Tuesday, October 06, 2009
STEEL DRUMS EN JAMAICA
Y me acordaba de aquella playa de arena blanca, bajo las palmeras, los masajes, los chicos con las toallas y el agua, y luego esas noches en el hotel, bajo la luna, con una copa especial, escuchando al grupo del hotel tocar calypso, ese sonido transparente, que sabían sacarle a una simple lata de aluminio abollada -qué gente tan genial- sus sonrisas, la brisa de la noche, la luna, nuestros paseos...esos días que ya se escapan entre estos primeros fríos del otoño.
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Este recuerdo imaginario es una excusa para escuchar el maravilloso sonido que es capaz de obtener un jamaicano de una simple cacerola de hojalata. Arte puro.
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