Thursday, August 20, 2009

OTERO LASTRES: UN MAESTRO


Hoy entrevistan en "La Contra" de La Vanguardia al catedrático de Derecho Mercantil José Manuel Otero Lastres, con motivo de la publicación de un libro de cuentos, que ha sido presentado nada menos que por el Presidente Zapatero. Este gallego, que ha formado parte de la Junta Directiva del Real Madrid con varios Presidentes, ejerce además como Abogado y es persona muy conocida y apreciada en Madrid, dándose la circunstancia de haber sido profesor tanto de Rajoy como de Zapatero. Con éste coincidió siendo Decano, cuando el joven leonés era delegado de curso ("teníamos constantes rifirrafes"), y ya entonces le auguró una carrera política brillante.
Otero, en un momento de la entrevista, confiesa que tiene una gran tendencia a la vagancia. Yo también la tengo. ¿Cómo entonces ejerce tantas y tan diversas dedicaciones? Lo explica: no ha podido dejar de esforzarse nunca. "He huído de mi propia vagancia". Y en ello, según dice, tuvo una importancia fundamental un maestro suyo de la Universidad, que descubrió esa tendencia en él y le hizo ver la necesidad de trabajar a diario para formarse. "Me hizo amar la escritura", recuerda Otero. No sabemos si transmitió muchos conocimientos a su alumno pero ¿qué importa, si supo transmitirle ese amor? Entonces, veo aquí dos claves de la condición del maestro: el maestro escucha al alumno, le atiende (como en el bajo relieve romano que pongo arriba); en segundo lugar, conocer nuestra debilidad es la primera lección que necesitamos aprender.
Uno no sabe nunca qué va a suceder en su vida y las sorpresas que le puede deparar, como en el caso de Otero, que sus alumnos llegasen un día a Presidente del Gobierno o Jefe de la Oposición (quizás viniera bien a cualquier profesor pensar en esa posiblidad). Pero cualquier cosa es posible. Otero cuenta como un día volvía de un partido internacional del Real Madrid; a un lado tenía a Amancio y Di Stéfano jugando a las cartas y al otro lado a Paco Gento, un fenómeno. Yo en ese momento pensé- dice-: "Aquel niño huérfano que tanto los admiró nunca hubiera pensado que hoy estarían sentados a su lado". Esa misma sensación la he tenido yo también en alguna ocasión. La realidad a veces supera a los sueños. Por eso mismo, debe uno permitirse soñar.
No sabes lo que puede pasarte y tampoco lo que las apariencias pueden ocultar."De pequeño discutí con un niño enclenque. Yo era mucho más alto y fuerte, pero me dio una buena paliza, pim pam. No puedes menospreciar jamás a nadie, donde menos lo esperas hay alguien que te pone en tu sitio. Por eso he optado por dar afecto para recibir afecto, esa ha sido mi vida".
Una tarea permanente: esforzarse cada día en formarse. Un mensaje: "No es fácil ser persona, respetar a todos los demás y ser natural".
Un consejo para el que quiere comenzar a escribir: "Dijo Antonio Gala que escribir es pasarse un folio en blanco por el alma, y eso es lo que hago, mi mujer dice que soy impúdico".
En la Universidad hacen falta maestros como el que tuvo Otero Lastres (como los que también yo tuve la suerte de tener): personas que se interesan por el alumno, se prestan a una relación personal con él, descubren sus cualidades y flaquezas y le orientan hacia un amplio horizonte de futuro. Personas a las que siempre se guarda reconocimiento, porque dejan a sus alumnos una herencia más importante que los conocimientos, algo que les pueda acompañar toda su vida: alguna forma de amor que supieron transmitir (incluso el amor al propio magisterio, el sueño de ser uno también maestro algún día para otros). Coda: sólo si amas algo puedes merecer ser maestro en esa materia. Si quieres ser maestro, ama. Y amar es dedicar tiempo a lo que se ama, huir de la vaguería. Esfuérzate en amar. Al final, lo único que de verdad puede enseñarse (y merece la pena ser enseñado) es el amor.

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