Sunday, July 31, 2011
PEQUEÑA FILOSOFÍA PORTATIL
En todo hay algo bueno y algo menos bueno. "Es como el jamón: la carne necesita de la grasa". Lo menos bueno resalta el sabor de lo mejor. Por eso es tan necesario lo uno como lo otro. No podríamos soportar una novela en que todo fuera oro: no habría vida en ella. Lo prosaico aparece constantemente en medio de lo sublime. Y uno, en mitad de una cena romántica, tiene que ir al servicio con una descomposición de vientre. No somos puros. Y así está bien.
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Ayer estaba con dos amigas a la puesta de sol en un pueblo de montaña. Mientras una estaba literalmente en trance ante la belleza, el colorido y la placidez del momento, la otra se levantó fastidiada y dijo: "qué lata, se echa la noche encima y hay que preparar la cena de los niños"
ReplyDeleteEs cierto: la belleza (y lo sublime) están en el ojo del que mira, aunque muchas veces coincidamos muchos en la sublimación (del jamón ibérico, por ejemplo), y entonces ya quede institucionalizado como sublime
No sé si fue Baudelaire quien tenía por lema "ser sublime sin interrupción". Me parece agotador. Tampoco puede uno pasarse "en trance" todo el día: siempre hay alguien que quiere cenar.
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