Esta tarde de viernes permanece acostado. Escucha de nuevo a Betty Carter. Nada entiende de letras y poco sabe de la vida de esta mujer (murió en el noventa y ocho) que deletrea melodías emotivas con inverosimil lentitud. Escucha cómo canta y siente cosas, es como si ambos pudieran comunicarse en esas prolongadas notas, que él acompaña con su voz, fundiéndose con ella, como compañeros de un secreto viaje y dueños de una clave secreta que los une y hermana, de un sentimiento excesivo, quizás, que comparten en esta tarde de viernes, en que ha despertado de la siesta, despues de tomar, sí, unas copas y de ahí ese estado excesivamente receptivo, esa forma de percibir la música tan honda. Y así, cuando ella canta "What's New"...es cierto: qué hay nuevo en su vida...y es como si ambos sintieran ese vacío, sintieran que nada nuevo hubiera ya para uno y que nada había ya para la otra, como si hubiera acabado la magia y se hubieran representado todos los papeles. Y así, "Every Time We Say Goodbye", suena realmente triste, porque siempre estamos diciendo adiós, decir adiós...a personas que no aparecen de nuevo en nuestra vidas, a lugares que ya hemos olvidado y sobre todo que ya nos han olvidado, esas cartas que no se reciben y sobre todo esas cartas que no se envían...porque ya no tienen destinatario. Betty es esa mujer amiga que canta para él esta tarde, esa mujer que él imagina como alguien que se despide también cada vez que canta, de alguien o de su pasado, desde la oscuridad del escenario, sola, con sus fieles músicos, que intentan acompañar esa soledad, creando un fondo musical que tejer de silencios la interpretación de Betty, en un tempo lento...lentísimo. Como contrapunto "What a Little Moonlight Means To You", una pequeña luz de luna (quizás el recuerdo de una noche enamorada), cuando la luna era una presencia...o ese "Social call", que recuerda la llamada que hay que hacer más tarde, esa llamada que nos mantiene unidos a otros, otros con los que esta noche él saldrá, pero la música sigue sonando todavía un rato. "Whit no Words": no hay palabras -piensa- es bueno, cuando no se dicen palabras está uno cerca de la verdad, cuando no son necesarias o cuando no son posibles, porque a veces uno no puede decirlas (no se entenderían) o uno, en todo caso, no las dice -piensa- porque la vida tiene unos limites de realidad, porque las palabras engañan, encierran y confunden. Ha ido perdiéndose, así, en la música, en sus ensoñaciones, en su cama todavía, con la lasitud de esta tarde que se prolonga hasta que salga esta noche con los amigos. Pero llega "Favourite Things", y eso le recuerda esas cosas que prefiere, esas aficiones, esas cosas a las que se entrega para pasar la vida, entre tanto la vida llega (como cuando deja perder sus pasos por los expositores de libros del VIPS, antes de subir a casa), esa vida esquiva que acaba presentándose un viernes como este, por la tarde, vestida de melancolía y música. Y recuerda el blog y que no ha escrito nada, y se levanta y escribe esta entrada.
Friday, November 14, 2008
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Me han dado ganas de tumbarse y escuchar. Gracias.
ReplyDelete