Friday, January 11, 2013

UN DÍA DE AQUELLOS


¿Qué pasó esos días? La gente temía el fin del mundo para una fecha señalada hace cientos de años por los sabios mayas. Difícil de creer, pero parecía encajar con la catastrofe general, con el agotamiento de las esperanzas. Era la fecha en la que los blogs recuperaban su vocación literaria, pues para chatear se había impuesto el Watsap, gratuito e inmediato. Coincidió con el sorteo de Navidad. El fin del mundo, digo. Yo había vuelto a escribir para mí, en distintas agendas repartidas por la casa, donde ponía lo que me pasaba, para entenderlo y hacerme, a mí mismo, ver con más luz. Me había encargado del niño hace tiempo. Las fotos de esos días previos (ahora repaso el IPhone) eran de árboles que habían perdido las hojas y entrelazaban sus ramas desnudas como queriendo abrazarse (y me abrazaban también). Era Navidad y estaba preparando en mi corazón el nacimiento del niño, de la inocencia y el asombro ante todo lo del mundo, todo lo viejo pero nuevo para el que abre los ojos por primera vez a su esplendor. Y recordaba a los pastores, humildes, sencillos. Y añoraba esa duración más lenta de la vida, que también añoraba Battiato al cantar los trenes africanos (tu madre se asoma a la ventana y se acuerda de tí). Battiato me acompañaba al fin del mundo. También Antonio Vega, el sitio de mi recreo. Ahora recuerdo esos días en que volvía a leer Cuentos de Navidad de Dickens. También el señor Scrooge veía todo con nuevos ojos después de asistir a su propio funeral. Los fantasmas pueden ser felices al fin. De esos días tranquilos me queda el recuerdo de una paz y un abandono, paseando con mi perra por la noche de las calles de la ciudad, bajo un cielo limpio lleno de estrellas. "Dios hizo el sol para la mañana...y estrellas para presidir la noche", para acompañarnos en la noche. Hay consuelo, consolaciones. Y mi perra revolotea a mi alrededor y soy su dios bondadoso y a veces, cuando su juego me cansa ya, su dios enojado. Estoy de vuelta del fin del mundo. Fue uno de esos días (22 o 23 no recuerdo) cuando empezó de nuevo el mundo.