Monday, January 31, 2011

EL MAESTRO DEL REY


"El discurso del rey" presenta a un profesor sin título, sin credenciales. Alguien capaz de enseñar a otros, de ayudarles a superar ciertos problemas. Alguien que tiene una habilidad especial.
¿Cuáles son sus reglas? Esto me interesa, porque yo también enseño a otros.
La primera, que las reglas las pone él. "Es mi país, son mis leyes". Se siente con derecho a tener su propia manera de hacer las cosas. Ser original e incluso exótico, porque cada persona "es" original y en ello reside el secreto.
La segunda. Es consciente de la esencial igualdad entre maestro y el alumno. Se siente igual a un rey. Y sólo entre iguales puede haber la confianza que requiere una ayuda. Es capaz de ayudarle, pero sólo si ambos se tratan por su nombre, incluso por el diminutivo familiar. Es una colaboración amistosa, cuyo éxito final se basa en la confianza mutua.
Tercera. Sólo hay progreso si se desea de verdad. Si se necesita vitalmente ese aprendizaje. Nada sirve si no hay una motivación previa. Y esto debe saberso el alumno: saber por qué (o mejor, para qué) necesita lo que ha venido a aprender.
Cuarta. No basta conocer determinadas ténicas, para enseñar algo. No bastan los conocimientos. Es necesario profundizar, conocer bien al otro, para poder ayudarle. Ir a la raíz. A la pregunta que espera respuesta en él. Esa pregunta personal que es la clave de su deseo de superación. Y hacerle consciente de esa pregunta es lo esencial para que él ponga todo lo demás.
Quinta. Para superar los límites, para avanzar, todo vale: hay que decir palabrotas, cantar, bailar, sacar de dentro todo lo que uno tiene. Aprovecharlo todo.
Este maestro verdadero, apuesta por su alumno, sabe que le puede ayudar, que basta que él se de cuenta de que es capaz de lo que no creía posible, proporcionarle un momento de gloria, para que pueda ganarse su propia estimación, ayudarle a cobrar conciencia de su dignidad.

El personaje es magnífico, un hombre verdaderamente libre, pues su dignidad no está condicionada por su estatus social o económico. Es consciente de su valía, más allá de títulos o cualificaciones. Sabe que es bueno en su trabajo. Es consciente de la riqueza de su vida, porque está satisfecho con ella, con su casa, con su familia. Y no necesita más. Eso le permite tratar de tú a tú a todo un rey. Por que él se reconoce a sí mismo como un rey.
Una gran película y un personaje inolvidable.

Monday, January 24, 2011

DOS HERMANOS



Dos que son uno, siempre estarán juntos. Una película sobre la soledad, la soledad del niño y del adulto, con un final maravillosamente irreal y super romántico (qué bien lo he pasado llorando con la música de ese sentimental, Clint Eastwod). Y muy bien que hace, porque por merecemos ser felices. Es una película rara -he leído (entre las críticas, en general duras)-, rara porque con imágenes de una gran luminosidad, cuenta historias muy tristes. Como la muerte, que a la vez asusta y, misteriosamente, atrae. Pero creo que tiene razón la protagonista Cécile de France (bellísima), en una entrevista: la película va más de los vivos, que del más allá. La muerte se ve desde el dolor de los que quedan. Lo demás está lleno de confusión y mentiras. Me quedo con ese niño, junto a la cama vacía de su hermano. Y me quedo con la posibilidad final de felicidad, tras el dolor, como en los mejores cuentos de hadas. Esos que secretamente nos gustan a Eastwod y a mí (y a todos los que leyeron un día el Cuento de Navidad de Dickens).

Tuesday, January 18, 2011

DIOS



"En la palabra agua no caben las aguas del lago Waitapu" (Rogelio Guedea)

Ya no voy a llamarle Dios.

(Para Natxo)

Monday, January 17, 2011

LA VERDAD EN TDT



Haciendo zapping, sintonizo CNN+ en el TDT. Por sorpresa, aparece una chavala con rulos y en pijama. Por un momento, me quedo perplejo ¿qué es esto?. Enseguida recuerdo. Las entrevistas de San José o los debates de Economía, con el catedrático de la Complutense, eran ya costumbres, algunos de mis momentos preferidos en la tele. Al menos te enterabas de algo interesante. Pero hoy en ese canal aparece una especie de hospital, un Pabellón de Reposo. Un montón de jóvenes encamados, sin fuerzas para nada, en estado terminal. Como aquellos tuberculosos que inmortalizó Cela. Son cuerpos sin alma, como en un Purgatorio. Es irreal. Es una televisión de ultratumba, llena de zombies. Seguro que son buena gente, gente muy emotiva, de lágrima fácil, lo mismo que de polvo fácil son. Son los chicos de Gran Hermano que han desbancado a los periodistas, las entrevistas, los debates. Su mera presencia proporciona veinticuatro horas de diversión a los seguidores del programa y un buen share, sin costo adicional, a la cadena. La "cultura" para la 2. Ahora lo que se impone es veinticuatro horas de nada. Esa es la oferta que, bien presentada, vende. No sé si a alguién le interesará ver a esta gente joven vegetando en sus lechos, como si estuvieran fatigadísimos de no hacer nada (bien pensado, eso cansa mucho). Una vida sin profundidad es super-agotadora. Algunas frases son enternecedoras: "Si llegamos a Reyes, ya sé lo que te voy a regalar", le dice ella. "No quiero dormir sola, porque estoy triste", resume la otra. Es el submundo. A lo mejor me engancho a esta nada, que permite pasar horas y horas con la mente en blanco, compartiendo la no vida de estos jóvenes decrépitos ¿Tendrán más audiencia que San José y sus entrevistas? Seguro.

Saturday, January 15, 2011

MUSAS


La chica esa de Tudela, Carmen Llera, que se casó con el Moravia octogenario. ¡Qué escándalo montó! Grandes escritores que llegan a una edad avanzada y se enamoran de una jovencita: lividinosos ¿o será al revés? ¿no es atractiva la sabiduría? ¿qué daría un efebo griego por compartir los últimos años de Sócrates? La maledicencia acompaña a estas futuras herederas: nadie o muy pocos simpatizan con las viudas de Borges, de Cela, de Alberti o de Saramago. Y sin embargo, ellos, como Moravia, rejuvenecieron como escritores (quizás también como hombres) junto a estas mujeres.
Hoy estaba leyendo que Moravia dijo que su maestro fue Dostoievsky. El ruso comprendió que todos somos a la vez culpables e inocentes, porque en la naturaleza del hombre está tanto el bien como el mal. Y recordaba que Borges vió en Raskolnikov la prueba de que "nadie es bueno": quien haya leído el libro no podrá sino protestar cuando se pretende reducir la complejidad del personaje al acto que un día cometió, para identificarlo con ese acto. Nadie es "un asesino". Como nadie es "un santo". Las personas ni somos buenas ni somos malas. Somos capaces, de igual forma, de todo el bien y de todo el mal. Es nuestra naturaleza ambigua. Y leía esto y pensaba que hay personas que desean demasiado "ser buenas" y éstas deberían prevenirse contra un exceso de bondad. Es tan unilateral como lo otro y quizás más peligroso. Como en todo guiso, hay que ir probando y rectificando (demasiado soso, demasiado salado). Y la bondad, como la sal, en exceso estropea el guiso. No. Humanidad. Naturaleza mixta. Ni ángeles ni demonios. Y ser escritor no es vivir del espíritu, ni olvidar la carne. Ni es un atentado contra la inteligencia, o contra la decencia, el chochear.


Y pienso en el amor que a estos hombres se les presentó tarde. Mira la foto de Alberto joven, cuando Carmen no había siquiera nacido. Pero llegó ese amor crepuscular. Llegó en mujeres bellas e inteligentes. Incluso ardientes, por lo que he leído de Llera. Llegó y consumó un trayecto vital, prolongando la luz o incluso iluminando la oscuridad. Echarse el mundo por montera. Siempre es tiempo de hacerlo. Y ellos lo hicieron. Más allá del deseo, de la contradicción, del absurdo, del miedo, ellos se enamoraron.

Tuesday, January 11, 2011

IMAGEN DE CORREDORES



Ayer por la tarde salimos a dar nuestro paseo. Costaba un poco acarrear los kilos de más acumulados estos días. Se resentían las clavijas. Enero empieza en cuesta. Según caminábamos, nos iban adelantando o se nos iban cruzando corredores. Jovenes, mayores, hombres, mujeres. Corrian cada uno a su estilo, unos muy tiesos, otros cabeceando, otros de forma cansina. Una chica muy elegante, con su coletita marcando el ritmo. Felpas, deportivas, sudaderas. Era una auténtica profusión de animosos personajes. Cuando me dí cuenta de que estaba pendiente de todos estos detalles dije: "¿No será que han leído el libro de Murakami?". Porque me parece que hay más corredores de lo normal y estas navidades he leído ese libro y a mí casi me entraron ganas de intentarlo. Es verdad. Puede ser bueno cuando estás llevando una vida insana -y eso nos pasa cuando estamos inmersos en una crisis como la que tenemos encima- puede ser bueno, como dice Murakami, estar sano. Conectarte con tu cuerpo y sentirlo bien, incluso que duele. Para que no se te vaya la cabeza por esos cerros de Úbeda. Puede ser un buen truco pensar en los tiempos, en el crono, en mejorar tu marca, para dejar de tener la cabeza puesta en la deuda soberana, en el despido o en el día que venga el cargo de la tarjeta (que echó humo -son cuatro días- en Navidad). Volver al cuerpo y a la salud, cuando el entorno es insano. Y sí. Qué sanos parecen todos estos que nos cruzamos, que nos adelantan, que vienen y que van por la Avenida. Qué sencillo es calzarse unas deportiva, colocarte tu chándall (no necesitas a nadie) y echarte a correr. Porque el mundo está para echarse a correr.

Friday, January 07, 2011

MENOS HUMOS


Empezó a regir la prohibición por la noche. A la mañana siguiente pensé que sería la última vez que mi ropa oliera así después de una noche de marcha. Sería el primero de muchos otros cambios. Por la mañana habíamos quedado con los amigos para la cervecita. Muchos fuman y se trata de estar juntos. En el bar habían colocado unas mesitas fuera. Aunque hacía frío, acabamos tomando el aperitivo allí. Otros entraban y salían. Todos se sentían cómplices fuera. Es curioso, gente que antes no se trataba, unidos ahora por el vicio. La prohibición crea compañías nuevas. Los de fuera, miran a los de dentro calentitos, pero ellos están dispuestos a pagar el precio. Vaya rasca. Y yo que no fumo...Iba a coger mi primer catarro solidario. Menos mal que los días siguientes lució el sol y apetecía estar en las terrazas. Al aire libre todo sigue igual que antes...de momento. Eso, haciéndonos un poco los suecos. Porque el colegio de las monjas está cerquita (nadie quiere concretar mucho). Hay otros que fuman a escondidas, como antaño en el colegio. J. había aguantado bien toda la tarde, saliendo apenas un par de veces, pero en la cena, ya fue demasiado. Se fumó dos casi seguidos, ocultando el cigarro debajo de la mesa. Parecía que nadie se enteraba. Al tercero le dijo el camarero: oye, que ya llevas tres...No se le podía negar que había sido tolerante. Y es que ahora el humo canta mucho en el ambiente transparente de cualquier local. Por lo visto, me cuentan, el cura ha asegurado que va a permitir fumar dentro del templo (que no hace acepción de personas).
Ahora que no hay humos fuera, caemos en la cuenta de lo que fuman los cuñados. Por la noche, en casa, teníamos reunión familiar para esperar la llegada de sus Majestades. Fuman. Fuman tanto que creo que voy a tener que irme a algún bar para respirar aire limpio. Me van a hacer perder la costumbre de vivir en medio del humo y va a disminuir mi tolerancia, lo sé. Mi ropa, al día siguiente, sigue oliendo a tabaco, como siempre, y se que pese a la prohibición, voy a seguir siendo fumador pasivo, salvo que mande a la calle a mi cuñado. Pero estamos en enero. Todo se andará. Quizás el año que viene pondrán ya en los bares estufas en las terrazas y podremos volver a estar todos a gusto. Al menos recuperaremos la tradición de hacer vida en la calle y no dentro de locales cerrados. Y que cada uno fume o no, según le parezca.
Ya pasó la Navidad y cada uno se vuelve a su casa. El pueblo se queda vacío. Lo hemos pasado bien criticando al Gobierno y su manía de hacernos vivir más años, para luego tener que jubilarnos más tarde. Ya terminaron las fiestas y hoy toca descambiar los regalos.