980440615550635192013-12-11T04:24:00.003-08:002013-12-11T04:44:10.032-08:00DE TAL PADRE, TAL HIJO<div><br></div><div><br></div>Leo las críticas de las películas en cartelera a través de la página filmaffinity en Internet. Cuando hay alguna película que le guste a Carlos Boyero se me ponen de punta las orejas: debe ser buena de verdad. <span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Eso pasó hace un par de semanas con "De tal padre, tal hijo", película del director japonés Hirokazu Koreeda, para mí hasta entonces desconocido.</span><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Concurría el elemento atractivo de su proyección en versión original subtitulada en una de las salas del Avenida 5 cines, lugar frecuentado por los cinéfilos de Sevilla por su excelente programación. Y, en efecto, la película no me ha defraudado. </span><div><br></div><div><br><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVfQslB7XLdwxH0VcQHIV8GTMKcuX3c4wlsU8NAq5slK5llPuRF7CcPHDyuGmRJ3hpetezcRY4QytxFNHeaw0hiP5WHL7gB3fOESTbJCKDMW8FHqzDX_y0gCBu3cMcPb4DXiAU/s640/blogger-image--1436824930.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVfQslB7XLdwxH0VcQHIV8GTMKcuX3c4wlsU8NAq5slK5llPuRF7CcPHDyuGmRJ3hpetezcRY4QytxFNHeaw0hiP5WHL7gB3fOESTbJCKDMW8FHqzDX_y0gCBu3cMcPb4DXiAU/s640/blogger-image--1436824930.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>La película, en su sencillez, resulta muy emotiva y es de esas que te hacen sentir, pero también reflexionar. Es una película que recomiendo a todos los padres (y a todos los hijos), pero que, sobre todo, trata de la felicidad y de lo que la proporciona ¿Dónde radica la felicidad? </div><div><br></div><div>Conocemos la vida de una pareja bien situada, con un hijo de seis años. Una pareja en la que él está completamente entregado a un trabajo de gran responsabilidad y ella cuida al niño casi sola.</div><div><br></div><div>El <span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">hecho que genera la crisis que pone en marcha la historia es -como casi siempre- una llamada de teléfono. El hospital comunica a los padres que su hijo no es tal, pues se produjo un intercambio de bebés en su día. Su verdadero hijo vive con otra familia, muy modesta, de tenderos.</span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Tener "aspiraciones" para tus hijos. Tener "aspiraciones" en tu trabajo. Tener más posibilidades en la vida. Aspirar a ser más de lo que eres. Y para ello, sacrificio, esfuerzo, trabajo, poco tiempo libre, a pesar de tener todas las comodidades, diseño, elegancia, "clase". Una vida dura.</span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Por el contrario, vivir "al día", día a día, no desear ser más de lo que eres, tener todo el tiempo que desees, para jugar, para tomar el sol en el pequeño terreno trasero de tu desvencijada casa, poder volar cometas con tus hijos o bañarte con ellos en la bañera. Vivir "al estilo hippy". Con libertad y amor, pero sin un duro en el banco.</span></div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0rvnR2RJFT74X5gSW697pFibAzuy8SGd9Qdl7wJUvTI-V5erdz0ZYgJJ8JJOrsGC5WKuFJTZ-oZ-dK6FMxjIubSNcRD4008_Kd0T-mkFsDFtwhI2gy2wSnJGuxmjCdIR2XjWt/s640/blogger-image--384544955.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0rvnR2RJFT74X5gSW697pFibAzuy8SGd9Qdl7wJUvTI-V5erdz0ZYgJJ8JJOrsGC5WKuFJTZ-oZ-dK6FMxjIubSNcRD4008_Kd0T-mkFsDFtwhI2gy2wSnJGuxmjCdIR2XjWt/s640/blogger-image--384544955.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>Es desde la perspectiva del niño desde la que sentimos cuánta soledad hay en esos pisos modernos, confortables, llenos de juguetes electrónicos, pero en el que los padres apenas tienen tiempo para jugar con sus hijos.</div><div><br></div><div>El nivel de exigencia con los niños puede llegar a ser muy alto. Pero es que llegar a tocar bien el piano exige muchas horas de trabajo y sacrificar horas de juego, por ejemplo. Queremos lo mejor para nuestros hijos, que estén preparados para situarse el día de mañana. Pero los niños siguen siendo niños y necesitan jugar con sus padres. Necesitan jugar tanto como comer. Y necesitan cariño y protección. </div><div><br></div><div>El equilibrio es muy difícil, piensa uno al ver esta historia.
Porque la historia nos da ejemplo de niños prodigio como Mozart, sin infancia ¿Quién reprocharía a sus padres el régimen de trabajo al que le sometieron?
Pero los padres también son hijos y conocemos en la película en parte la relación de estos padres con sus ancianos progenitores. </div><div><br></div><div>Es muy significativo lo que pasó en nuestra infancia para entender lo que nos pasa ahora. Venimos de nuestra infancia y tendemos a reproducirla, a hacer lo que hicieron con nosotros, o al revés, a intentar compensar lo que nos faltó.</div><div><br></div><div>El guión mantiene en todo momento el interés, a pesar de la dificultad de las situaciones que se van planteando, resolviéndolas de modo creíble, conteniendo en todo momento las emociones, con sencillez y sinceridad.</div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;"><br></span></div><div><span style="font-family: 'Helvetica Neue Light', HelveticaNeue-Light, helvetica, arial, sans-serif;">Película para sentir y para reflexionar, con un niño maravilloso en el papel protagonista.</span></div></div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-14549012094466359512013-10-14T09:47:00.001-07:002013-10-14T11:23:52.301-07:00TRATADOS DE POLIORCÉTICA<div><br></div><div><br></div>Muchos años después, cree una editorial, “El Desmbarco”. Una pequeña editorial que empezó con el propósito de editar un único libro: “El sesmo de la vida”, de mi amigo Bernardo Víctor Carande. Teníamos muchos proyectos, pero él murió pronto y me quedé solo.<div><br></div><div>Entonces descubrí a José Joaquín Parra Bañón, profesor de Arquitectura. Leí un relato suyo y le localicé. Tuvimos una cita a ciegas en una taberna del centro. Él acababa de publicar su tesis doctoral, “Pensamiento arquitectónico en la obra de José Saramago”. Le pedí un original, entre copas, después de contarle en breve mi vida y él me prometió un libro que se titulaba provisionalmente “Catálogo de esdrújulos”.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XOYRXSRjohTLSeOkREGzEZ_IJrnAMDIaIwfhWHTbH0b49SnF301xQm7epEbqiE87TPItfhCx49Khyphenhyphen4hNxy68FhU1SpZy2oh2Vu9i7fVbTAST0XaR1mmlpk9Bckl-9gnwApDj/s640/blogger-image-1489046333.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_XOYRXSRjohTLSeOkREGzEZ_IJrnAMDIaIwfhWHTbH0b49SnF301xQm7epEbqiE87TPItfhCx49Khyphenhyphen4hNxy68FhU1SpZy2oh2Vu9i7fVbTAST0XaR1mmlpk9Bckl-9gnwApDj/s640/blogger-image-1489046333.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>De niño, acompañaba a mi abuelo, buen andarín, en sus paseos por la Vuelta del Castillo, en Pamplona. El “Castillo” es una fortificación que rodea la ciudad. Los fosos, las murallas, el Redín, la Ciudadela, forman parte de ese conjunto fortificado, uno de los mejor conservados de Europa. Ese tipo de fortificaciones proliferaron en muchas ciudades europeas en el los siglos XVI y XVII, cuando se pensaba que era posible defender las ciudades de los asedios. Pero el desarrollo de la artillería hizo inútiles los baluartes y pasaron a ser utilizados en muchos casos como cárceles. Hoy en Pamplona, la Ciudadela que atravesaba con mi abuelo de niño se ha convertido en un centro cultural, el Baluarte. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK-p9XB2LMHzRz_RQLOMpb-_ELLKqF6e_iHmcrNPtxSesvb4HgiglouRMKhSg3d6nyQ9vFr9XoNakUw61bF9mEq2_RlM7aPhd5prVdfe7q5_Nz3K6iLFlGwRGJvLB6I7nzsNbX/s640/blogger-image-1563644697.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK-p9XB2LMHzRz_RQLOMpb-_ELLKqF6e_iHmcrNPtxSesvb4HgiglouRMKhSg3d6nyQ9vFr9XoNakUw61bF9mEq2_RlM7aPhd5prVdfe7q5_Nz3K6iLFlGwRGJvLB6I7nzsNbX/s640/blogger-image-1563644697.jpg"></a></div><br></div><div> Yo iba a mi colegio, en el Barrio de la Magdalena, al pie de las murallas. Y volvía a veces andando a casa, subiendo la cuesta y entrando por el Portal de Zumalacárregui, un gran puente levadizo que daba acceso al Barrio de La Navarrería. Iba solo, porque no tenía miedo. Las fortificaciones nacen del miedo. Como una forma de interponer algo a la violencia.
El libro de José Joaquín se acabó titulando “Tratados de Poliorcética”, pero nadie sabía qué tenía que ver con las fortificaciones. La palabra Poliorcética denominaba la ciencia práctica que estudiaba, desde los Griegos, la forma de mejor fortificar las ciudades, también la mejor forma de atacarlas. Una variante militar de la geometría y la matemática, una arquitectura sobre el ataque.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNHb_k8oZk9zFpa-fdX1jFqrtFcsqsqn04vyVP7s1f2Em_dX2cWBzxsBFmfv1l5c9jXK1fDteBDFmS8NkN9bp7H7atb-wqtuDTigydgCeAlfDFObYcE_2JnbjAu1QtwPTIrl7c/s640/blogger-image--941963841.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNHb_k8oZk9zFpa-fdX1jFqrtFcsqsqn04vyVP7s1f2Em_dX2cWBzxsBFmfv1l5c9jXK1fDteBDFmS8NkN9bp7H7atb-wqtuDTigydgCeAlfDFObYcE_2JnbjAu1QtwPTIrl7c/s640/blogger-image--941963841.jpg"></a></div><br></div><div> El libro presenta un equilibro formal, semejante al de los diseños arquitectónicos de los conjuntos fortificados, pura matemática o música. Número. Pero esta geometría exacta delimita un conjunto de textos que desbordan los límites tanto en el barroquismo y casi la lujuria verbal como en una fría crueldad de los hechos relatados. La arquitectura precisa del libro conjura la violencia de los cuerpos descuartizados, ultrajados, como una moderna poliorcética que quiere defendernos del horror. Pero como en las antiguas fortalezas la geometría se limita a dar forma al horror, que queda dentro de nosotros.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlN3MlriuY27QSS-Ig5vWV38surYoiSuTLKchhDEOvpgoxN9v3DLJFPXYXuITMYCLk52qPBWBKUm9tlgEj7MB1NXLgwr21LCodMetsjx1PK4XOmHQuL75VJ-SbolTID3U150k_/s640/blogger-image--2142140471.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlN3MlriuY27QSS-Ig5vWV38surYoiSuTLKchhDEOvpgoxN9v3DLJFPXYXuITMYCLk52qPBWBKUm9tlgEj7MB1NXLgwr21LCodMetsjx1PK4XOmHQuL75VJ-SbolTID3U150k_/s640/blogger-image--2142140471.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>En la infancia, todas las sombras estaban habitadas. Por la noche, algo parecía moverse debajo de la alfombrilla del baño. Desde la cama, oíamos crujir el piso de madera, y parecía que sentíamos aproximarse una sombra. La crueldad estaba presente, cuando descabezábamos las muñecas buscando el mecanismo de los ojos o el trenzado de las guedejas de cabello sintético. Pura inocencia y avidez de conocimiento. Esa inocencia asusta en la crueldad, porque nos devuelve una imagen del niño que, dentro de nosotros, conoció y aprendió a dominar esas pulsiones, leyendo cuentos sobre ogros que devoraban a niños como él.</div><div><br></div><div>Lo visceral, el horror del destripador, del "sacamantecas", contrapuesto a lo racional pero también la racionalidad con que el hombre ha venido eviscerando a sus semejantes, en los martirios y los instrumentos de tortura. Las vísceras. El horror que necesitamos organizar mediante la literatura y los cuentos para -como en el dibujo que sirvió de portada- controlar la Ira de Dios.</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-11146928272665849472013-09-16T03:46:00.002-07:002013-09-16T07:50:46.816-07:00BILBAO: LA CIUDAD DE LOS OJOS GRISES<div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyg3G8-LTo-tqdR_RtgscaXm5CC782pWGqytWekLXCA343o_74MEhG-Wa6hWsRBuDojEt4jnbMuMyTruuDQtTfib_RIirg4Gk5_RHLEJkb8v_Xw1sBgnf0gvkuOq-qcB-aohyphenhyphen/s640/blogger-image--1188779948.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoyg3G8-LTo-tqdR_RtgscaXm5CC782pWGqytWekLXCA343o_74MEhG-Wa6hWsRBuDojEt4jnbMuMyTruuDQtTfib_RIirg4Gk5_RHLEJkb8v_Xw1sBgnf0gvkuOq-qcB-aohyphenhyphen/s640/blogger-image--1188779948.jpg"></a></div><br></div><div><br></div>Cada uno tiene su historia con una ciudad. Mi historia con Bilbao es una historia de amistad. Allí he ido siempre con amigos o para visitar a amigos que habían ido a vivir allí, por motivos de trabajo, desde Andalucía. Es la mejor forma de conocer una ciudad: cuando te la enseña un amigo. Las rabas en el “Café Iruña”, frente a la Iglesia donde Nacho daba sus misas. Aquellos bares de la parte vieja. Las Siete Calles. Los chuletones con amigos son más chuletones. Los puestos de pescado en el Mercado de Abastos. Estar con amigos –yo soy navarro- es comer y es beber. Y pasear por las calles. Siempre nos alojamos en un hotel frente al Teatro Arriaga, para poder pasear a gusto por las madrugadas, mientras riegan las calles, que adquieren con el agua la cualidad de espejos de colores. <div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtvSibXw_ipJrmiaCyteHFR6Pn-OmRIsjYyTgy4pL1kCQE9khf8MoWePaVyu9CbJGiHgaTI-Fu-XSbsqrNtIRbBnMzCGbZhH4xvqRd9eaLixPGN4EMR00Z05XAY8m7YbJH6Dk_/s640/blogger-image-1413827561.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtvSibXw_ipJrmiaCyteHFR6Pn-OmRIsjYyTgy4pL1kCQE9khf8MoWePaVyu9CbJGiHgaTI-Fu-XSbsqrNtIRbBnMzCGbZhH4xvqRd9eaLixPGN4EMR00Z05XAY8m7YbJH6Dk_/s640/blogger-image-1413827561.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>En Bilbao he conocido la nostalgia de los andaluces por el azul de los cielos de su tierra. Les he acompañado a la Casa de Andalucía, para tomar unos finos y un pescaíto frito escuchando sevillanas. La ciudad es hoy alegre y limpia, más cosmopolita desde que se inauguró el Gugenheim. También se va llenando de inmigrantes de color o eslavos. La paz le ha sentado muy bien (aunque seguimos recordando con dolor desde las escaleras del Ayuntamiento, las calles y los puentes llenos de gente pidiendo la libertad para Miguel Angel Blanco). </div><div><br></div><div> Yo mismo soy un desterrado voluntario. Andalucía que me acogió, es desde hace años una tierra querida. Pero yo nací en Pamplona. Allí fui niño y adolescente. Allí estudié y allí quizás me enamoré en secreto por primera vez. Vuelvo a Pamplona, pero ya no puedo volver a la ciudad que fue mía. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOa2zKr_NZ2q16fdiwKwVjS7HAyIArtTeE0gSo_fwXuJzA52bsvYnoobBYzS4aTHyrbVr5NKgJJL4UgG5jqdE85ag6-x_Iwy8QYxqQG07splat7AStc3M8rT-znBMswtxxOuYg/s640/blogger-image--749466104.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOa2zKr_NZ2q16fdiwKwVjS7HAyIArtTeE0gSo_fwXuJzA52bsvYnoobBYzS4aTHyrbVr5NKgJJL4UgG5jqdE85ag6-x_Iwy8QYxqQG07splat7AStc3M8rT-znBMswtxxOuYg/s640/blogger-image--749466104.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div> Mi historia con Bilbao se reanudó el año pasado con una novela. La novela de un amigo de allí que vive en Sevilla, Félix Modroño. Una novela ambientada en los primeros años del pasado siglo, época en la que Bilbao se transforma en una cuidad industrial origen de lo que es hoy. El protagonista –Alfredo Gastiasoro, profesor de arquitectura en París- se ha desterrado como yo voluntariamente de su tierra y ahora vuelve al recibir la noticia de la muerte de la mujer que amó en su juventud, con un amor irrevocable pero imposible. Marchar fue enterrar el amor que no pudo ser. Pero partir es siempre dejar inacabada una historia.</div><div><br></div><div>He vuelto a transitar esas calles, esos lugares, como si de mi Pamplona perdida se tratase. Como Alfredo, siento la contradicción de un lugar que es mío y a la vez ya no existe. La ciudad en que uno fue joven es un lugar al que no se puede volver, como tampoco se vuelve a la juventud. El lugar que un día fue amado pero se volvió inhóspito y del que uno tuvo que huir, ahora se reviste de nostalgia como todo lo que ya es imposible, como la reconciliación con alguien que ya murió o la recuperación de una noche juntos en que pudieron decirse palabras importantes que al final no se dijeron. </div><div><br></div><div>A pesar de ese trasfondo biográfico de tristeza, la novela es de todo menos aburrida. Félix describe Bilbao (el Bilbao de comienzos de siglo pasado), con todo el detalle y amor que uno pone en lo perdido y -por lo mismo- tantas veces rememorado, recreado, ensoñado. La novela se lee muy bien, la diversidad de tiempos y lugares, la multiplicidad de tramas y personajes, se resuelve con maestría por el autor, que escribe con la difícil sencillez de los narradores de raza.</div><div><br></div><div>Pero, aparte de los indudables valores literarios de esta novela (una de las más leídas del pasado año y que va por su cuarta edición), creo que hay algo profundamente humano en ella. Los fantasmas que la habitan. La ciudad de la juventud inexistente ya y sin embargo omnipresente en el recuerdo. La muerta que se transforma en la ciudad que perdimos. La ciudad que ahora adquiere los ojos grises de esa mujer amada, en el precioso título y la deliciosa portada de esta magnífica novela. </div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoaXr0Qh3vya49zio6O-TFILC9mZ-RCY6e9PvdJRI8Uv8MgN-1v9PH94e5e7kzeZBIUY3R4gW4fE3asa0JFIuKUIcobgjfa_LkWwI4sjyXU30BaimWssW7uQST6g3W7HT1uOJB/s640/blogger-image-251581244.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoaXr0Qh3vya49zio6O-TFILC9mZ-RCY6e9PvdJRI8Uv8MgN-1v9PH94e5e7kzeZBIUY3R4gW4fE3asa0JFIuKUIcobgjfa_LkWwI4sjyXU30BaimWssW7uQST6g3W7HT1uOJB/s640/blogger-image-251581244.jpg"></a></div><br></div><div><br></div><div>Esa imagen, no vista pero constante en la mente del protagonista, de su amada Izarbe flotando en la ría, como una nueva Ofelia con sus ojos grises abiertos a los cielos nublados de Bilbao (o de Pamplona), o una nueva Virginia Woolf con su abrigo lleno de piedras de tanto querer morir, es ausencia y es a la vez una presencia poderosa, una presencia fantasmal que, desde su horror, está planteando una pregunta (como toda muerte la plantea). La investigación sobre esa muerte (en la que se entrecruzan las oscuras tramas del espionaje europeo) será a la vez una vuelta al pasado que hará revisar a Alfredo sus propias preguntas, revivir su historia de amor y desvelar las razones por las que fue imposible, desvelamiento que, desde el pasado, vendrá a dar sentido a su presente y a su vida entera, ese sentido que es, en realidad, lo que permite a Alfredo finalmente regresar a casa. Y a Félix Modroño regresar a Bilbao, a recuperar su pasado.</div><div><br></div><div>Como ha escrito Jorodowsky, “no avanzo, me desando. El origen nunca acaba”. Porque en el origen están todas las respuestas.
</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-83778114571738952972013-09-10T07:32:00.001-07:002013-09-10T08:37:47.686-07:00EN LA DIADA<i>Para Daniel y para Blanca</i><div><i><br></i></div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrsqYoIr99UYWmmFyEKDtCLLDNsTAeVMO4bBPC0sNlnJAFUwAcXwDla1-sfW60Y9jPLnPKzva2CM50AJtt9m1LW69ZDpPSqzYTJW1s54n2qqiCBjv3UZ5oOk9m4_tNtYEexWTP/s640/blogger-image--434153058.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrsqYoIr99UYWmmFyEKDtCLLDNsTAeVMO4bBPC0sNlnJAFUwAcXwDla1-sfW60Y9jPLnPKzva2CM50AJtt9m1LW69ZDpPSqzYTJW1s54n2qqiCBjv3UZ5oOk9m4_tNtYEexWTP/s640/blogger-image--434153058.jpg"></a></div><br></div><div>Mañana muchas personas van a unir sus manos en Cataluña para expresar un sentimiento identitario. Más allá de políticas, se sienten catalanes. Sienten a Cataluña como algo propio. Sin embargo, esto que es así, políticamente se traduce en un sentimiento también de desarraigo respecto de España.</div><div><br></div><div>Qué representa España para el que va a ir a la Vía? Nada? La patria de sus padres? Un Estado opresor? Una anomalía histórica? Me duele que muchos catalanes no se sientan cómodos en España. Me parece injusta su afirmación de que España les roba. Creo que España no sería España sin Cataluña. Siento esta afirmación como una negación: Cataluña no quiere ser España. Y ahí, en ese rechazo -no en la afirmación- está el dolor. En el desamor. El odio no deja de ser un equívoco del amor.</div><div><br></div><div>No se puede volver a poner en el árbol la manzana que cayó. Tampoco puedes hacer nada para que no te deje el que ya te dejó en su corazón. Quizás es tarde para algunas cosas.</div><div><br></div><div>Mañana habrá mucha energía, muchas ilusiones de mucha gente. Un proyecto ilusionante de vida en común. Por qué no hemos sido capaces los españoles de ofrecer un proyecto ilusionante a estos catalanes? Por qué los españoles no somos capaces de generar un proyecto común? Por qué no hemos sido capaces de hacerles sentir cómodos entre nosotros a estos catalanes?</div><div><br></div><div>Nos mostramos como un marido cuya mujer le quiere abandonar, y que iracundo y ofendido se siente engañado. Quizás debiera preguntarse si no la desatendió y no ha sabido conservar su amor. No se trata de invocar las leyes (humanas o divinas) que crean cadenas. Son leyes del corazón, de los sentimientos. Hay que decir de vez en cuando: Cataluña qué hermosa eres! Cuánto te quiero! Se trata de recordar las cosas que hicimos juntos, los hijos que tenemos. Se trata de imaginar un futuro entre nosotros. De exaltar una identidad hermosa de dos que son distintos. </div><div><br></div><div>Ojalá sea posible un futuro en común. Ojalá en España nos sintamos solidarios de esa ilusión vuestra por un mañana mejor. Entre tanto, felicidades, catalanes, en vuestro Día.</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-86671154605647059462013-09-04T09:37:00.002-07:002013-09-04T12:56:22.579-07:00HANNAH ARENDT Y MARTIN HEIDEGGER<div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijBox9_zLNaRsZdgYxzHadTeDXNGfC5_R52c0GY6PW8Q2TS6eGCBaogPPwmD8gIekND4DcO7dgB3_g8TiiFgnHTu3QyoJ_z6hbKQaBB6SQU-poNkJAiAOAQ2PlfQ66oNtlqE3m/s640/blogger-image-781474516.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijBox9_zLNaRsZdgYxzHadTeDXNGfC5_R52c0GY6PW8Q2TS6eGCBaogPPwmD8gIekND4DcO7dgB3_g8TiiFgnHTu3QyoJ_z6hbKQaBB6SQU-poNkJAiAOAQ2PlfQ66oNtlqE3m/s640/blogger-image-781474516.jpg"></a></div><br></div><div><br></div>Hannh Arendt podía parecer dormida, tumbada en su sofá o en la hamaca. Pero estaba pensando. Le gustaba pensar. Ella le había pedido a Martin Heidegger que le enseñase a pensar. Dedicaba tiempo a pensar. Es más, su profesión consistía en pensar y enseñar a pensar.<div><br></div><div>El motor de esa actividad constante de pensamiento, esa actividad inmóvil que no cesaba, fue un deseo de comprender las cosas que no le abandonó. No era curiosidad. Era deseo, necesidad de comprender. Quiso comprender cómo y por qué pudo suceder lo que sucedió (cómo puede suceder lo que sucede). </div><div><br></div><div>Escribir formaba parte de este proceso. Ella escribía sólo cuando sabía muy bien lo que iba a escribir, cuando había pensado bien eso que iba a escribir. Y escribía para recordar su pensamiento. Para no olvidar al seguir pensando. Luego no le importaba que la leyeran o lo que opinaran. Lo que pensaba lo decía, lo pensaba y lo ponía por escrito.
Ella no quería herir con lo que pensaba, no quería herir con lo que escribía. Pero lo que pensaba hirió. Lo que escribió hirió a mucha gente. Y no por eso dejó de escribirlo, ni matizó lo escrito. No es que no le importase el dolor, pero era la verdad lo que dolía, la verdad dolorosa.</div><div><br></div><div>Se nos antoja excesiva la verdad, la pretensión de verdad hoy. No creemos en nuestra capacidad de pensar. Pensar nos parece tremendamente peligroso. Y aburrido. Tremendamente costoso. El precio de la soledad, de la incomprensión es excesivo. La felicidad ocupa el primer lugar. La popularidad ocupa el primer lugar. La adaptación ocupa el primer lugar. La aceptación ocupa el primer lugar. El mundo es demasiado complejo. </div><div><br></div><div>Hemos arrojado la toalla.
Parecería pretencioso decir: “esto es así”. En cambio, el pensamiento débil facilita el diálogo, es más civilizado decir: “yo opino…pero no afirmo ni niego”. O “afirmo pero también niego”. Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros. Comprenda que es el estado de ánimo el que le hacer ver las cosas de una manera o de otra. Cambiar de opinión no es costoso. Hay que ponerse en el lugar del otro, tener empatía, inteligencia emocional. Lo importante es llevarnos bien con los demás. La afirmación o la negación han traído todas las dictaduras (política, religiosa, económica…). Abstengámonos de ser rotundos y categóricos. </div><div><br></div><div>Hannah Arendt, judía, quería comprender. Había tenido un breve romance varios años atrás con un brillante profesor antisemita. Quería que le enseñase a pensar. Heidegger, discípulo predilecto de otro judío, Husserl, alcanzó con Hitler el rectorado y ya como rector prohibió a su maestro volver a utilizar la biblioteca de la Universidad y, prudente, borró su nombre de los libros que antes le había dedicado. El pensamiento no era incompatible con la infamia. De hecho, un hombre injusto puede pensar muy bien. Él nunca dejó sus paseos por la Selva Negra. Quizás a fuerza de pensar uno podía identificarse con la razón que justificaba ese tipo de actos. El pensamiento no se paraba en cuestiones personales, iba más lejos, se refería a los pueblos y no a las personas individuales. El rector debía aplicar las leyes como buen funcionario y Hannah podía seguir siendo leal al pensador poderoso, aunque infame. Hay cosas más fuertes que uno. El pensamiento era más fuerte que los estragos que pudiera causar una ideología. La arrogancia del pensamiento puede pasar por encima de los detalles. </div><div><br></div><div>Ella pensó (y escribió) que sin la colaboración de los judíos no hubiera podido tener lugar el genocidio y pensó (y dijo) que quienes dirigieron ese genocidio probablemente no se paraban a pensar y se limitaban a obedecer. Y que Eichmann le daba mucha risa, porque era un verdadero payaso y no entendía nada. No era capaz del mal. Como Heidegger. El miedo convertía a las víctimas en victimarios. Y a los pensadores en pobres hombres. </div><div><br></div><div>Pero no todos eran iguales. No todos sufrían la violencia. Era la violencia la que provocaba el miedo. Y la violencia fue puesta en marcha en 1933. A partir de ahí la gente se metió en sus casas, en sus vidas y no quiso problemas. La violencia creaba su propia justificación, su propio corpus de pensamiento a impulsos de la ira, que el miedo enardecía. El simpatizante nazi, nada más ver la sangre, se convertía en un funcionario obediente o en un pensador poderoso. Y rodaban cabezas. Se fabricaban cadáveres con la misma perfección que los “escarabajos”.</div><div><br></div><div>La risa de Hannah nadie la entendió. Como nadie entendió la crueldad de Heidegger con su maestro.</div><div><br></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-65738980724280364072013-08-28T05:00:00.001-07:002013-08-28T05:33:06.729-07:00SOÑANDO CON EL NUEVO CURSO<div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrCDbcQGHN66mNLYP91Zd13gwaVbiXE20r-nHoBZNlU9fJvUxUxpc-JurYOYeMzSFkx5Fda-jbxp5yMJYKL6vHwF5TyT8LsfJ9t2bg8_SWSrdjncwARJtQFCsoz40tZkdemHhH/s640/blogger-image-1005365159.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrCDbcQGHN66mNLYP91Zd13gwaVbiXE20r-nHoBZNlU9fJvUxUxpc-JurYOYeMzSFkx5Fda-jbxp5yMJYKL6vHwF5TyT8LsfJ9t2bg8_SWSrdjncwARJtQFCsoz40tZkdemHhH/s640/blogger-image-1005365159.jpg"></a></div><br></div>He empezado hace pocas semanas en twiter. Tenía mis reservas. Y las sigo teniendo. Pero lo que sí es verdad es que encuentras mensajes que en un momento determinado te ayudan. Pistas. Incluso respuestas, que te hacen darte cuenta de cuales eran tus preguntas.<div><br></div><div> Leo un twet del coaching Ignacio Andrío: “<i>No se pueden descubrir nuevas tierras sin tener el valor de perder de vista la orilla. ¿Qué esperas del nuevo curso?"</i></div><div><br></div><div><i></i>La pregunta es oportuna para mí porque yo, en estas semanas finales de agosto, más que en Navidad, veo el año transcurrido, en perspectiva y suelo dedicarme a pensar en el curso que se avecina y fantaseo sobre cómo me gustaría que fuera, formulo mis deseos para el nuevo curso (como si estuviera delante del genio de la lámpara maravillosa) y hago planes, más o menos realizables sobre lo que haré con mi tiempo.</div><div><br></div><div> Lo que dice Ignacio es claro: tengo, cada uno tenemos, un territorio cómodo, un territorio conocido, en el que nos movemos con facilidad y nos apetece quedarnos en él, más cuanto más mayores nos hacemos. Pero la evolución se produce, precisamente, cuando nos atrevemos a adentrarnos en la <i>terra incognita </i> y explorar nuevos territorios. Aún sintiendo el miedo de no tener referencias claras, afrontamos el riesgo de abandonar lo conocido (perder de vista la orilla).</div><div><br></div><div>Pero a la hora de adentrarnos en nuevas tierras, no debemos perder de vista la importancia del deseo, que es como el velamen de mi barco. Sólo el deseo nos puede hacer superar el miedo a lo desconocido, como el hambre hace a los toreros o la pobreza hizo a los conquistadores. Leía otro twet –creo que de Jodorowsky- en el que se decía más o menos que siempre acabamos conociendo aquello que hemos deseado conocer. Es decir, desear un territorio, soñar con él, es en parte estar ya en él. Como desear rezar es estar rezando. O desear amar es estar ya amando, de alguna manera. Lo importante es mantener los deseos, conservar los sueños.</div><div><br></div><div>Entonces, la pregunta clave sería qué deseo? La pregunta fundamental es siempre esa ¿qué quieres? por que eso tendrás. Es la pregunta más difícil de responder y sin embargo, la respuesta está en los hechos, en lo cotidiano de mi vida ¿qué me tiene interesado ahora? ¿En qué me meto tan a fondo que me olvido del tiempo? ¿A qué actividad estoy dispuesto siempre? ¿Por hacer qué estoy dispuesto a quitar horas al descanso? ¿Qué estoy leyendo? ¿De qué estoy disfrutando más ahora? Ojo. No es “qué debería leer”, “de qué me debería ocupar más” o “qué tendría que hacer”. El territorio del deseo es el territorio de mi identidad más profunda. El territorio del deber pertenece a mi condición de miembro de una comunidad, a mi condición de ciudadano. Son cosas distintas. </div><div><br></div><div>El deseo debería estar en la base de toda educación. El maestro debería despertar el deseo en el alumno. Es más. El buen maestro hace descubrir al alumno aquello que sin saberlo deseaba, aquellas cualidades y predisposiciones que él mismo desconocía. La educación es contagio de deseos. Una relación íntima, en este sentido, de compartir deseos, pasiones. Si no hay deseo lo que hay es trabajo, esfuerzo. Sin placer, hay disciplina. Relaciones verticales de poder, recepción pasiva de contenidos acríticos. Pura mecánica. Preparación para un mundo mecánico, economicista. Es el fracaso de la educación, el sometimiento a la masa, al sistema. </div><div><br></div><div>Porque los conocimientos no hacen hombres felices, hombres bondadosos, hombres solidarios, hombres libres. Hay que formar personas, no números.
El desarrollo de las potencialidades individuales empieza por explorar el mundo de los deseos, por permitir a cada persona conocer quién es él en realidad y a qué ha venido a este mundo, en qué actividad va a ser feliz y va a desprender toda su luz, para que la sociedad reciba ese reflejo. </div><div><br></div><div>Foto de Doenjo</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-90836330825573277112013-08-26T02:51:00.000-07:002013-08-26T03:07:04.522-07:00EL GUARDIAN INVISIBLE: ELIZONDO
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHz_ZNKH_n5lHiKYOWGFN6Ucrq63s9KKGqsof-IRMrbM_vnScERdZQceq4rL3dwu58fpbKv7J_TTqxTjDLfEFIaf0dR2OAQEfHXLUMzqKSkpEyKxPwe-PxYMVxw53n_PY_IwM5/s640/blogger-image--558225422.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHz_ZNKH_n5lHiKYOWGFN6Ucrq63s9KKGqsof-IRMrbM_vnScERdZQceq4rL3dwu58fpbKv7J_TTqxTjDLfEFIaf0dR2OAQEfHXLUMzqKSkpEyKxPwe-PxYMVxw53n_PY_IwM5/s640/blogger-image--558225422.jpg"></a></div><div><br></div>Ibamos a Elizondo de pequeños, a ver a los tíos. Al tío Paco y la tía Pili. Ibamos con mi madre y mi abuelo y alguna vez vinieron los tíos Daniel y Teresa.<div><br></div><div>Cuando llegábamos a la cruz del Puerto de Velate un miedo nos sobrecogía. Subir el puerto por aquella carretera llena de curvas, oscura por la abundante vegetación, aquellos árboles enormes, muchas veces con lluvia o niebla, era toda una aventura. Pero, nada más llegar arriba mi madre empezaba a exclamar una y otra vez "qué belleza". Los verdes del valle de Baztán, con una variedad de tonos tan distinta, vistos desde allá arriba, hacían que la bajada fuera un gusto, un placer.<div><br></div><div>Mis tíos vivían al principio en la calle Santiago. Allí nacieron Javier y Ana. Su abuelo había sido el fotógrafo de toda la vida en Elizondo y pocos niños más fotografiados que mis primos. Recuerdo a su abuela muy bien. En el patio de la casa había un columpio donde jugaba con mi pequeño primo. Recuerdo los domingos buscando setas o recogiendo manzanilla. Las excursiones a Otxondo, los merenderos de piedra, las cuajadas de la Venta de la Ulzama...También las brujas de Zugarramurdi y el Baztandarren Bilzarra y al tío Félix, con esa cara de socarrón que tenía. </div><div><br></div><div> Estos días he leído una novela que me ha devuelto a Elizondo. "El guardián invisible" de la donostiarra Dolores Redondo. Se trata de una novela de misterio que nos presenta a la inspectora Amaia Salazar, una joven policía que trabaja en Pamplona y que ha recibido formación del FBI en Quantico, enfrentada a su pasado en la investigación de una serie de asesinatos de niñas en El Baztán. El libro está muy bien escrito. Se nota a Dolores su cariño por estas tierras navarras en los detalles, en las descripciones. La intriga te mantiene en vilo hasta el final.</div><div><br></div><div> Pero para mí el libro ha tenido un aliciente especial. He vuelto a recorrer la calle Santiago (donde viven los protagonistas), casi he podido recuperar el sabor de las tortas de txantxigorri que tomábamos en casa y tanto gustaban a mi madre. He sentido la presencia de esos seres milenarios que habitan los montes de hayas, cuando caminas por el bosque y te metes por medio de los helechos, hasta esos riachuelos de aguas transparentes, con un algo mágico y ancestral alrededor de tí. He recuperado los días de frío y niebla, los jardines de la Iglesia de Santiago y el impresionante Cementerio arriba en la carretera, con sus calles interiores, las estelas esféricas y los ángeles asomando por entre las tumbas. He recordado con emoción a mis tíos, que están allí, frente a las majestuosas montañas ya metidas en tierras de Francia.</div><div><br></div><div>Con la emoción del libro recién terminado, he mandado un wasap a mi primo Xabi, ahora ya médico en Pamplona, para contarle que he vuelto a estar en Elizondo con este libro y ahora pienso que habrá creído que estuve en persona, pero la verdad es que siento haber estado allí otra vez.</div><div><br></div><div> Para los que conocemos aquello y para los que quieran descubrir esas tierras y las leyendas y tradiciones que allí se han conservado, les recomiendo esta lectura, esta amena y bien escrita novela, que será parte de una trilogía del Baztán. </div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-41535559169922539612013-08-19T05:30:00.000-07:002013-08-19T06:32:06.155-07:00KAROO, DE STEVE TESICH<div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXgUfDxVbVrhCn-CX3YoKAeNsMm4UdLB4ou2H5ATqiun1T6u4O_1roHeVc3a6_FpDxXB-uNSXqzYDRwZ7nQmU66B8vtHupvRZDpFwXXXbD1fOidHl_usdUFwlRRk4Ah_T1cvAM/s640/blogger-image-1305290578.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXgUfDxVbVrhCn-CX3YoKAeNsMm4UdLB4ou2H5ATqiun1T6u4O_1roHeVc3a6_FpDxXB-uNSXqzYDRwZ7nQmU66B8vtHupvRZDpFwXXXbD1fOidHl_usdUFwlRRk4Ah_T1cvAM/s640/blogger-image-1305290578.jpg"></a></div><br></div><div><br></div>
Compré la novela para el viaje. Había que hacer muchas horas de AVE, avión y autobús y necesitaba una novela de las gordas. Pero algo divertido, a la vez, que no me distrajera del viaje en sí. <div>Esta novela de Steve Tesich venía precedida de buenas críticas, sobre todo ensalzando su comicidad. La historia parece un poco autobiográfica, pues el protagonista, Saúl Karoo es como el autor un guionista de Hollywood. Karoo se dedica a reescribir guiones de películas, retocar y rehacer las obras de otros, para adaptarlas a las exigencias comerciales del mercado del cine. Se considera una subespecie de escritor de baja ralea, pero es incapaz de defender los valores artísticos del material que destroza, aún siendo consciente de ellos. Eso le hace tener mala conciencia, la mala conciencia que podría considerarse un rasgo definitorio del hombre contemporáneo, cómplice en un mundo sin valores. </div><div> El libro superó todas mis expectativas. No sólo me he reído, sino que he pensado mucho con las reflexiones profundas que en medio de tanta ocurrencia desliza el autor. Me ha llegado y me ha apasionado y no he podido soltarlo hasta terminarlo. Tanto es así que a mitad de viaje, ya me había quedado sin nada qué leer.</div><div><br></div><div> ¿A quién recomendaría leer esta novela?
A los cincuentones que se miran al espejo y presienten que algo está acabando en sus vidas o bien algo está a punto de empezar, aunque ni lo uno ni lo otro ha sucedido todavía.
A los padres que no son capaces de compartir su intimidad con sus hijos y se preguntan si verdaderamente les quieren…pero les asusta terriblemente quedarse a solas con ellos.
A los hijos que no han recibido el amor de sus padres y sienten que nunca podrán querer verdaderamente a alguien si antes no experimentan ese amor que les falta.
A los que no pueden dejar el tabaco y cuando lo dejan quieren una justificación para volver a él.
A los que se separan y no quieren romper del todo con sus parejas.
A los que mienten por sistema, pero se dicen a sí mismos que al mentir, de alguna forma afirman la existencia de la verdad y no son tan malos como aquellos que niegan que cualquier verdad exista.
A los que creen poder ayudar a otros diciéndoles la verdad.
A los que no creen que sea posible encontrar a los cincuenta el amor verdadero, que te permita descubrir en ti tu alma verdadera.
A los que quieran entender un poco el mundo del cine y de Hollywood, en particular.
A los que dudan sobre la autoría de una obra de arte.
A los que gustan de pasar sus vacaciones en Sotogrande.
Y sobre todo, a quienes disfruten de una novela bien escrita.
A los que quieran reírse y pasarlo bien con un autor inteligente.
Y a los que quieran conocer a un tipo odioso del que es posible acabar enamorándose.</div><div><br></div><div>Una crítica, para mi gusto: la última parte de la novela. Desaparece la voz de Saúl Karoo, el protagonista, esa voz en primera persona de la que nos hemos ido volviendo cómplices. Ahí termina para mí la novela, pues lo que sigue es sólo una de las muchas posibilidades a que el argumento nos ha ido conduciendo. El narrador –Karoo- es un mentiroso compulsivo, un fantasioso guionista de Hollywood, un borracho que niega su borrachera…una persona poco de fiar. Por eso, cuando empieza a contarnos el desenlace un narrador omnisciente ya no nos vale la clave de que hemos disfrutado hasta entonces. La complicidad decae y no nos gusta (no me gusta) el final. Me quedo con Karoo.</div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-61842138939872383082013-07-31T04:25:00.000-07:002013-08-02T05:20:12.980-07:00PAPA FRANCISCO EN BRASIL<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgBG2QQO953vx98Ozd2XFbLKN-XM_FHaANqBKkCB92SH6-rZulh8bqmzBsuv41qTPI_1loPF3La8VF_FiQjsBTjz41J_kQCxHIh_AKl-Ftdb8n84BAQbJAJJO1L23y27XlqiRp/s1600/papa+francisco.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" dba="true" height="419" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgBG2QQO953vx98Ozd2XFbLKN-XM_FHaANqBKkCB92SH6-rZulh8bqmzBsuv41qTPI_1loPF3La8VF_FiQjsBTjz41J_kQCxHIh_AKl-Ftdb8n84BAQbJAJJO1L23y27XlqiRp/s640/papa+francisco.jpg" width="640" /></a></div>
¿Cuál es la causa de esa esperanza que está despertando en creyentes y no creyentes este Papa Francisco?
Estos días, en las Jornadas Mundiales de la Juventud, en Brasil, podemos encontrar algunas claves.
Un Papa que comparte mesa y mantel con la gente, que no se aisla en un castillo, ni se pone zapatos raros.
Un Papa que habla sin restricciones con los periodistas. Que lleva su maleta y hace cola para subir al avión.
Un Papa que Habla a la pata la llana y dice cosas simpáticas como eso de “el Papa es argentino, pero Dios es brasileño” o que no le gustan los curas y monjas “con cara de pepinillos en vinagre”.
Una persona cercana y que está por encima de muchas tonterías, mucho boato y palabrería hueca y trasnochada.
Uno más entre nosotros, que dice que convivir con Benedicto XVI es como tener un abuelito en casa.
Un Papa que reivindica la alegría y el optimismo como algo inherente a la condición de cristiano.
Un Papa que quiere una Iglesia para los pobres, que toma el nombre de Francisco, sin ordinales, para recordar al pobre Francisco de Asís.
Un Papa que quiere una Iglesia que acoja a los homosexuales, que no deje fuera a los separados o divorciados, que se debe replantear el papel de la mujer.
Un Papa que entiende que la Iglesia ha de renovarse siempre y que el cristianismo es (y debe ser) revolucionario.
Un Papa que quiere descentralizar las decisiones y hacer colegiado el gobierno de la Iglesia, escapando del eurocentrismo y abriéndose a los cinco continentes.
Un Papa que pide a los cristianos que abran los brazos como Cristo en la cruz, para abrazar a todos.
Un Papa que pide a los cristianos que se identifiquen con una persona, Jesús de Nazareth (más que con unas ideas o unas doctrinas), porque ser cristiano es algo vital y vitalista o no es nada. Ser cristiano es compartir los sentimientos de Jesús, su compasión, su acercamiento a los afligidos para aliviar sus penas, portavoz de un Dios que salva y no condena. Un Dios padre y una Iglesia que ha de ser madre y maternal.
Un Papa que va a canonizar a Juan XXIII, aunque no fuera más que por el milagro de haber convocado el Concilio Vaticano II (el olvidado) y ser para todos el Papa bueno.
Un Papa que en su forma de vivir y de tratar a los demás, creyentes o no, encarna muchos de los deseos de cambio de los cristianos de hoy, que son del mundo y no quieren separarse del mundo, son gente corriente en un mundo que ansía la paz, la justicia, la libertad y que pide sencillez y cercanía, gestos que acompañen las palabras.
francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-35139291783039291682013-07-30T05:41:00.000-07:002013-07-30T05:41:47.185-07:00EL BRUJO REPRESENTA EL ASNO DE ORO <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho-SxGRdLfabo0Dh93N_5kHq8maXSB_fVJ-eey_7XX-7bOSCuCIF0G04WGDdV_zegIzQ3-We22zNyr_aUYq_1-Zg1m0ufOimZI6bhmrBhe0ua76PB96o9DNJl8epITciuLG-Uf/s1600/ASNO.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img bba="true" border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho-SxGRdLfabo0Dh93N_5kHq8maXSB_fVJ-eey_7XX-7bOSCuCIF0G04WGDdV_zegIzQ3-We22zNyr_aUYq_1-Zg1m0ufOimZI6bhmrBhe0ua76PB96o9DNJl8epITciuLG-Uf/s400/ASNO.jpg" width="282" /></a></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">“El Brujo” nos había convocado en Mérida. Rafael Álvarez representaba su último monólogo, basado en la obra de Apuleyo “El asno de oro”, una proto-novela clásica adaptada por el propio actor, a su peculiar forma de hacer, en estreno mundial. El año pasado representó “La Odisea”, con gran éxito y este año se habían vendido anticipadamente siete mil localidades y el sábado estaba completo el aforo de dos mil espectadores. </span></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">El teatro romano de Mérida ya es en sí un espectáculo. La noche no era en exceso calurosa. El “Brujo” apareció elegantemente vestido de blanco, con su rizada cabellera blanca, lleno de luz y energía. Recorrió los graderíos saludando a los asistentes y nos contó a todos la noche del estreno en la que la función se fue a las tres horas y media. ¿Qué hace “El Brujo”? No es Teatro. Es comunicación, es magia, es malabarismo verbal. Baila, canta, se contorsiona. Es el autor y es el que le contó al autor lo que alguien a quien encontró en las termas le contó, y es también el que se lo contó al que lo contó al autor que ahora lo cuenta. Es hombre y es mujer, es odre de vino y búho, y en determinado momento, merced a un fallido embrujo de la criada y amante del protagonista de la historia…se convierte en asno. Y lo increíble es que a partir de ese momento, por su magia interpretativa, lo que vemos ES un asno. Un ser humano con cuerpo de asno y…con atributos de asno, lo que desencadenará toda una serie de situaciones propicias a la procacidad tan querida por los clásicos latinos. El asno será utilizado sexualmente por hombres y vendido a una mujer mucho menos púdica que él mismo, hasta que por intervención de la Diosa tierra (Ceres, Isis), pueda deshacer el encantamiento comiéndose la corona de rosas de un ceremonial religioso. </span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Dos horas de diversión y de risa, en las que “El Brujo” consigue una crear una relación especial con el espectador, una relación de cercanía y complicidad, obrando el milagro de transformar la amplitud del teatro en un encuentro de sala de estar. A la vez que despliega su dominio total sobre el escenario y utiliza sus dotes de seducción, aprovecha el vehículo literario para entrar a saco en los temas candentes de la actualidad, en la corrupción, los sobres, los recortes, los Ayuntamientos que no pagan, el IVA impuesto a la cultura…y se mete con las autoridades locales presentes y ausentes (Monago), abiertamente aunque siempre con simpatía.</span></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Algunas críticas han incidido en cierta confusión en la primera parte del espectáculo, quizás innecesariamente larga y sin relación con la trama principal. Es verdad que la segunda parte supera en comicidad y ritmo a la primera. Pero, en cualquier caso, asistimos a un despliegue impresionante del actor, que se desgasta hasta el agotamiento en su entrega al público emeritense, que ya le espera para el año que viene, con un nuevo monólogo que seguro será marca de la casa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-29110649109465259042013-07-25T09:51:00.004-07:002013-07-25T13:18:24.998-07:00LA VERDAD SOBRE EL CASO HARRY QUEBERT<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyhyphenhyphen42X3eASFYUynf-j3-G1p_HsHBV8OiDUdczxW-6NMedjG01Ik_i7bysJlgFt9zC2vaQGQ5ATNVoJRGSKOPGjSJQc5EGJPs2h-8gQzUBS-ETuqhp8zddtKKkilJ3dVNB8KWo/s640/blogger-image-1700415934.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyhyphenhyphen42X3eASFYUynf-j3-G1p_HsHBV8OiDUdczxW-6NMedjG01Ik_i7bysJlgFt9zC2vaQGQ5ATNVoJRGSKOPGjSJQc5EGJPs2h-8gQzUBS-ETuqhp8zddtKKkilJ3dVNB8KWo/s640/blogger-image-1700415934.jpg"></a></div><br></div>
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_E6Qb4E4IxkliLXoquE88lyDaJerOtuJ3QX_lvoJfu10BFYgItSfTEIiRAYRw0wApkh5HICinlB7Wx5dzdn1iPwhni1mOoIXmEdY21g1kr3dSG0ZSZ4WwyvUd4NEW7Tt3aU86/s1600/hopper1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img bba="true" border="0" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_E6Qb4E4IxkliLXoquE88lyDaJerOtuJ3QX_lvoJfu10BFYgItSfTEIiRAYRw0wApkh5HICinlB7Wx5dzdn1iPwhni1mOoIXmEdY21g1kr3dSG0ZSZ4WwyvUd4NEW7Tt3aU86/s640/hopper1.jpg" width="640"></a></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Una buena novela es aquella que nunca quisieras que terminara. Eso justamente me ha pasado con “<em>La verdad sobre el caso Harry Quebert</em>”, un best seller que compré como lectura típicamente veraniega, sin mucha convicción, pero que ha resultado ser una muy buena novela, con una estructura endiabladamente bien construida, que va creciendo en interés y complejidad conforme avanzas en la lectura. </span><br>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Claro, lo que pasa en estos casos, al final te acabas la novela dándote un atracón, sin tiempo para masticar las palabras ni saborear apenas la lectura. Estás deseando encontrar novelas que te atrapen, pero a la vez odias esa forma de leer a grandes tragos, porque sabes que va contra todas las reglas de la degustación lectora. Es como una pasión amorosa, que te desestabiliza y te enreda en su maraña, que te deja a merced del otro y a la vez te da la vida y no te deja vivir.<o:p></o:p></span></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Y eso pasa con esta novela. Como una amante, Joël Dicker se va apoderando de ti, te va desarmando, hasta que te entregas a esa historia sucesivamente romántica y sórdida, divertida y trágica, tierna y brutalmente violenta. Y cuando ya te tiene atrapado e indefenso, en el último tercio del libro, empieza a hacer contigo lo que (literariamente) quiere, te empieza a engañar, te empieza a hacer trampas, te encela y te hace entrar al trapo, y tu embistes una y otra vez y sin respiro, como un toro bravo y noble.<o:p></o:p></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Y en el centro de la bien urdida trama, el misterio de un personaje <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>inolvidable: Nola, la muchacha cuya desaparición, hace treinta años, conmocionó a un pequeño pueblo de la Costa Este americana (Aurora), sacudiendo las plácidas y vulgares vidas de sus habitantes. Una figura frágil que va agigantándose conforme conocemos su historia, hasta convertirse en toda una heroína.<o:p></o:p></span></div>
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<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Sin embargo, con ser buena la historia y mejor la forma en que se cuenta (ajustada al milímetro con gran instinto y técnica narrativa), de lo que se nos habla es de la escritura del libro que cuenta esa historia. Como en un juego de espejos, un escritor joven que no es capaz de empezar su segunda novela, después de dos años de haber publicado la primera, busca en su desesperación el consejo del maestro consagrado que le enseñó a ser escritor, y se encuentra con la historia real de cómo su maestro fue capaz de escribir su obra maestra, y convierte en tema de su libro la historia de cómo esa obra maestra fue escrita. El libro, rizando el rizo, nos narra el proceso de su propia escritura, edición y publicación. Por lo que es la historia del libro sobre la historia del libro. En ello algunos lectores han recordado al Quijote, cuando en la novela aparecen los papeles de Cidi Amete Benengeli, y el protagonista lee en ellos sus propias aventuras. <o:p></o:p></span></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Aquí es donde se confunde en la narración, la realidad y la ficción, al modo y gusto de Vila-Matas. Porque este es realmente el segundo libro del joven escritor suizo Joël Dicker. Y cuando vamos a los agradecimientos, algunos nombres coinciden con personajes del libro. De eso nos habla el libro también: de ser escritor hoy. Y aunque lleve la acción al mundo editorial americano, lo que Dicker plantea son cuestiones universales que interesan a cualquier aficionado a la lectura. La relación entre literatura y mercado editorial. La mercantilización del arte. La publicidad y los gustos literarios. El tiempo limitado para captar la atención sobre un libro. El papel de Internet. Dicker dibuja el personaje del editor y el personaje del agente literario, no sabemos si tomando como modelo a los suyos propios, con una mezcla de cinismo e ironía, riéndose abiertamente las reglas del capitalismo que hoy soberanean sobre la literatura: los adelantos, los plazos, los servicios jurídicos de las editoriales, el empleo de “negros” para ayudar a los escritores consagrados (para qué van a escribir si no es necesario), los lanzamientos, las giras promocionales, los contratos millonarios, lo efímero de la fama.</span><br>
<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
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<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: 'Tahoma','sans-serif'; font-size: 14pt;">Al margen de los mercados, Dicker hace hablar al escritor consagrado y al joven que comienza su carrera. Y nos da en los 31 capítulos, en orden decreciente, su preceptiva literaria. Una preceptiva que presenta el entretenimiento como honesto objetivo de la escritura, contraponiendo el arte de contar historias usando palabras al elitismo literario que ve en las palabras un fin en sí mismo. El libro no es una sucesión de palabras bellas, es una relación entre personas. El libro hay que escribirlo como quien boxea, golpeando y encajando los golpes, siguiendo adelante a pesar del miedo, porque vencerse en la vida es vencer.<o:p></o:p></span></div>
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francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-30736782982641588602013-07-20T11:08:00.001-07:002013-07-20T11:28:48.724-07:00LA MEJOR OFERTA<div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjatixA5ZUbm9CNoqg2sC_dWi7NwPazEZZzOae2JHLQ5XP5U8EBW3XfDRhAYObvXiX2s_oQd69FrJhBsqI1Pu3rw3JG8Ort7jjdng-c_hqxQkY-Glk7FnrqV_YljLhFFvJEq9Bg/s640/blogger-image-457398278.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjatixA5ZUbm9CNoqg2sC_dWi7NwPazEZZzOae2JHLQ5XP5U8EBW3XfDRhAYObvXiX2s_oQd69FrJhBsqI1Pu3rw3JG8Ort7jjdng-c_hqxQkY-Glk7FnrqV_YljLhFFvJEq9Bg/s640/blogger-image-457398278.jpg"></a></div><br></div>El protagonista de "La mejor oferta" se defiende del mundo, se defiende para que nadie pueda hacerle daño. Sus rutinas, su frialdad, sus modales, sus cientos de guantes le sirven para<br> evitar el contacto humano con los demás. Sólo en la soledad de su casa, el experto tasador baja la guardia. Ha creado un mundo de arte en el que se refugia para disfrutar de la compañía de jóvenes mujeres pintadas por artistas de todos los tiempos, entablando con los retratos un diálogo casi amoroso, en el que sublima una relación que en la vida real rehuye. <div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ204exdGihnfKFyR-TPuvFtAcLDMByh7MhPfPHe74kDWkNpOZZFFFb7Uuxw8xQbPutiyxdXTMeYrt71K18527qWiBgnY-OOPDwqPOqeNVV3wUDONZy-4Dj_q8n-TcdFwHFlxl/s640/blogger-image-1786496393.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ204exdGihnfKFyR-TPuvFtAcLDMByh7MhPfPHe74kDWkNpOZZFFFb7Uuxw8xQbPutiyxdXTMeYrt71K18527qWiBgnY-OOPDwqPOqeNVV3wUDONZy-4Dj_q8n-TcdFwHFlxl/s640/blogger-image-1786496393.jpg"></a></div><br><div>No le interesa la mujer real sino la soñada. La que sueña cada noche en la cámara acorazada de su casa, a resguardo del amor y sus torturas.</div><div>Por eso es capaz de enamorarse de una voz, de una mujer joven que no se deja ver. De una mujer que se muestra tan frágil como él mismo. Tan temerosa del mundo y del contacto con los otros, tan encerrada como él en un mundo propio pequeño, sin salida, asfixiante.</div><div>Son almas gemelas, a pesar de las apariencias. La fragilidad se reconoce en el otro y se hace fuerte para el otro. Y el amor se convierte en deseo de romper el aislamiento del otro, de liberarle, para encontrar la propia liberación.</div><div>Es un hombre mayor y ella una mujer joven. No es una relación normal. Se encuentran como naúfragos, tras hundimientos personales. Solitarios. </div><div>En un momento alguien dice al tasador, al experto en falsificaciones, que el amor también se puede falsificar, que en Internet escuchas la voz de alguien a quien crees ir conociendo, de quien te sientes de repente cercano, unido por una intimidad que no has sentido antes...alguien de quien quizás te enamoras antes de haberos visto las caras. Todo sucede en tu interior y quizás te engañas y no ves la realidad. Y quizás es lo de menos. Porque es real lo que esa voz te ha hecho sentir.</div><div>Podría haberse quedado ahí la película. En realidad, todo lo demás, la realidad, importa quizás menos. Resulta trivial. Desmerece del sueño y el anhelo de la búsqueda. Y casi siempre se encuentra uno ante un espejismo creado por la mente.</div><div><br></div><div><div class="separator" style="clear: both;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqPkCTFRKLO5Og0kckM-ihLW0ZVJV_y5yhd-ImaipCwYd6GOdOGcrk57WLSsPlrtKi51bbccUiaIT57Po_JiacAwuDkuqb2cjEIKgq-GrbaeD6NDiARwyJDoy4N4ungWtimlyG/s640/blogger-image-1690215495.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqPkCTFRKLO5Og0kckM-ihLW0ZVJV_y5yhd-ImaipCwYd6GOdOGcrk57WLSsPlrtKi51bbccUiaIT57Po_JiacAwuDkuqb2cjEIKgq-GrbaeD6NDiARwyJDoy4N4ungWtimlyG/s640/blogger-image-1690215495.jpg"></a></div><br></div></div>francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-21372606648719930682013-07-18T04:32:00.004-07:002013-07-18T04:32:55.249-07:00ABRAZOS IMPOSIBLESEstos días calurosos en que uno se queda solo en la ciudad, son días melancólicos, tardes melancólicas. Cuando llegas a casa del trabajo acalorado, enciendes el aire acondicionado, conectas la tele, coges una cerveza del frigorífico y te la tomas en la cocina, mientras piensas en qué vas a prepararte para comer. Y en estas, cambiando de canal, te encuentras con la película de Isabel Coixet, "Mi vida sin mí", en esa escena en que ella se queda dormida en la lavandería y el desconocido que fue a buscarle un café, se queda junto a ella, mirándola, velando su sueño.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAinvRGeFNs2kHZv6Jv0NuEBd3vjfyKgdOWM3pgwtndMbzBVFpM9gIP0auWMplxJo5lynLRI_Co8RdZhGcVjHk46oh43oXahVDdsesF4W4qM7oduqLIZlQaCpdOiLIL7T3C2KW/s1600/mi+vida+sin+mi.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="211" iya="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAinvRGeFNs2kHZv6Jv0NuEBd3vjfyKgdOWM3pgwtndMbzBVFpM9gIP0auWMplxJo5lynLRI_Co8RdZhGcVjHk46oh43oXahVDdsesF4W4qM7oduqLIZlQaCpdOiLIL7T3C2KW/s320/mi+vida+sin+mi.jpg" width="320" /></a></div>
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Y ya te quedas viendo esa película que en su día te emocionó y ahora te emociona de nuevo, de esa joven esposa y madre que ha sido deshauciada y va por ahí dando abrazos que son despedidas, sin que nadie lo sepa. Esa chica que conoce el amor cuando ya no puede sino llenarla de dolor. Y esos abrazos de la película son abrazons en los que la muerte está al lado de los amantes. Sólo para ella son abrazos desesperados, abrazos sin esperanza. Y sientes que todos nuestros amores son así y todos nuestros abrazos son intentos desesperados de agarrarnos unos a otros para escapar de la muerte.<br />
Y así, vas comiendo tu comida a bocados y bebiendo demasiado vino y haciendo casi pucheros, porque la película que te ha tocado se las trae.<br />
Ya es una tarde marcada por el amor y su imposibilidad y al día siguente buscas entre tus CD y encuentras "Lost in translation" de Sofía Coppola, porque recuerdas un amor parecido, un amor en el que ambos están casados y se encuentran solos. Y están en Japón, donde todo es extraño y ajeno.<br />
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFLM44RrllnLxGJkvr6mfQUGcMZP2naaALAMZazHJuoWJuvUh6pthxKxs4hmqfSIjngtQGVirJgFUXbxi-1gG54ogQan5tK-duDG95ofM-EvmWG2TbnF2UgMnx1QwsAPNprvHC/s1600/Lost-in-translation.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="203" iya="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFLM44RrllnLxGJkvr6mfQUGcMZP2naaALAMZazHJuoWJuvUh6pthxKxs4hmqfSIjngtQGVirJgFUXbxi-1gG54ogQan5tK-duDG95ofM-EvmWG2TbnF2UgMnx1QwsAPNprvHC/s320/Lost-in-translation.jpg" width="320" /></a></div>
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Como la mujer de "Mi vida sin mí", ésta es joven, está casada y quiere a su marido, pero él apenas está con ella, absorvido por su trabajo de fotógrafo. Él es un actor de cine en declive, cuyo matrimonio dura ya veinticinco años y se ha convertido en algo donde falta la alegría compartida de los primeros tiempos. Es difícil, le dice a ella. Pero ambos en su soledad se encuentran. Separados por la vida de cada uno, por el tiempo de que disponen, apenas dos días, por la edad, por el entorno frío, estridente, hostil de la capital nipona. Y en esa imposibilidad de encontrarse, se encuentran. Y su abrazo final es un abrazo de amor ante la imposibilidad del amor. <br />
Abrazos, más que besos. Abrazos para olvidarnos en ellos, para fingir en ellos la eternidad que se nos niega. Y a pesar de todo cuánto necesitamos abrazarnos. francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-1936246480972072452013-06-11T09:47:00.001-07:002013-06-11T10:02:32.520-07:00QUEDATE CON NOSOTROS, SEÑOR, PORQUE ATARDECE: ALVARO POMBO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSCN_YWaEfNnz63lDqmdts5pxcJ1e7ES0gK8bGzefr1iqtpT9atHNrtrz7l_FCvdwYqMJuFel5Vc-1sK0_mftgULFwBfyKBGjaNDj8tMlyN8mkoHJOyodVjPN0od8pjDhmRNOZ/s1600/Alvaro-Pombo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" cya="true" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjSCN_YWaEfNnz63lDqmdts5pxcJ1e7ES0gK8bGzefr1iqtpT9atHNrtrz7l_FCvdwYqMJuFel5Vc-1sK0_mftgULFwBfyKBGjaNDj8tMlyN8mkoHJOyodVjPN0od8pjDhmRNOZ/s320/Alvaro-Pombo.jpg" width="320" /></a></div>
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Alvaro Pombo confunde. Dice cosas raras, cosas que la gente no entiende. Por ejemplo, que es un homosexual homófobo (?), que le da la risa cada vez que un señor dice de otro que es su marido (aunque Pombo sostiene que moriría por defender el matrimonio gay), o que con Franco o Pinochet, España y Chile progresaron. Son cosas...raras. Pero no parece importarle que le entiendan o no. Él va a lo suyo. Él es coherente consigo: es un extravagante, el único miembro de su equipo. Es, como al parecer le llaman sus amigos por su singularidad, "la persona".<br />
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Pero, el caso es que, contradictorio, a mí me llega.Y cuando algo o alguien te llega, te conmueve o te hace pensar...es porque en él reconoces algo, no sabes qué. Y ese algo es algo tuyo: eres tú. Yo me reconozco en muchas de las cosas de Álvaro, en esa vocación de<em> out-sider</em>, en su gusto por jugar con las ideas, en su irreverencia, en su opción por las grandes palabras (verdad, bondad), frente a las pequeñas palabras estratégicas y retóricas (las que buscan confundir o seducir a otros).<br />
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Alvaro Pombo ha dicho algunas cosas que me interpelan estos días, días difíciles por distintos motivos, días en que me es necesaria la alegría del poeta. Ha citado a Rilke, sobre todo, para explicar que lo inexistente puede cobrar existencia si amamos su posibilidad. Lo que no hay ahora, lo que no encuentro a mi alrededor, puedo contribuir a crearlo, si amo esa posibilidad de ser las cosas (o las personas) como no son ahora. Como ese animal que no existe y que, a base de amarlo en su posibilidad misma, crearon los poetas: el Unicornio, un animal en el que el amor pujó tanto que hizo nacer un cuerno en la frente. Quizás si amo en alguien una posibilidad de ser que hoy no es real, puedo hacer real, amándolo, eso que es inexistente. Confiar en ese joven que se desentiende de todo, que parece complacerse en oponerse a tí y al mundo, que se siente desgraciado, ver en él, en su interior, algo grande, algo santo, puede ayudarle a ser mejor. Tu amor puede alumbrar una transformación.<br />
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También me consuela Pombo, cuando cita a Rilke. En estos tiempos ya esperamos victorias. Pero ¿quién habla de victorias? Sobreponerse es el todo. Estar por encima, un poco por encima, de los acontecimientos que tienden a arrastrarnos al desánimo. Seremos derrotados, seguramente, pero siempre podremos asomarnos por sobre cada derrota, un poco por encima de cualquier fracaso.<br />
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Alvaro Pombo, con su ternura especial, con su alocada exaltación a veces, con su inconsistencia también, reivindicándose como ejemplar único, dice cosas importantes, nos da una lección de libertad. Si bien, una libertad que, como recuerda, no deja de ser una laboriosa negociación con las propias necesidades. Porque cuando pasan los años, se percata uno de lo mucho que de necesidad hay en su propio modo de ser. Pero aún gestionando esa necesidad se puede vivir la libertad.<br />
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Los maestros enseñan, más que cosas (conocimientos), actitudes. Enseñan sobre todo a vivir. Y transmiten, principalmente, desde el entusiasmo. Alvaro Pombo es un entusiasta, un entusiasta de la vida, vale decir, por tanto, un maestro. Como poeta verdadero, busca sentidos personales en lo profundo de las cosas, en la entraña de las realidades domésticas, donde cabe participar de la exaltación y fulguración del ser. Es capaz de viajar alrrededor de su pequeña vivienda madrileña, en busca de epifanías cotidianas, entre sus cosas de siempre, entre recortes de periódico, pesas y estorninos.<br />
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Su último libro, "<strong>Quédate con nosotros, Señor, porque atardece</strong>" retoma temas como la religión y la fe personal, la trascendencia, la posibilidad de perseverar en la oración sin un apoyo institucional o comunitario. El título procede del Evangelio, es una petición de los discípulos de Emaús a un caminante que hacía camino con ellos, una tarde, cuando desmoralizados huían de Jerusalem. En ese momento de la tarde, cuando se pierde la esperanza, cuando se va ocultando el sol, cuando atardece la vida, a lo mejor alguien se presenta, alguien que trae una palabra de consuelo, de esperanza. A lo mejor, en ese momento, entendemos lo que se nos había dicho, lo que habíamos oído sin entender. Cuando atardece, es necesaria la luz. <br />
Alvaro Pombo sigue caminando, en esta novela, entre sus temas de siempre, con su entusiasmo indemne, con sus contradicciones poéticas, como un profeta tronante en ocasiones, o como un abuelo entrañable otras. Complejo, como cualquier persona. Cristiano, sí, pero siempre heterodoxo. Elaborando sus ficciones. Diciendo cosas en las que algunos, sus lectores fieles, nos vamos a reconocer. <br />
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<br />francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-19797536.post-20675591840398760652013-06-04T08:47:00.000-07:002013-06-04T08:47:04.831-07:00LA REALIDAD (II)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj16qC6GTQehshLQR-dZmsqVi2Y_quunm_VbNZzhJCIl8gZHPNcqdXqBHK0YKUjF61fjronARzwwZ2p2hkerRLbizU9ccYaGpOXTi6Fpn0BWdrh5efrSa6EEfHFPBLURSvWkhY0/s1600/TETERA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="120" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj16qC6GTQehshLQR-dZmsqVi2Y_quunm_VbNZzhJCIl8gZHPNcqdXqBHK0YKUjF61fjronARzwwZ2p2hkerRLbizU9ccYaGpOXTi6Fpn0BWdrh5efrSa6EEfHFPBLURSvWkhY0/s320/TETERA.jpg" width="320" yya="true" /></a></div>
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Muchas veces la realidad es una simple interpretación. Lo que yo veo, cómo experimento lo real.<br />
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(La foto apareció hace unos días en la prensa, a raíz de las críticas provocadas por el diseño de una cafetera en Estados Unidos. Hay quien opina que hay que estar muy mal para ver en ese asa un flequillo)francisco arangurenhttp://www.blogger.com/profile/14666323052158478102noreply@blogger.com1