Para Mertxe
El poeta muere. El poeta se pregunta, antes, para que sirvieron sus versos.
Mertxe incluye en su blog un poema de José Antonio Muñoz Rojas , poeta fallecido este año, y yo lo leo y me emociono.
A veces nada tiene sentido, ni siquiera
que me des la mano o ese
limón redondo tan bello en la vereda.
(A veces, muchas veces,
has ido por ahí como muerto...
y has llevado en tu mano, sin sentirla, la suya...
mano pequeña, delicada.
Pero otras no. Otras fuiste consciente
de que esa mano en tu mano era
tu tesoro de cada mañana...
un diálogo callado de ternura.
Y era lo más valioso -ahora lo sabes- de todos esos años)
A veces lo que tiene sentido no tiene sangre,
ese poco de sangre por la cual se muere.
(A veces, demasiadas veces, has pensado mucho.
Te escondías lejos, muy lejos, en otro lugar,...
y no estuviste donde había que estar, para llorar o vomitar,
para gritar y arañarse los brazos desesperado.
No estuviste cuando la piel no acariciada y la risa muerta...
Pero otras veces sí. Otras, viviste el día de los besos
y sangraste lágrimas)
Todo es ganas de morir de otra manera,
ganas de imitar a los ríos
(Ganas de paz, ganas de descanso,
descendiendo despacio como un río,
que camina hacia el mar regando las orillas
y reflejando el cielo...
con esos miles de insectos flotando sobre su luz,
habitado por dentro...
con niños que se bañan y tiran piedras,
para hacerlas saltar sobre las aguas...
Ganas de ir mansamente a la desembocadura:
el mar, al que todo nos lleva.
Ganas de ir despacio y habitado...)
Para esto sirve, pues, el poeta, Mertxe. Para leerlo juntos mirando el río.
Saturday, October 03, 2009
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Leo mucho, en estas semanas he leído como una fiera, casi de todo, casi de todo, pero al toparme con la noticia de la muerte del poeta, tan mayor, tan parecido a mi aita en el físico, y tal vez en muchas otras cosas, se me ha encogido el alma, y me he preguntado para qué sirven los versos, todos los versos, para qué sirve la vida, nada parece tener sentido, al menos yo no lo encuentro por ningna parte. ¿Tendré que ir por ahí como muerta? Haré un esfuerzo y seguiré leyendo a los poetas junto al río, y con amigos como tú, mejor, mucho mejor.
ReplyDeleteCon todo mi agradecimiento, Francisco.
Pues leamos, leamos a los poetas a la orilla de este río virtual que nos ofreces, en compañía de la buena gente, como mertxe, como tú...
ReplyDeleteTiene sentido, Mertxe, porque lo ha tenido para él. Fue su vida (fuiste su vida) y el amor da sentido a todo. Un día de amor sería suficiente para dar sentido a años de tristeza. Un gesto (haber ido cogidos de la mano por el bosque) es un ancla para siempre. Un beso.
ReplyDeleteEl río virtual, ojalá el río de verdad, Marisa. Hace mucho tiempo que no voy al río y, recuerdo cuando iba, el olor de los árboles, el agua, el cielo y las nubes...cuánto vale eso. ¿No deberíamos ir a la naturaleza para entender la vida? Besos.
ReplyDeleteyo me imagino siempre un río, un puente, una espera...toda mi vida pasando a través del tiempo dee sa mirada...abrazos
ReplyDeleteEl puente desde el que ves pasar el río, Fernando, es -en mi memoria- un puente romano de piedra. Un puente en Pamplona, barrio de la Magdalena, donde estaba mi colegio. Verde, árboles...piedras en el río corriendo entre un rumor de agua. Si miras en Internet, lo verás, ese puente de mi niñez (cuando el plumier y los cromos), los mejores años...cuando las peleas de piedras, cuando las lagartijas y las canicas...y allí majestuoso el río y el campo, la naturaleza. Qué importante es elegir un colegio. Ese colegio, en medio de todo aquello, fue una reserva de oxígeno para muchos años. Volver a la naturaleza, a los perros que ladran, a la tormenta, a la hipnosis del fuego...a ese frescor de las aguas corriendo, esa botella de vino refrescándose en el recodo, esas piedras resbalosas, al entrar en el agua...Repito: volver al río y dejaros de piscinas. Un abrazo.
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