Y sin embargo, la vida sigue. Tantísimo dolor, pero la vida sigue adelante, incluso allí donde parece que la naturaleza se encarniza con los más pobres entre los pobres del mundo. Qué injusto destino el de los haitianos. Un minuto ha sido suficiente para deshacerlo todo, las familias, los pueblos, el país entero. Se queda uno sin palabras, sin respuestas.
Y sin embargo, la vida sigue. Tantísimo dolor, pero la vida sigue adelante, incluso allí donde parece que la naturaleza se encarniza con los más pobres entre los pobres del mundo. Qué injusto destino el de los haitianos. Un minuto ha sido suficiente para deshacerlo todo, las familias, los pueblos, el país entero. Se queda uno sin palabras, sin respuestas.
ReplyDeleteAún más tristeza en un pueblo olvidado.
ReplyDeleteOtro más. Demasiados olvidos.
Un abrazo
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