Monday, February 14, 2011

GRANDES ESPERANZAS



Pinocho es joven y quiere vivir. Quiere entregarse a sus nuevos amigos. Disfrutar de sentirse libre. Ir por el mundo. Cabeza de viento. Ser feliz con esos nuevos amigos, olvidarse de que se va alejando de su camino, de que Gepetto quedó solo. Qué peso los padres. Qué peso sus sueños para nosotros. Y qué inevitable la equivocación, la traición, la huida. Uno se entrega, porque es la edad de entregarse, porque está uno empezando el viaje. Y de repente se da cuenta de que le robaron la cartera. De que está lejos de su casa. Ya no recuerda qué paso. No supo madurar sin sufrir. Eran demasiadas esperanzas puestas en él. Creía tener legítimo derecho a disfrutar de la vida, pasarla bien. Y en el camino, uno se olvida de sus padres, de sus deberes filiales. Y uno dilapida su herencia porque no quiere nada que le comprometa a devolver los réditos. Esa es la vida. Una tras otra, las generaciones defraudan las esperanzas de sus mayores, y a los padres se los va tragando la ballena de la soledad, del abandono, de la ingratitud. Pero los padres ¿qué más podemos dar a los hijos que aceptar por un tiempo, ser los grandes olvidados?

3 comments:

  1. Hola Paco!
    Pensaba que la entrada trataría sobre Dickens... aunque tengo que reconocer que me ha encantado la entrada. Creo que a menudo nos encontramos con reflexiones que de alguna manera nos acaban diciendo algo que nos gusta escuchar. Esta entrada por sincera y por universal me ha conmovido especialmente, me ha sacudido. Pienso que es universal ya que más o menos, todo el mundo habrá defraudado alguna esperanza depositada en él, a la vez que (puede que sin saberlo) haya cumplido con algo que no se esperaba de él.
    No puedo evitar acordarme de una frase dicha probablemente por un padre, en la que reflexionaba acerca de que al final cada hombre afronta la muerte por él mismo. Se empieza a tener conciencia de uno, y eso por un breve lapso lo distancia de los demás. Lo bueno es darse cuenta pronto y comprender que si uno se ha perdido a veces es bueno echar la vista atrás para saber al menos de dónde se venía.
    Un fuerte abrazo!

    ReplyDelete
  2. Qué alegría tenerte de nuevo por aquí. Sí, es bueno pensar que quizás, quizás pudimos hacer algo. Y a lo mejor, sin saberlo, cooperamos a que el guión maravilloso de la vida quedase redondo, en algún desconocido lugar (nunca sabemos muy bien qué papel hemos representado, como en las películas en que tres o cuatro argumentos caminan y aparentemente nunca se van a encontrar). Pero es bonito pensar que un día descubriremos esas tramas secretas y el papel misterioso de muchos encuentros, de muchas páginas, de muchas clases dictadas (tú que serás profesor y nunca sabrás de quien realmente lo has sido). La muerte es una confiada entrega al guionista, diciéndole: ha terminado mi papel, ya no tengo más texto, si fui héroe o villano, sólo tu lo sabes. Un abrazo.

    ReplyDelete
  3. This comment has been removed by a blog administrator.

    ReplyDelete