Saturday, June 30, 2007

JERRY MCGUIRE




Ayer ví en canal Plus "Jerry McGuire". La maravillosa Renee Zellweger está enamorada de su jefe. Estar enamorado no tiene explicación. Es algo que se impone, algo más fuerte que cualquier razón. No es algo que cueste trabajo. Es algo que nace de dentro. Y algo que termina. Algo que, de repente, deja de estar y se nos olvida. No está condicionado a una respuesta del otro. El amor es sólo mío. Jerry (Tom Cruise), sin embargo, se siente comprometido con su empleada. Quiere portarse bien con ella por la lealtad que ella le tiene, por lo que ella ha dejado para seguirle, por el hijo de ella (que le adora). Entonces llega la confusión: le pide que se casen. La cosa no funciona. No podía funcionar. Como luego le dirá Renee: fue culpa mía, creí que bastaba mi amor para los dos... "Tal como tú y yo somos, estamos jugándonos diez años de relaciones educadas". Y una pareja no es buena educación. Tampoco puede llevarse sobre los hombros a base de compromiso y esfuerzo.




Estos días pienso en algunos blogueros. Uno ha dicho que él no publica libros, que su obra es su blog. Es un blog maravilloso. Pero admiro el definirse como bloguero pues ¿no es esta una maravilla efímera? Baba de caracol. Algo brillante, pura plata, pero que tal como se va expulsando, se seca y desaparece en los archivos, cuando deja de salir en la pantalla de inicio (¿quién lee post anteriores?). Sin embargo, estamos hablando de blogs con contenidos culturales, hechos para la lectura y el deleite visual, y en los que podemos entrar y dejar nuestros comentarios y opiniones, como en un juego.







Muchos utilizan los blogs para crear una segunda personalidad, una vida paralela, en los terrenos de la ficción. Sin embargo otros blogueros van más allá de la escritura. No son escritores aficionados (que lo son), sino personas que nos entregan por escrito sus propias vidas, en tiempo real, haciendo del blog algo íntimo, personal, de desnuda verdad e invitándonos no tanto a la lectura cuando a un acompañamiento vital. En esas páginas no se puede entrar distraidamente, no se puede comentar con ligereza. No son páginas decorativas o estéticas. En ellas hay que entrar con asombro y complicidad, como se entra en la amistad. No se trata de compromisos, no se trata de educación. Se trata de amor. Hay que sentir algo dentro hacia esa persona que escribe, para decidirte a acompañarla. Porque esa voz resuena en tí y mientras resuene. Se trata de compartir la vida, la risa y el llanto, las rupturas y los amores. No son páginas para pasar de visita. Estos blogs están llenos de despedidas. Porque cuesta la misma vida dar la vida por escrito. Vuelvo siempre a la despedida de Danae ("Farewell"). Cuando algo se convierte en una obligación, la magia ha desaparecido.


Y ¿cómo acaba la película "made in Hollywood"? No quiero desvelar el final. Sí quiero recordar la respuesta de Renee cuando él le pregunta que por qué le ama: "por el hombre que quieres ser, por el hombre que has empezado a ser". En la pareja, si está viva la relación, cada uno comparte el proceso del otro. En mi pareja amo lo que el otro quiere hacer con su vida, su proyecto, su sueño. Apoyo ese proyecto de corazón y vivo los avances con alegría. Sin eso, no hay pareja. Mi pareja es la persona que me empuja a caminar a mi mayor felicidad. La persona que cree en mí, en mis sueños. Eso, o lo sientes o no lo sientes por el otro. Es una mezcla de valoración, de admiración, de deseo del mayor bien del otro. No es mirar atrás sino adelante. Ilusionarse con el mañana. Sólo algo así puede sobrevivir -sin fecha de caducidad- al final del enamoramiento.

De todo esto ¿qué? Que el amor es compromiso, pero no con el otro, sino con uno mismo, con sus sueños. Si traiciono mis sueños, si abandono la búsqueda de mi felicidad personal, estoy traicionando toda mi vida. Por eso, el memorandum de Tom es, para Renee todo un proyecto de vida juntos, algo en que creer los dos.

6 comments:

  1. Joder Francisco, no sobra ni una palabra y emociona. Te felicito, amigo, y suscribo cada línea de lo dicho.

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  2. Compartir proyectos es bonito. Me gusta ese verbo: compartir.
    Muy acertados comentarios los de tu post, Francisco.
    Un abrazo.

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  3. Me gusta esa definición de pareja, quizás porque es la mía también. Porque si no amas aquello en lo que el otro está destinado a convertirse (con su esfuerzo y sus deseos), y no sólo lo que es, no puede durar.
    Y sí, hay blogs que son una historia de amor que los demás nos entregan gratuitamente.

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  4. Bien visto lo de los blogs, amigo bloguero ¿o blogista?

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  5. Muy bien lo que dices sobre el amor en la pareja, Francisco.
    Un abrazo.

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