Monday, April 28, 2008

LA FRIVOLIDAD

Como dijo Carmen Posadas en una entrevista, "siento debilidad por los frívolos". Yo, en especial, siento debilidad por Carmen Posadas. Esta mujer, de poderoso atractivo, dice una cosa que suscribo: "prefiero ser ingenua antes que ser malvada". La ingenuidad y la frivolidad embellecen a Carmen. Son atributos con mala prensa. Pero ambas aligeran la vida y saben plantarle cara a las cosas con una sonrisa. Solucionar graves problemas puede empezar por tomarse unas cervezas juntos y charlar o por conocer a alguien que conoce a otra persona.
Uno de los cuentos de Carmen Posadas trata del aburrimiento de los ricos. Lo tienen todo a la vez, y en la vida hay que ir ganando las cosas poquito a poco. Es éste el lado amargo de la frivolidad: cuando es un mero alivio del aburrimiento. Yo me refiero a otra cosa: a la mirada superficial, que es la más profunda y la más inteligente. La frivolidad es una barricada contra lo infatuado, lo altivo, lo solemne. La solemnidad es la impostación del ignorante. La sacralización del pensamiento: el dogma. Lo serio es desechabla por su pretensión de serlo. Al final, la belleza, el atractivo, la clase y la ironía son algunas de las formas más elevadas de la inteligencia. Y desde la inteligencia se puede vivir y convivir.

Saturday, April 19, 2008

SI SALGO DE ESTA

Para ella, que estaba preocupada por mi silencio.

En la televisión ponen una película sobre uno de los aviones secuestrados el 11-S. Aquél que no alcanzó su objetivo porque los pasajeros se revelaron e hicieron frente a los islamistas suicidas. La reacción humana en esos momentos es comunicar con los seres queridos, decirles que les quieres, despedirte de ellos, encargar a tu amigo que cuide de todo cuando tú te hayas ido. En esto, una azafata que habla por teléfono con alguien dice la frase que me llega: "si salgo de esta...no volveré a volar".

"Si salgo de esta". En mi vida he dicho -para mí mismo- esto, en ocasiones señaladas, que ahora recuerdo. No salí de aquello, pero de haber salido, lo hubiera dejado todo por ella, para que fuera feliz donde únicamente podría haberlo sido, por el tiempo que se nos hubiera concedido.

"Si salgo de esta...haré las cosas de otra manera, cambiaré de vida". Renunciaré a mis ambiciones, me iré a vivir a un pueblo pequeño, para hacer allí una vida tranquila, cotidiana, rutinaria, viendo a las mismas personas cada día, manteniendo las mismas conversaciones (como una salmodia del vivir)...Dejaré tiempo para compartirlo con mi hija, para estar juntos, sin hablar...Me acercaré a mi madre, me sentaré a su lado y la escucharé y cuando calle la abrazaré y le diré que le quiero. Habrá tiempo de sobra para mirar el cielo, podré sentarme al sol en una plaza cuando otros trabajan, y tomarme una cerveza tranquila en el bar de Paco, el comunista, antes de volver a casa, hablaremos del Betis -nuestro equipo- y haremos alta política con los tertulianos de costumbre.

Si salgo de esta ya no aceptaré más encargos, ni más halagadoras proposiciones cuyo desempeño me agota. Me echaré a perder, cambiaré mi prometedora carrera por mi vocación de artista o místico. No aspíraré a ser distinto a como soy, no aspirare a ser mejor de lo que soy. Aceptaré el anonimato y el silencio. Me iré a vivir dentro de mi corazón, para buscar en él esa luz para la que he sido creado, iré buscando la intensidad del sentimiento, aprendiendo a rumiar los textos que me han acompañado estos años, iré a lo despacioso del tiempo, a los paseos, a la soledad...Si salgo de esta. Volveré al alma, si salgo de esta. Perderé todo el tiempo del mundo, si salgo de esta. Gustaré de lo que antes tenía y no gusté, si salgo de esta.

Por cierto, a la mañana siguiente leo que el Ministro ha declarado que la crisis se va a prolongar hasta 2011. Y pienso..."si salgo de esta..."

Thursday, April 17, 2008

DIEZ SENTIMIENTOS

Cada día paseo por el puente, hacia el trabajo o de vuelta del trabajo. El puente antiguo que estaba antes que yo viniera y que seguirá cuando ya no esté. El puente que, al volver, me deleita con las casas de colores de la ribera, y al ir con el parque ciudadano, sus ciclistas, los que van haciendo deporte a los cincuenta, sus árboles cuyas ramas se hunden en el río.
Ayer, cuando caminaba hacia las promesas del puente, me agredieron unas pintadas en el suelo: "Sólo vivo para amarte", "Mi pequeñita es para siempre", "Momentos inolvidables ¡contigo!"...Qué pena toda esa belleza vandalizada en nombre de una desmesura amorosa. Mi andar estaba jalonado de mensajes ("Mejor que yo hay miles, que te quieran más que yo ninguno") que ensuciaban el amor. Me ofende ese acto de manchar los suelos, las paredes, en nombre de una cuestión personal que a ninguno nos importa. Pienso en ese hombre que pinta por las noches...será quizás un maltratador, pues pisotea la belleza. Su forma de amar es violenta, rompe, atruena su amor a los cuatro vientos, como un grito de guerra, que no reconoce cuartel ni alternativa. Pienso en esa mujer cuyo recorrido diario al trabajo -único consuelo del que vive en medio de la angustia- se ve ahora emponzoñado por esos mensajes. Ella sabe quién ha escrito por los suelos. Y pienso en su angustia al descubrir en su enamorado a un demente que no conoce los límites del respeto, ni atiende a razones, incontenible en su deseo. Qué soledad y qué desamparo ante tanta prepotencia. Que prepotencia frente a la simple belleza de la ciudad que quisiéramos compartir.
Pero al siguiente día vuelvo. Reanudo mi camino al trabajo, por el querido recorrido del puente. No puedo permitir que estos sucios garabatos frustren toda la belleza que cada día me proporciona ese entorno privilegiado del paseo. Pienso que la magia está de mi parte, si la utilizo bien. Y esa magia puede convertir esos textos bárbaros en palabras cariñosas de la Vida (o Dios) dirigidas hoy a mí. O mejor, Dios (o la Vida) me hablan en toda esa belleza y aprovecho esas pintadas del camino para enviarle mi amor por todo lo que ha hecho y pedirle que, por hoy, todo esa belleza que dió al mundo sea mi enamorada y yo sólo viva para ser de ella.