¿Qué cosa hay imposible? Un Presidente negro en Estados Unidos. Un lendakari no nacionalista en Euskadi, llamado López. Que desaparezca ETA. Cuántos han cejado en su empeño abatidos ante lo que parecía imposible. Y sin embargo, otros insistieron y se enfrentaron al desánimo, con la fe con la que Allende proclamó, en su última jornada que, más pronto que tarde, volvería la libertad a las alamedas de Santiago.
Pienso esto ahora, recordando los tiempos del crimen y del miedo allí en mi tierra, mientras escucho música de Horace Parlan. Ese niño al que la polio había paralizado el lado derecho de su cuerpo, y que aprendió a tocar el piano con la mano izquierda, y a dejar caer la otra, deformada, con esos dedos imposibles, sobre el teclado, y que acabó creando su propio estilo de tocar con su mano buena, para convertirse en un maestro, ejemplo y estímulo para otros, componiendo melodías como este "Amor y Paz", que quiero aquí dedicar a todos los que padecieron la violencia y la intolerancia en el País Vasco y en el resto de España y quizás perdieron la esperanza de ver días como estos, de reconocimiento por su sacrificio y admiración por su valor y por su integridad. Con mi esperanza en un futuro de paz.
Saturday, May 09, 2009
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
Sin esperanzas ni utopía ni sueños imposibles...´¡qué habría sido del hombre? Todavía pagaríamos al señor por moler el trigo, y moriríamos en la hoguera por decir que la tierra gira, y una apendicitis nos mataría, y las mujeres no podríamos pensar , ni viajaríamos a miles de kilómetros en poco tiempo. Lo imposible es el principio del cambio. Besos
ReplyDeleteFrancisco, qué hermosa la música de Horace Parlan. Todo viene bien. Y doy la razón a Marisa, lo imposible es un principio...pero no, es lo posible en un momento dado. No siempre lo posible e sposible, ni mucho menos. Nada es fijo ni permanente ni estático. Lo tendrían que digerir los etarras, por ejemplo, y también otras gentes. Pero hay que interpretar también. Sin el catolicismo integrista secular y el carlismo no se entendería el nacionalismo fundamentalista ni eta. Han cambiado tantas circunstancias, tantos ritmos, tantos significados, tantas coordenadas históricas...A lo mejor, lo aparentemente imposible, la desaparición del terrorismo, e este caso, por ejemplo, es realidad pronto. Hy otras aparentes imposibilidades que, tal vez, algún día, quién sabe, acaso...etc...en fin.
ReplyDelete¿Allende? Pobre. Las alamedas no se abrieron para él y para su integridad en su momento. Se habla mucho del símbolo "Che Guevara" demasiado fácil y cristiano) Y muy poco del hombre íntegro, más posibilista, coherente, y respetuoso con una democracia que no aceptó la burguesía chilena, que no cogió un avión para salir de Chile. Así le fue, pero para mi es un paradigma.
Nada hay imposible, pero existe la temporalidad, los márgenes y los pulsos de los poderes. Nada hay milagroso, ni se nos da por añadidura. ¿Alamedas? Quedan muchas por abrirse y pasearse para millones de humanos. Depende de nosotros también.
Buena noche, buena lectura.
Sin dioses ante los que humillarse y con patrias que no fueran otra cosa que casualidad, la paz sería menos imposible. Me gustó mucho leerte, como siempre. Y como siempre, me gustó mucho cerrar los ojos después y escuchar.
ReplyDeleteMala, es verdad, las patrias son una casualidad y no hay otro Dios verdadero que el amor. Lo otro son abstracciones, ideas. Por eso la música es universal y escucharla juntos una comunión.
ReplyDeleteCuando escribí esto había estado escuchando a Parlan y considerando el mérito de soñar con ser pianista a pesar de su limitación. Además estuve toda la semana feliz con los hechos ocurridos en Euskadi y la posibilidad de un cambio que -a mí mismo- me había parecido imposible. Entonces ví que el pianista tuvo que trabajar toda su vida contra la mirada de los otros, que sólo veían imposibilidad.
Me ha gustado mucho Fackel tu referencia a Allende, porque es ese tipo de hombre sólido el que hace que cambien las cosas: Luther King o Gandhi o Cristo. Y tienes razón lo posible antes fue imposible, es, como dice Marisa, primero algo utópico, algo de iluminados (por que sólo ellos lo ven). Como ver ahora una nueva Africa, un mundo sin hambre...o la quiebra del negocio de los laboratorios farmaceúticos (tras la quiebra de los bancos) por la consagración de un derecho universal a las medicinas. Bastaría soñar y luego, actuar. Por eso me he arrepentido de la última frase de la entrada: con mi esperanza...de paz, porque se queda ese deseo en un sueño. Es realizable. Ahora escribiría "con mi compromiso con la integridad, para un futuro de convivencia en libertad". Besos y abrazo a los tres.