Hay cosas que uno no puede creer, por ejemplo, los milagros. Digo, si no cree en ellos. Pero ¿y el milagro como metáfora? Es una especie de acto poético. Y en este tipo de actos, sí creo. Un acto que constituye una revelación, que provoca el entusiasmo y la alegría de vivir. En el Evangelio hay actos de este tipo, de gran belleza. Jesús como poeta.
Hoy, que llevo tres días de Feria, quiero acercarme al Jesús que se ríe. Al Jesús que asiste a las bodas. Se acaba el vino. Él tiene una relación especial con su madre. Ésta es -como mujer- la que se da cuenta de lo que pasa. Va a acabarse la alegría. Y Jesús considera tan importante eso...poéticamente, pide que le lleven enormes tinajas y vacías y que las llenen de agua. Y de repente es vino...del mejor. Este hombre que ríe, se ríe como nunca ante la sorpresa de todos y...que siga la fiesta.
Unos años más tarde, están muchos reunidos y no hay qué comer. Jesús pregunta si hay alquien que tenga algo. Y un niño, que tenía dos panes y unas pijotas, para él, dice: toma esto. Eso sólo se le ocurre a un niño...qué puede hacerse con eso. Pero Jesús es un poeta y crea la ilusión de compartir. Como un prestidigitador, empieza a sacar de la manga panes y peces y, como esos magos a los que nunca se les acaba el pañuelo que sale de la manga, tira y tira de pijotas y de molletes....Felicidad de dar lo de uno y de recibir lo del otro, y tener para todos, y estar juntos y no faltarle a uno "de na". Es la poesía del amor, para el que nada hay imposible y con un pan pueden comer miles, cientos de miles de personas. Con un poco de amor. Comer, vivir. "He venido para que tengan vida".
Desde la Feria, donde no se acaba el vino, donde se comparte el pescaito y el baile, donde el amor está en cada esquina, ¡alegría para todos!
Saturday, April 29, 2006
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¡Que termines bien la feria! Espero que estés aprovechando toda esa alegría que intentas transmitir.
ReplyDeleteA mí personalmente no me gusta nada la feria, pero porque su concepción, su manera de desarrollarse, su masificación va en contra de mis principios (ojo, tengo todo el derecho a decir esto, pues soy sevillana, je je :)).
Es que soy más rara que un perro verde ¿verdad?
Saludos
Nada de eso, Carmen. ¿Qué es ser raro? Seguro que para nada lo eres. Sobre gustos no hay nada escrito y además, hay muchas ferias. Basta pasearse por el ferial. Hay la feria de calle, la feria familiar, la feria de ser visto...pero en una realidad tan variopinta, hay algo para cada uno: hay colores, olores, hay momentos, encuentros...antesdeayer, bailé en una caseta con una señora que no conocía de nada, estábamos allí, nos miramos, y salimos a bailar. Esos cuatro encuentros del baile, mirándonos, dos desconocidos, a los ojos, y luego dándonos las gracias al despedirnos...fue un momento muy bonito. Hay momentos así. Ayer vi una puesta de sol, paseando por el Ferial, un sol rojo y grande, y un coche de caballos antiguo, precioso. Hoy, el toro, ese animal como no hay otro, saliendo fogoso, todo músculo...Es una semana para el milagro. Y es un milagro esta semana, como dices masificada, incómoda, pero en cada vuelta de la esquina es posible la magia, la ilusión. Un cariñoso saludo a tí.
ReplyDeleteLlega un punto en que ya uno no se atreve a decir que los milagros no existen (al fin y al cabo, por ejemplo, de las miles de personas que salieron en coche en Semana Santa, sólo murieron 113...), pero lo que sí me atrevo a decir es que, existan o no, yo no creo en ellos.
ReplyDeleteBuena Feria, Francisco. Difruta del color especial.
Yo tampoco creo en los milagros. Pero sí en las metáforas y en los hechos "milagrosos". Ayer, en los toros, un rejón le quedó congaldo al toro. De un giro se lo quitó y, según caía, le arreó una coz, que lo lanzó lejos. Ni el mejor futbolista haría una chilena así. Es milagroso. Luego está la metáfora: Alfonsina entrando en el agua, por ejemplo. Y a ese tipo de actos poéticos me refiero. Los ultraístas y los surrealistas eran aficionados a ese tipo de actos: por ejemplo, derramar un cubo de agua sobre la mujer amada (en la última película de Buñuel). O la pierna ortopédica de Tristana. Quiero ver esta poesía en algunos de los cuadros más conocidos de los Evangelios. Un beso.
ReplyDeleteEs que el surrealismo, pese a lo que pueda pensarse, es un invento muy español. Sólo hay que salir a la calle para darse cuenta.
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