Thursday, May 04, 2006

MI NIÑA PEQUEÑA

"Rachel con dieciseis o diecisiete años...-¡Papá! -Aún me llamaba papá por entonces-. Necesito que me ayudes...Me reí al ver lo que pasaba, y cuando Rachel comprendió que no me estaba riendo de ella, se echo a reír también. Si tuviera que elegir un instante, un solo recuerdo para guardar en la memoria entre todos los momentos que he pasado con ella desde hace veintinueve años, creo que sería ese" (Paul Auster, "Brooklyn Follies", página 70).
Cuando el otro día leí esta parte del libro, me llegó muy dentro. Tengo una hija de esa edad. Un momento de risa juntos puede ser algo tan difícil cuando crecen...Ella está forjando su propio mundo, y en él apenas entra ya su papá ¿Qué siente en este momento un padre al que le parece que hiciera apenas unos minutos que jugaba a la pelota con su niña por los pasillos, o la tenía pegada como una lapa a la barriga, en la piscina, haciendo pucheros y sin atreverse a soltarse para nadar? Ahora, que ya tiene que avisar para entrar en su cuarto se pregunta por el futuro ¿Qué conservará la memoria, dentro de unos años, si -como sucede a Nathan con Rachel- la hija deja de hablar al padre por algo que él dijo o hizo mal y sus vidas se separan y se distancian? Un instante de risa juntos...ahora, que está conmigo y todavía me llama papá.

7 comments:

  1. Anonymous12:01 PM

    Que precioso lo que escribiste..
    tener un hijo debe de ser algo maravilloso :)

    ReplyDelete
  2. Anonymous12:04 PM

    Me da un poco de miedo esa afirmación tan tajante que hace javazquez. Quizá me da miedo porque, en el fondo, creo que sé que es real.

    ReplyDelete
  3. Airefuz, creo que aún eres hija y no madre (por lo que dices). Es maravilloso tener un hijo, y es algo que te vincula de por vida. Es lo único indisoluble: siempre será tu hijo, siempre serás su padre. Ante esto, ¿qué es la educación? No se trata de saber cómo hacer de padre bien. No es algo que tenga reglas, algo tan frío, algo que se hace bien o se hace mal. Eso me recuerda determinados libros que me han dado en el colegio de mi hija: cómo educar a los niños de 5 a 10 años...Se trata del amor. Y en eso no creo que valgan reglas. Se trata de quererse...no sé de que se trata, pero -Amanda- no de algo que deba darnos miedo. Siempre estamos exigiéndonos hacer bien las cosas. Pero que no se nos pasen los días sin abrazar a nuestros hijos, sin decirles que les queremos, sin mostrarles lo mucho que nos enseñan siendo como son cada día. Algo así. Y José Angel es el más amante de los padres: lo conozco y lo sé. Sí, vamos a ser menos duros con nosotros mismos, vamos a adornarnos más: queremos a nuestro hijos y con tal de no malcriarlos, es lícito todo lo demás. Los besos y las risas.

    ReplyDelete
  4. Por eso, aun con todo nuestro cariño, tenemos que mataros antes o temprano.

    ReplyDelete
  5. (antes o temprano... risas, un acto fallido en toda regla: lapsus calami)

    ReplyDelete
  6. Es bonito reír juntos, tener algo que una. La distancia en la adolescencia es normal, es un paréntesis importante, pero paréntesis al fin y al cabo. Se crea una distancia entre padres e hijos, a veces insalvable, pero es ley de vida, cuestión de generaciones, supongo. La clave está en algo que ya habéis mencionado, el amor, trabajar el amor y sus manifestaciones. No hay remedios ni fórmulas mágicas. Y sí, es difícil "Educar a los hijos a vivir sin los padres", pero debería ser fácil si tenemos claro que educar es una responsabilidad elegida y no impuesta.
    Saludos

    ReplyDelete
  7. Me ha encantado, Francisco. Mi hija tiene 3 años y pienso a menudo en si algún día llegarán a parecerme increíbles cosas que ahora hacemos juntos.
    Creo que una cosa es que sea independientes, y otra muy distinta que “vivan sin nosotros”. No tienen por qué vivir sin nosotros, de espaldas a nosotros; y mucho menos contra nosotros.

    Danae, aún hablas desde ese lado de la barrera. Ya cambiarás...

    Un abrazo.

    ReplyDelete