Wednesday, June 09, 2010

LA EMBRIAGUEZ DE NOÉ



La Biblia nos cuenta que cuando cesó el diluvio, cuando el mundo viejo y pecador quedó extinguido y muertos todos sus habitantes, se abrieron los cielos y la barca encalló en tierra, en lo alto de un monte. Y cuenta que Noé descubrió la vid y su fruto y que se emborrachó. En el mundo nuevo, tras el diluvio, los hombres descubren la embriaguez, el dulce olvido en el alcohol. Quizás Noé bebía para olvidar a un Dios que aniquila lo que creó. Un Dios justiciero que luego se arrepiente de su ira repentina, cuando ya la cosa no tiene remedio. De un Dios así hay que olvidarse, y Noé intenta olvidarlo en la bebida. Los hijos de Noé descubrieron a su padre ebrio y desnudo y taparon su desnudez. No entendían, se avergonzaban de su sonrisa de payaso feliz. Pero ¿es o no es para pillarla descubrir tras el encierro de cuarenta días un mundo anegado por las aguas? ¿es o no para cocerse ser el que sobrevive a una hecatombe como esa, por puro capricho divino?

Amigo vino. Amiga embriaguez que nos haces por un momento inmortales.
El día después del diluvio el mundo amaneció convertido en un cementerio inmenso de pecadores.
El día después del diluvio Dios -impresionado de su propia venganza- prometió no destruir de nuevo su creación. Maduró la divinidad o se espantó de sí misma.
El día después del diluvio el hombre descubrió la botella. Descubrió un Paraíso artificial, un Paraíso etílico, sin la amenaza de un Dios justiciero.
Durante mucho tiempo, hasta que bajaron las aguas, sólo intuyeron la multitud de los cadáveres. Había que beber mucho para soportar el hecho de sobrevivir a tantos. Cuando las aguas dejaron ver la magnitud de la matanza, la hecatombe fue insoportable para los supervivientes.
Noé se emborrachó porque en determinado momento se acordó de sus amigos ahogados, pudo escuchar sus gritos de angustia y se sintió traidor por seguir viviendo. Entonces se reconoció tan pecador como ellos, hecho de la misma pasta y quiso la misma suerte de ellos, quiso un mundo con ellos, un mundo en el que él se enfrentaría al Dios que le proponía salvarse y le diría que renunciaba a la salvación con tal de compartir la suerte de sus amigos...en lugar de salvar a tanto bicho raro y absurdo, tanta grulla y tanto pavo, tanto faisán y tanto rinoceronte...en lugar de aceptar esa tarea absurda de salvador de bestias, debió haberse negado al juego y salvar -en todo caso- a sus amigos, o irse con ellos al fondo de las aguas dejando perecer a todas esas fieras.

Le hizo el juego a Dios: el juego de los buenos, que siempre se salvan ellos solos. No. "O todos o ninguno. O reconoces nuestra débil condición, nuestra condición de transgresores de cualquier norma, de locos, ególatras lujuriosos. O nos reconoces tales como nos creaste, o acabas con todos, no dejes a ninguno. O nos salvas a todos o nos condenarás sin justicia, pues somos como nos hiciste. Danos nuestra pobre vida miserable y heróica. Nuestra vida imperfecta, efímera. Nuestro destino de muerte. Y de esa pobre vida mortal seremos capaces de sacar gestas, amores y trascendencia".

Noé se embriagó para olvidar su vergüenza de superviviente.

4 comments:

  1. Pero ¿y la embriaguez actual de los españoles? Tras la carencia secular llegaron a comer, a beber, a ir a la moda, a llevar a sus niños a colegios de pago, a comprarse piso y coche, a ir de vacaciones, a alternar, a aparentar y alardear (qué tres A tan nuestras)

    Pero el diluvio era cíclico también y ahora la resaca es para muchos vivir con el agua al cuello, quitarse necesidades falsas, dejar de lado aspectos secundarios, incluso desalojar algunos fundamentales.

    Bendita la crisis para quien ha vivido por encima de las posibilidades y puede reparar su alma. Maldita para quien ya vivía lo justito y encima le va a faltar. Al final Dios decidió de nuevo, igual que el diluvio de antes, el de ahora (aún con imprevisibles consecuencias) Dios se ha hecho carne hace mucho tiempo y se llama Sistema financiero. Dios-SsistemaFinanciero dirige el mundo y nosotros los humanos, como en todas las teogonías, ocupamos el papel de segundones.

    Los protagonistas son siempre ellos. ¿Hasta cuándo?

    Abrazo.

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  2. Cambio de mundo: el mundo viejo, muerto de codicia, de avaricia, desaparece (Wall Street se hunde) y sobrevive la gente corriente; los especuladores quedan ahogados por su propia furia depredadora y sobreviven seres unidos a la naturaleza, seres solidarios, que saben que su suerte está unida a la de los más pobres de sus hermanos.
    Ese es el diluvio que esperábamos. Pero parece que el mercado, una vez salvado por los políticos, tiene cogido por el cuello (es decir, por la deuda) a los políticos, y quiere sobrevivir a costa de todos nosotros, mandándonos al fondo del océano.
    Diluvio sí pero ¿quién va a sobrevivir? Un abrazo Fackel.

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  3. Es una manera de olvidar, pero se recuerda más y más se lucha por no recordar y luego viene el malestar a la realidad de lo que se por recordar se buscaba olvidar.

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