Se te presenta, en el duermevela que sigue a la siesta, tu Hada Madrina y te ofrece hacer realidad tres deseos: lo que le quieras pedir te será concedido. Sabes que lo que pidas se hará realidad de inmediato, sea lo que sea, y que todo será fácil, que no habrá nadie dañado, que no habrá culpa ni reproche ¿qué pedirías?
Después de un día imposible, que pone la guinda a un mes lleno de tensiones, al cabo de un trimestre en que todo ha ido de mal en peor, cuando nada peor puedes imaginar, en el coche, de vuelta a casa, en medio del atasco cotidiano, esperando a que abran el carril reversible en el Puente del Quinto Centenario (malaya el Alcalde que permitió esto) un dolor se te agarra de repente al pecho y es como si te cayese encima un muro de hormigón. Estás sufriendo un infarto...eres consciente de ello. Sabes bien lo que viene ahora y que hay poco tiempo...y estás solo. Buscas un sitio en el arcén, donde parar el vehículo...Parece el final (no llevas ninguna aspirina a mano y el móvil -para colmo- no tiene batería).
Se te pasa en ese momento por la mente una pregunta: si salgo de esta ¿qué cambiaré en mi vida? Y formulas un propósito que es como un deseo también: si salgo de esta...cambiaría tres cosas.
Imagina esos tres deseos de fantasía. Imagina esas tres decisiones reales si te ocurriera lo que digo. ¿Son las mismas cosas? Es fácil soñar, desear...pero para decidirse de verdad a cambiar tu vida ¿hace falta sufrir un infarto?
Monday, February 18, 2008
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Mis tres deseos: vivir sin trabajar (es decir, trabajar en aquello que pagaría por hacer, y que encima me paguen); tener una gran familia (muchos hermanos, muchos primos, muchos sobrinos...mucho apoyo mutuo, compañía, seguridad...un médico de la familia, un abogado de la familia, un fontanero de la familia, un albañil, un constructor, un...todo resulta más fácil en este país teniendo una gran familia); y el tercero, amigos con los que emborracharse, amigos con los que poder ser completamente y abiertamente tú mismo y disfrutar de la amistad durante noches y días...Tres deseos al Hada. Y si sobrevivo a ésta...ponerme a buscar: familiares con los que hace años que no hablo; amigos -dejando de utilizar todos los medios para marcar distancias-; y tiempo para dedicarme -cada vez más- a esas actividades que realmente me gustan (yendo a por todas en cada una de ellas y jugándome la vida por lo que amo).
ReplyDeleteJo, pues yo suscribo todo esto. Hoy que he tenido un día blue tu texto me ha reconfortado. Sí, igual lo pongo en practica antes de un día de éstos me de realmente un ataque.
ReplyDeleteUn beso,