Jazz es libertad, pasión, magia, potencia. Estos días vuelvo a escuchar a Randy Brecker. Sus últimos discos. Menos experimental que su hermano Michael. Más funky, como a mí me gusta. Con compañeros de lujo, este trompetista legendario (formo parte de "Blood, Sweat & Tears" en los sesenta), se muestra con una juventud en los planteamientos que ya quisieran muchos.
Los dos discos que escucho -"Hanging in the city", y "34th n Lex" (ver portadas, para orientarse en la tienda), son de los que gustan a la primera audición, muy recomendables para los no iniciados en el jazz que quieran entrar en esta música. Se utilizan tratamientos del pop, con un poco de todo, hay gran variedad de sonidos, pero siempre destaca Randy con su sonido poderoso, su fraseo ágil y con sentido, su gusto por el funky, dejando espacio para los solos de guitarra, bajo, saxo...y desde luego trompeta, fiscornio...Delicioso. Para llevar en el coche (como yo), y no parar de mover la cabeza y marcar el ritmo con el pie libre. Un trayecto al trabajo, en esas condiciones, pierde parte de su carga dramática y hasta siente uno que termine. Discos anti-atasco.
Se trata de obras terminadas, con una producción muy costeada (Randy pone la pasta). Hay que destacar las portadas, gráficamente magníficas. En cada tema aparece indicado en el interior el orden de los solos, por lo que se puede seguir estupendamente a cada instrumentista. También -para los que sepan inglés- vienen los textos pergeñados por este tipo para las secciones vocales.
Los músicos que colaboran son todos ellos líderes con trabajos en solitario. Sobre todo, a destacar la presencia de dos saxos de lujo: David Sanborn y Michael Brecker, pero también participan Ronnie Cuber y Fred Wesley: está toda la panda de músicos neoyorkinos que habitualmente sólo se unen para estas cosas.
En "Hanging in the city", para mí el mejor de los dos trabajos, por concepción y unidad, Randy se atreve a rapear, utilizando un personaje de los bajos fondos que es su alter-ego: "Ramroid, mi otro yo, no tiene edad, ni límites, ni se preocupa por ser políticamente correcto. Aparece a medianoche y te lo puedes encontrar en cualquier callejón. El siempre estuvo ahí, pero yo no lo había encontrado".
Por cierto, envidio a este sujeto, no sólo por su creatividad, no sólo por vivir de lo que a mí me gustaría vivir y como a mí me gustaría haber decidido vivir, no sólo por su sentido lúdico y desacomplejado al enfrentarse con sus álbumes, no sólo por aceptar y asumir su otro yo, su lado de sombra y pecador, sino por el hecho fundamental de haber conquistado el amor de la dulcísima pianista brasileira Eliane Elias, cuando ella contaba sobre diecinueve años y era un ángel turbador. Nacida en Sao Paolo, en 1981, llegó de Brasil a New York, de la mano que Mike Manieri, el vibrafonista lider de "Steps Ahead", el mejor grupo de jazz en los 80 y del que formaban parte además, el bajista Eddy Gomez, el batería Peter Erskine y el saxo tenor Michael Brecker, el hermano guapo de Randy. Pero el feo se llevó a la chica.
En http://www.andaluciajazz.com/entrevistas/randybrecker.htm le hacen una entrevista sobre estos dos trabajos.
Me ha gustado escuchar jazz en este post. De primera. Saludos
ReplyDelete¿Eres aficionado Gatito? Seguiré haciendo recomendaciones: me encanta captar prosélitos para esa música maravillosa. Saludos.
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