Friday, January 16, 2009

EN UNA ISLA DESIERTA

4 comments:

  1. Francisco, espera un poco. Veré la película y comentaré (promete) La filmografía de este director es dura y muy buena, pero La Perra en cuestión, no la he visto. Sospecho que no habrá nada diferente a la vida. La perra muere y ella lame la mano. Todos lamemos alguna mano, real y/o simbólicamente. Joder, en principio, tiene algo de puta vida.

    Fuerte abrazo

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  2. Al final el hombre abandona su sueño de libertad. Su cueva para retirarse y dibujar, sólo con su perro que le deja ser libre. Sin ataduras, creando, diseñando sus gajas, eligiendo su vestuario...lejos de la ciudad que le oprimía, de sus compromisos, de su status (él es arquitecto de éxito)...al final vuelve a la civilización empujado por ella, la razonable, la sensata. Ella, aparentemente ocupa el lugar del amigo fiel (antes, se lo carga para ocupar ese lugar) y desde allí, con sus cesiones y sus rechazos, dando y denegando, alcanza ese poder sobre el solitario...Y el hombre, por ella, abandona su cueva, su sueño de libertad, su inocencia creativa... Ella consigue hacerle entrar en razón, que sea sensato, y abandone esa locura de vivir su sueño. Algo así pasa...ese romanticismo tiene algo de puta vida, sí. Abrazo para tí aviador.

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  3. Anonymous11:52 AM

    Yo creo que la moraleja es que si se tiene un perro ya no se es enteramente libre y que el sueño de la libertad y la vida sin ataduras es una quimera y un espejismo. A la postre la cordura y el compromiso se cuelan como un caballo de troya con el disfraz persuasivo de la aparente sumisión. Sólo habría libertad en la soledad absoluta, pero tampoco. Todos lamemos alguna mano, real o simbólicamente, como dice el Aviador y, lo que es peor, la lamemos porque el lamedor sigue ejerciendo una influencia poderosa sobre el lamido. Puta vida, sí. Cordial saludo

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  4. Lo suponía, Francisco, lo suponía. Que se marchara con ella y diera un giro de 180º a su vida, lo dudaba. Aunque algo adiviné cuando al final del trailer caminan, con el plano fotográfico de espalda, aproximándose con algo de equipaje (parece un maletín) ¿será el de sus pinceles y pintura? hacia la preciosa y rosa avioneta Pilatus PC6 de los sesenta. Pero que la Deneuve había matado a la perra ¡SÍ! Pero eso te lo contaré en petit comité, entre cervezas y cervezas.

    El comentario de anonymous es meridiano, debe ser un hombre curtido en el dolor y la esperanza.

    De todos modos Francisco, eres un hombre exigente. Pues... ¿quién no se encoña con una mujer como Catherine Deneuve? y si te lame la mano,te conviertes en su esclavo con mucho gusto y gran dignidad. Eso, si en un golpe de simbiosis (suele pasar) no acabas lamiéndole la mano y…s/c, tú a ella.

    Anonymous, debes ser muy sabio, lo defines muy bien “el lamedor ejerce una influencia poderosa sobre el lamido”.

    El último romántico se perdió en un Pilatus color rosa que lo transportó desde una isla de aguamarina hasta una enorme ciudad. La vestal en cuestión, le instalo en una enorme, céntrica, incolora y plana casa burguesa con muebles de caoba, estúpidos compromisos de Loewe y conversaciones de Wagoons Lits.

    ¿Romántico? sólo nos queda Nicola di Bari.

    Puta vida, te lo dije Francisco, puta vida.

    Fuerte abrazo

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