Para Cristina
Hoy la ciudad está quieta. Silenciosa. Espectante. En las calles se palpa un ambiente especial. Retenido, ansioso. Se hacen las compras un tanto precipitadamente. La risa es pronta. Hay nervios. Se aceleran los preparativos. Hace días que fueron llegando visitantes. Se ven mochilas, maletas, forasteros en chancletas, jóvenes risueños con rastas y pendientes, que miran con ojos muy abiertos las botas de las tres Zetas en el escaparate. Jóvenes inquietos, tensos. Los paseos de la ciudad, sin embargo, están tranquilos. Desde el balcón de la Media Luna se ve como todos los días, majestuosa, la nave de la Catedral, que tantas cosas ha visto pasar y las montañas que protegen la ciudad.
Mañana un cohete romperá el aire y un silbido rajará el silencio...Estallará la fiesta. Y será otra ciudad (otro mundo) durante una semana.
Exacto. Mañana todos saldremos a la calle como si no fuéramos a volver nunca, dispuestos a divertirnos eternamente. Brindaré por ti.
ReplyDeleteGracias Pachi.
Sólo estuve una vez en San Fermín...me sigue trayendo el aroma de mi juventud...pasarlo bien y fundir las noches con los días...abrazos.
ReplyDeleteHabrá que ponerse en camino hacia "Pampaluna"
ReplyDeleteUn abrazo
caminante de blog en blog,
ReplyDeleteadonde quiera te encuentro quien tuviera tu tiempo!
Es que me estoy tomando un poco de vacaciones, porque en Sevilla estamos casi a cuarenta y los que no podemos estar en la playa, pues echamos el rato en el ordenata. De verdad, ya quisiera tener tiempo, pero...sólo saco ratillos.
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