Friday, March 23, 2012

FINAL


Su casa de toda la vida. El suelo, fatigado de tantos años, ha tomado una pátina amarillenta, de vieja iglesia de pueblo. Va con su albornoz -pasillo arriba, pasillo abajo- hablando solo. No se ha afeitado hoy. Apenas cenó algo. Esta sin ganas de nada. Solo quiere permanecer en este espacio conocido y ver pasar el tiempo por delante, lento, interminable, vacío.Reitera a diario una rutina precisa, intentando confundir a la muerte. Como si hubiera vuelto al tiempo de la infancia, las repeticiones le proporcionan una ilusión de eternidad. A veces cree ver a su madre asomando por la cocina. Quiere todo en su lugar. Todo a su hora. Lee interminable la misma página inicial del prólogo de Ortega y Gasset a la "antolojía" del poeta indio Rabindranth Tagore. Ese exquisito comienzo en que dedica su texto a Zenobia, la esposa de Juan Ramón (traductora del poeta), donde la compara con el hada buena que recordamos de los cuentos de nuestra niñez. Disfruta a la misma hora del mismo deleite, se enciende un cigarro y toma su vaso de vino. Quiere sentir la duración del tiempo que le quede, protegido por esa casa que es como el castillo en que se ha encerrado con sus fantasmas para ver aproximarse el fin que le amenaza.

2 comments:

  1. Anonymous8:10 PM

    No ! Que no se aproxime el final, todavía no, falta mucho, mucho por recorrer.

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  2. Querido Anónimo, gracias. Este blog lleva ya 600 entradas. Es un número redondo muy tentador. Por otra parte, una entrada más dejaría fuera la que recoge el momento para mí mágico, de la presencia en mi blog de mi escritor favorito y por cuya preferencia declarada descubrí a una persona muy querida (Vila-Matas nos unió). El autor entra en mi vida de lector y yo, como buen hijo, le sacudo. Quiero llamar, seguir llamando, su atención. Todo esto te lo cuento a ti, anónimo, único que pareces intuir esa tentación mía, único fiel en un recorrido de esto. También comparto contigo, íntimamente, que estoy disfrutando de aire de Dylan muy despacio. Lo inaugural, solemne...(el rollizo o el gordo Buck Mulligan) y por solemne risible, como pisar un plátano, que puede dar comienzo a una tragedia. Lo inaugural, cuando uno lleva 24 novelas, esta es la 25, es extraordinario. Pero puede venir bajo la forma de una carta, una invitación a un lugar, al que vas por otros motivos, sin especial interés ni expectativa...y luego allí algo o alguien te atrapa y cambia tu vida, porque requiere cada vez más atención eso nuevo que emerge...y acabas cambiando de casa. El milagro de posibles nuevas historias en mi vida o en la tuya, es lo que trae Vila-Matas en cada nuevo libro...el milagro del joven Dylan dentro del viejo Dylan, que ahora saca disco también. Teatro. Abrir el telón con un resbalón, hacer como que uno quiere fracasar, quiere quedarse sin lectores, y un lector anónimo le fastidia siempre el plan. Siempre queda uno. Gracias y un abrazo.

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