
A los cuarenta y cinco años se reinventó la vida. Dejó su puesto de funcionario oscuro y marchó muy lejos. Para ser profesor de literatura española. El verde resplandor de su tierra, sus humedades, lo cambió por la dorada sequedad del desierto de New México. El skyline de Albuquerque, edificios en medio de la nada, sería su nueva patria. Ya solo volvería a España los veranos, de vacaciones académicas. Pero se fue para siempre.



Como esa plaza con su iglesia, que tantas veces habrá paseado, con sus amigos de allí, con sus alumnos de literatura española. Los lugares aquellos le recuerdan. Pero él ya está de vuelta en Oviedo.

Uno se muere -es cierto- "ante la cruel complacencia de los objetos cotidianos" (Banville). Sin embargo, "todo lo consumado en el amor/ no será nunca gesta de gusanos"
"La ciudad irá en ti siempre. Volverás/ a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;/ en la misma casa encanecerás./ Pues la ciudad siempre es la misma. Otra no busques/ -no la hay-,/ ni caminos ni barco para ti./ La vida que aquí perdiste/ la has destruido en toda la tierra."
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ReplyDeleteUno se va y los objetos no lo saben. Pero aquellos que supimos de él, ¿recuerdas?, él, un tiempo a la deriva, seguiremos teniéndole en sus versos.
ReplyDeleteGracias, Francisco.
aplausos
ReplyDeleteHola!!!
ReplyDeletemuchas gracias por el enlace a calidoscopio!!!
saludos!!!
Me ha gustado esta breve pero sentida glosa de uno de los autores que más he querido imitar (decía Ángel González que un poema siempre procede de otro poema) y solo alguna rara vez me ha parecido haberlo conseguido.
ReplyDeleteEra un poeta hondo y sencillo de sentir. Algunos que le conocieron dicen que también era así en persona. Su, no demasiada extensa Obra habla de una vida llena de experiencias y de compromiso y eso se evidencia en su escritura.
Yo no siento su muerte porque solo sentí aquella vida a través de sus artículos y, fundamentalmente, de la poesía y ella sigue latiendo cada vez que leo, Palabra sobre palabra, alguno de sus versos y me dejo llenar por sus silencios.
Un abrazo.