Monday, June 25, 2007

LA CONTRA

Desde hace años, la última página de "La Vanguardia" es mi lectura de prensa preferida. Me gusta comenzar el día con un diálogo interesante, que me aporte algo. Se trata de una página fresca y abierta: el entrevistado lo mismo puede ser una monja budista, que un cineasta o alguien que da la vuelta al mundo en bicicleta. Uno nos hablará de la dieta de los filósofos. Otro de las mujeres malquierdas. Lo que subyace es la idea de que todo el mundo puede enseñarnos algo, cada uno puede aportarnos un punto de vista nuevo, a través de su experiencia, de su forma de vivir la vida, y que eso mismo expansiona nuestra visión.

La prensa de Barcelona me parece más europea, más culta y más urbana que la de Madrid. En ésta echo en falta una cierta distancia respecto de lo inmedieato. Más humor. Menos previsibilidad partidaria. Un discurso menos esquematizador. La cultura es una forma de ser madura, que relativiza las cosas, a la vez que las matiza y las pasa por el tamiz del "bueno, a lo mejor...". Esa forma de ser tan mediterránea, tan socarrona (pienso en Josep Pla) que nos han transmitido articulistas como Nestor Luján o José Luis de Vilallonga. Gentes de mundo. Con una visión totalizadora, mundana, ligera, menos reconcentrada en el propio ombligo, menos cabreada. El lector se siente acompañado por el buen articulista y a través de su texto se le permite abrirse a la riqueza multiforme de la realidad y dimensionar la verdadera importancia de las cosas. Ojo. Esto no es privativo de Cataluña. Léase a Cunqueiro.




Recuerdo el último puente de la Constitución. Estábamos en un precioso hotel de Paseo de Gracia. Allí cada mañana teníamos colgando de la puerta nuestro ejemplar de "La Vanguardia" como gentileza para con el huésped. Recuerdo que me emocioné cuando uno de aquellos días abría el periódico y ví que la primera plana estaba totalmente ocupada por un titular: "Agua en Marte". La más gruesa tipografía, junto con una fotografía del planeta rojo. Me emocionó, porque de inmediato capté lo justo del asunto: ¡era el tamaño que requería la noticia!. Ni un centímetro menos. Pensé que los periódicos de Madrid difícilmente harían lo mismo (supongo que el ABC incluiría en su portada alguna foto del Rey, "El Mundo" alguna nueva entrega del folletín sobre el 11-M, "El País" quizás cifras que avalasen que, a pesar de todo, la economía sigue creciendo). Faltaría -creía estar seguro- la altura de miras histórica suficiente para sacrificar toda la primera plana y dar una noticia tan "nimia".

Casi con seguridad, el periódico de un día anterior sólo sirve al siguiente para envolver pescado. Pero algunas páginas merecen salvarse de tal sino. "La Contra" es una de ellas.

6 comments:

  1. Totalmente de acuerdo, Francisco. Es verdad que la prensa de Madrid está desquiciada, y hace tiempo que aburre.

    Un saludo

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  2. Avalo y comprato tu gusto por la contraportada "La contra", pero no todo el monte es orégano en la misma Vanguardia...Y es cierto que también me gustó durante un tiempo Gregorio Morán, sus Crónicas sabatinas no tenían desperdicio, pero ahora no le sigo. Incluso Culturas de los jueves tiene su interés, indudablemente. En fin, que Barna es mucho Barna, no lo dudes. Los entes barriales han elaborado siempre periódicos que para sí quisiéramos los de la España Interior. Larga herencia, larga mano, larga trayectoria cultural y obrera. Pero, insisto, en La Vanguardia no es oro todo lo que reluce...¿La prensa de Madrid? No se puede poner en el mismo fondo a toda ella. Además, por Madrid soplan nuevos vientos de una especie de neonacionalismo, mitad centralismo tradicional, mitad nuevos ricos, encarnado políticamente en los últimos resultados electorales. Y no me cabe duda del respaldo de las empresas periodísticas al proyecto. Sólo que encima pretenderán exportar al resto de la metrópoli sus proclamas y recetas (nada nuevo, ya sucedía bajo la dictadura franquista) Volviendo a lo de antes, lo ratifico: La contra , una de las mejores secciones de la prensa española. Pero muy de los tres periodistas que la encarnan. No le demos más mérito al propietario sino la de mantenerla. La hazaña periodística es de los periodistas que la hacen. Saludos.

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  3. La prensa de Madrid está desquiciada, pero la de Aragón ya ni te cuento. Simplemente es cutre y mentirosa.
    Cataluña, bueno es cierto que no todo el monte es orégano, pero el aire del mar debe hacer milagros al menos en las "contraportadas".
    No estaría mal que esto se contagiara un poco.

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  4. Perdón,
    se me escapo el saludo.
    Un saludo

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  5. Coincido contigo en lo general, Francisco, pero me parecen muy acertadas las puntualizaciones que hace fackel. En todo caso, un interesante post.

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  6. Desde siempre Barcelona ha sido más cosmopolita que Madrid, y desde luego periodísticamente hablando le lleva una ventaja de aquí a Marte. Una de las razones de esto es que en la capital no hay prensa local, porque todo lo que ocurre afecta, o parece afectar, a todo el país, de forma que la prensa que se hace aquí tiene que centrarse mucho más en la política de casa que en cosas tan "nimias" como el descubrimiento de agua en Marte. también porque durante el franquismo en Madrid lo que se hacía era el periodismo del régimen, y eso acaba creando tendencia (hasta el punto de que la prensa contestataria se limitaba a ponerse en el otro lado de la barrera), mientras que en Cataluña había más deseos de hacer algo distinto (igual que en otras zonas) con el noble fin de distanciarse de lo oficial y diferenciarse de ello.
    Por otro lado en la Ciudad Condal se puede hacer el periodismo que se hace precisamente porque en Madrid se lleva otro estilo, el de mirarse el ombligo continuamente.
    Es un frágil y difícil equilibrio que no por ello deja de arrojar "vencedores" y "vencidos" en lo que aprecia la gente.

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