Thursday, October 21, 2010
SALANDER
Alguien que no cree en el amor. Un vida demasiado dura. Alguien que sabe protegerse. Que tiene a su disposición toda la fuerza necesaria para utilizarla cuando se siente en peligro. Dueña de su fuerza, pero enajenada de su ternura. Nunca baja la guardia. Y sin embargo…
No había leído la novela, alguien me la quitó de las manos en casa cuando apenas la habìa empezado. Seguro que es mucho mejor el libro. Pero la película me ha enganchado. Sobre todo, por una vez, hace mucho tiempo, el amor no es aquí prosaico deseo físico. No es tan fácil en la realidad. Al revés. No te lo explicas normalmente qué pasó. Surge. Aparece. Es algo contradictorio. Mezcla de sentimientos que se confunden. Amistad. Admiración. Instinto protector. Soledad. Camaradería. Y Salander es capaz de obedecer esas instrucciones confusas de su alma machacada. Aún sin entender que le atrae de ese tipo. Porqué ella, lesbiana según creía, se ve atraída por ese hombre. Sin dar ni pedir explicaciones. Sin preámbulos de romanticismo.
Mikael Blomkvist tiene, a su vez, algo envidiable: se le presesnta un parón en su vida. Durante seis meses será completamente libre. Podrá dedicarse a pensar las cosas. A parar el reloj, hacer deporte. Podrá dedicar su tiempo a algo que le absorbe.
Y ¿qué es lo que despierta el interés de Lisbeth Salander en este hombre? Le cautiva –creo yo- su honestidad. También quizás el hecho de haber caído, como ella misma, en una trampa. Su vulnerabilidad. Luego, cuando decide acostarse con él, Mikael es capaz de preguntarle si está segura de que quiere hacerlo, es capaz de pensar en ella incluso en ese momento. Nunca la agobia: simplemente le dice lo que siente: me gustaría dormir a tu lado. Quizás es el primer hombre en su vida que ha pedido disculpas por algo (no recuerda por qué). Quizás por primera vez en su vida alguien siente que le ha podido hacer daño. Y le dice que no quiere hacerle daño.
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Es muy importante que nos traten así. Hombres a mujeres, mujeres a hombres, y entre sí y porque sí a pesar de la importancia que el asunto reviste. Tengo que retomar mis hábitos de lectura, el año pasado leí todo lo que pasaba por delante de mis ojos pero llevo unos meses en dique seco.
ReplyDeleteEl Maresme es algo que no deberías perderte. Hay mucha luz aunque el cielo no termina de 'limpiarse', es quizás lo único que no acaba de convencerme, ese casi constante entreverado de nubes y azul. Es posible que la sierra litorial tengo la culpa...
Voy a ir al Maresme a la primera oportunidad. Aunque queda un poquito lejos...
ReplyDeletePara mí también hay rachas en la lectura. A veces encadeno tres o cuatro libros. En otras ocasiones viene el páramo. Pero es que la vida es así, cíclica: biorritmos. Debe ser eso. Y cuando estás con el biorritmo bajo no hay nada que hacer, más que esperar.
Ahora hablan de bipolares, pero un poquito bipolares somos todos ¿no? Qué le vamos a hacer. Lo uno por lo otro. A vivir también las horas bajas (de lectura).
Millenium es Lisbeth Salander.Todo lo demás es accesorio. Lisbeth es fuerte y es frágil. Es fría y es ardiente. No habla, pero lo dice todo con su mirada.Es abrumadoramente sexual, pero inspira ternura. Es asocial, pero puede ser leal hasta lo heróico. Imposible no querela.
ReplyDeleteHay algo de inaccesible, de inasible. Se permanece siempre fuera. Es un mundo interior demasiado potente, insondable. Quizás lo que atre es lo incomprensible, lo que no podemos desvelar, o lo que se desvela solo fugazmente, sin que apenas de tiempo a ver. Lo entrevisto. Eso es el erotismo. Hay más, lo sabemos, lo intuismo pero ¿qué? Siempre se escapa.
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