Tarde del viernes en El Retiro. A las nueve el sol declina. El instante de luz, que Sorolla quería atrapar, en medio del constante cambio. Voy admirado por esa luz.
Y el domingo en la casa del pintor, en el jardín, la luz de la mañana, las sombras y el fulgor. El agua devolviendo el reflejo de todo lo que alrededor existe.
Fulgor del color de esos niños que juegan (siempre juegan los niños). La playa, el mar, el jardín, el parque. Las riquezas de todos.
Sunday, June 02, 2013
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