Tuesday, July 24, 2007

PATRICIA ELENA VLIEG


En el Camino siempre hay sorpresas. Pasan cosas. Cosas que uno no pudo imaginar cuando se puso en marcha. Entre los hechos insólitos de esta singladura: recibo un regalo ¡que me llega de Panamá! Natxo Andrio me ha traido un CD de Patricia Elena Vlieg, "Origen". Y su voz ha hecho el Camino conmigo en la mochila, como una promesa para la vuelta a casa.
Llego al asfalto, desde los frondosos bosques, a la contaminación desde el aire puro, al calor sevillano desde el frescor gallego. Pero ahora, entre las calles hacia el trabajo, escucho la voz de Patricia, sus letras de serena poesía, su música que desgrana las palabras en una riqueza de ritmos y sonidos, con aportes instrumentales de calidad -cuerdas, bajo, flauta- y su punto jazzístico también...El Camino me regaló el placer de esta música.

Pero voy leyendo las letras y allí encuento una canción 'Sesenta Lunas' que lleva una dedicatoria: "A una niña de cinco años que abandonó su casa para escapar de la violencia doméstica y hoy vaga sola en la noche de una ciudad cualquiera". La letra, de su hermana, Ana Lucía Vlieg. Entre los agradecimientos: "a Natxo, buscador y caminante por contarme la historia de las sesenta lunas que luego se hizo canción" (Natxo que ahora marcha a Guatemala, para trabajar con los niños de la calle).

SESENTA LUNAS

Tú le estás hablando
luna de cristal,
y ella apenas piensa en huir y andar.
¿Qué le están deseando,
estrellas del cielo?
‘Que encuentres abrigo
que encuentres consuelo’

Ella solo lleva
el recuerdo aquél,
abismo en el alma,
golpes en la piel.
Sesenta lunas, cinco veranos,
el corazón ya te han marcado,
sin un arrullo, sin un abrazo,
sin la caricia, sin el regazo.

¿Qué le van diciendo
las calles desiertas?
‘Para ti no hay sitio
ni puertas abiertas’
¿Qué le va diciendo
nuestra indiferencia?
‘Aca yo en mi vida
allá tu sentencia’.
…..
Niña del viento,
niña del llanto,
retoño frágil ya sin raíz.
Vamos, que un día se acabe el llanto
y llegue el tiempo de ser feliz.

El Camino es de alegría, pero es más: envuelto en música, me trae un compromiso de combatir el llanto.

6 comments:

  1. Combatir el llanto? Y eso?

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  2. Sí, Princesa. Me refiero a colaborar con la causa de los niños de la calle. Combatir en el sentido solidario de la palabra. Y tengo amigos que van todos los años para allá y dedican a esos niños parte de su tiempo de vacaciones. Creo que sería una experiencia personal importante y creo que me encontraría también alegría entre las cajas de cartón. He caminado con personas que venían desde muy lejos. Alguno me habló de su estancia en Calcuta, otro era activista de Greenpeace...Enfin, he recibido muchos mensajes en pocos días, caminando.

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  3. Digamos Francisco que este es otro camino diferente del tuyo a Santiago y del mío a Ítaca...aquí no hay reflexión sólo necesidad...bella canción...TERRIBLE REALIDAD...abrazos..espero te lo hayas pasado bien en el frescor del bosque.

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  4. Hola Fernando: El camino a Ítaca me recuerda eso de Borges...Ulisises, harto de prodigios, vuelve a su casa. Ese camino de vuelta (que siempre se hace más largo, por fallar la ilusión de la ida), de vuelta a lo cotidiano, es también importante, pues el amor esta en el dia a dia, disponible. Gracias por recordármelo. Un abrazo.

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  5. Pues para mi el viaje a ÍTaca es a la inversa. Me lo descubre la adaptación poéticomusical impresionante (un verdadero Himno) de Luis Llach sobre el poema de Kavafis. Ergo descubro el poema de Kavafis y la obra de Kavafis. Y al final redescubro la Odisea...¡Todo tan soreprendente como bestial en los vericuetos de la existencia humana!

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  6. Anonymous3:23 PM

    Hola, Francisco:
    Deseo agradecer tus palabras sobre mi CD "Origen". Es un regalo confirmar eso que aunque parece sabido, es siempre sorprendente para mí; el que una canción que se lanza al viento en un momento toma rumbos desconocidos, tiende puentes, nos reúne, nos conecta, nos acerca...
    Muchos saludos y gracias por cultivar este espacio que es también un puente para los encuentros y una hermosa forma de, como dice Benedetti, "defender la alegría."

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