Tuesday, September 08, 2009

CLARIDAD

Para Fackel



Hablando de Blomenfeld, sus imágenes presentan una realidad compleja, distintas perspectivas, aspectos superpuestos. Leo en La antorcha de Kraus sobre "escribir a la deriva", escribir sin un plan, sin un centro, desde el caos personal, y entiendo que precisamente escribir sin tema, sin argumento, es escribir. Lo otro es utilizar las palabras. Sólo en la confusión se hacen descubrimientos. Lo importante es "lo que pasa cuando no pasa nada", porque es entonces cuando estamos solos ante nosotros mismos y quizás escribir sirva para eso, para conocerse un poco más. Hay que dejar de ser uno para encontrarse. El yo que eres no avanza en línea recta, acaso en círculos, confusamente, la confusión enriquece. Ir en direcciones múltiples, a la deriva, es el verdadero viaje. El envés de la trama. Ir a donde no vas con palabras. Abomino de la claridad.
Releo lo escrito y veo con impotencia mi claridad de nuevo ahí (esas frases rotundas, esos asertos contundentes). Son muchos años de utilizar las palabras en mi trabajo diario. Y me doy cuenta de que lo que abomino es en realidad el aburrimiento de mi propia, ardua, laboriosa claridad. En tal caso, pacece ser que soy alguien que añora la confusión, alguien que quiere reconciliarse con la duda y la inseguridad. Alguien que quiere aprender a escribir sin utilidad, solo por el placer de perderse. Emborronar y volver a mirar, entornando los ojos hacia adentro.

2 comments:

  1. Francisco. Aplaudo tu autocrítica. Palpas la vida, tocas el conocimiento. Los oficios cotidianos, tan sobrecargados de palabras ¿vacías? ¿oficiadas? ¿establecidas obligatoriamente?, nos emputecen el lenguaje. Lo distorsionan. Hay que escuchar lenguajes interiores. O los no lenguajes. Hay que parar, hay que desproveernos, vaciarnos incluso. Dejar que lo desonocido nos sugiera. O lo confuso, o lo caótico, como tú dices. Yo no tengo ya tan claro que los órdenes perseguidos me hayan enseñado. En todo caso me convirtieron en sumiso y en maniático. Hoy, el cuerpo (la vida interior) me pide otra cosa. Tal vez el reaprendizaje bajo otros parámetros. Tal vez, el retorno a nuevas sensibilidades sobre las que no tengamos que rendir cuentas a Nada ni a Nadie.

    Un abrazo. Habría tanto que hablar ¿o callar? sobre el tema. Una botella de Manzanilla y un barril de aceitunas nos sigue esperando en una terraza hispalense, seguro.

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  2. Sí la manzanilla y si las aceitunas y sí la charla. Hay que parar...salir un momento a la calle con alguien...es tan urgente y tan preciso como lo más urgente y lo más preciso. Darse tiempo.
    El cuerpo, en el lenguaje bíblico significa "la fragilidad" humana. Y en ese sentido ser conscientes de nuestra propia fragilidad es una llave para la libertad. Hoy fue un día en que quedé mal, no estuve acertado...y eso me desequilibró, me sentí herido en el orgullo. Y sin embargo, en esa debilidad se puede ser grande, se puede aprender. Me faltó tomar esa cerveza para reconciliarme con mis errores.

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