Wednesday, June 14, 2006

EXAMENES

(Para Badly)

Aquél examen iba a ser definitivo en mi vida. Me jugaba mi futuro a una carta. Por eso, una semana antes, una tía mía me había enviado una estampita de Santa Gemma Galgani, con una reliquia (un minúsculo trocito de tela o madera). La llevaba en la cartera. Comencé a recitar los temas que me habían correspondido ante el tribunal. Estaba muy nervioso. En el segundo tema, repentínamente, perdí el hilo y mi mente quedó en blanco, no sabía seguir. Me bloqueó el pánico. El tiempo se detuvo. Estaba paralizado, en pie ante aquellos señores oscuros. Entonces, por un momento, me acordé de la estampa y me toqué instintívamente el costado. Y fue en ese instante cuando vino a mis labios el resto de la frase que había dejado interrumpida. Y no sé cómo, como un autómata, continué sin pensar, soltando la retahila hasta el final. Y así, según diría mi tía, Santa Gemma me hizo aprobar y debo a su reliquia lo que luego he sido.

Suerte a todos los que, en estos días, se examinan.

3 comments:

  1. A veces creer firmemente en algo nos da seguridad y al final es verdad que ese algo obra el milagro. Saludos

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  2. Anonymous9:40 AM

    Yo recuerdo que le tenía pavor a los examenes. Después de presentar muchos, muchos, como que ya no los siento tan sobrecogedores. Prefiero hacer un trabajo escrito, que presentar un examen con preguntas.

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  3. Yo tambien prefiero hacer un trabajo escrito. Poder sopesar y organizar las palabras hasta que encuentro la frase correcta. Pero para cuando eso ocurre, la gente ya se ha dado la vuelta. Deberían volver a ponerse de moda las cartas, con su nerviosa espera llena de espectativas.
    Lástima que la vida no sea como los trabajos de la escuela y que los exámenes sorpresa sean el pan de cada día.

    (mil gracias)

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