Wednesday, December 30, 2009

EL DÍA DE LOS PROPÓSITOS

No sé si es desde que me regalaron la Agenda de 2010. O quizás desde que recibí un comentario que me recomendaba descansar. Antes escribía en mis agendas (desde hace mucho se convirtió en un placer y una necesidad, de aclararme, de proyectar, de conservar textos, ideas). El blog es una proyección de estas libretas, una versión moderna. A mi amigo Félix le sorprende que de un solo teclazo soltemos al ciberespacio intimidades que antes se reservaban a los amigos y tras unas copas. Por eso, estos días he disfrutado como siempre haciendo propósitos para el año que empieza. Es otra costumbre, gozosa, de pensar -como le digo a Mertxe- que siempre es posible cambiar (como el avinagrado protagonista de Cuento de Navidad). Que quizás podemos resucitar y encontrar una nueva oportunidad. Quizás no, quizás uno es el que es y poco remedio tiene. Pero no puedo evitar este placer de planear el futuro. Ya mañana es fin de año y no habra tiempo entre tantaconfusión de fiesta y felicitaciones para hacer planes y pasado ya habrá pasado el momento para ello. Hoy, por tanto, es el día de los propósitos. Por eso pensaba en esa nueva Agenda y en este blog, en cómo me gustaría que fuera, más ligero, más frívolo, menos intimista (quizás menos complaciente en la intimidad). Pensaba, como cuenta Olvido, en los dones de la levedad, como la nieve que cae, la lentitud y el sosiego, incluso la necesidad del silencio, entre tanto ruido. Pensaba en lo mucho que me gusta el blog Jamais-vu -desde hace tanto tiempo- y cómo es un blog en que curiosamente hay muy poco texto. Pensaba en la alegría que me transmite su autora desconocida. Pensaba en mi Princesa de Hojalata, en stand by, cuyo blog es una delicia. Pensaba en la recordada Amanda, en su sinceridad desnuda y en todos los que acabaron eligiendo el silencio. Pensaba en estos años y en esas presencias. En el lema de este blog, que me sugirió alguien cuando quise dejar de publicarlo: es una ventana, acaso una puerta. Y cómo por esa puerta entraron personas reales en mi vida y se hicieron realidad proyectos y encuentros. Pensaba en mi cámara fotográfica, la que he pedido a los Reyes y en la posibilidad de que imágenes mías, pudieran como las de José Luis Seisdedos o las de Félix Madroño, sustituir a mi voz. Hoy es el día de los propósitos y pienso también en los que me leen. Pienso en Pilar, pienso en Badly, pienso en Ana, en José Luis. Pienso con cariño en Marisa, en Bel, en Elvira, Enka, Joaquín, en Zóe, en Jesús... Pienso en esta riqueza y en mi Agenda, que ahora comparto con todos vosotros.

Monday, December 21, 2009

EL ORO DE LAS PIEDRAS



Leo en La antorcha de Kraus sobre un coleccionista de piedras, y recuerdo con cariño etapas de mi vida en que yo mismo lo he sido. Cada piedra es diferente. Ninguna es idéntica. En esto se parecen a las personas. El agua las va puliendo, y el mar o el río las entregan suaves, sin aristas. En esto sucede como en nuestras vidas, que nos van quitando esquinas, nos van arrancando trozos de nosotros mismos, nos van haciendo pequeños y sencillos. Yo iba con mi hija buscando piedras en la orilla de la playa, buscando conchas también. Nuestras inmersiones tenían el argumento de estas pequeñas capturas y cada día volvíamos cargados con las que más nos gustaban, para colocarlas en tarros de cristal o adornando las estanterías de su cuarto. Alguna vez las barnizábamos para que conservasen el brillo del medio marino. Luego hemos cargado con algunas en varias mudanzas. Había constantes descartes e iban quedando las joyas de la colección: la que tiene unas vetas blancas que forman mis iniciales, un pequeña con la forma idéntica a un corazón, una grande y redonda que hacía de pisapapeles. Era una aventura compartida y una alegría cotidiana. Una de nuestras primeras complicidades. La sorpresa infantil del descubrimiento de tesoros la vivía yo también junto a ella. Y juntos disfrutábamos, enseñándonos nuestros hallazgos: con forma de sirena, con forma de martillo, con un orificio en el centro para hacerse un collar, blanca, amarilla, roja...piedras humanas, porque las humanizábamos con parecidos, perfiles... Objetos de colección y de captura. Placer compartido. Ejercicio del arte de observación y descubrimiento de semejanzas. Ahora ya no me fijo en ellas. Paseo por la playa mirando al horizonte o a las olas. Pero este texto me ha recuperado el sabor de esos días de padre e hija, de comunión lúdica por las playas y los ríos. Esos momentos que, cuando pasa el tiempo, tienen la luz de la felicidad. Y pienso en nuevas complicidades, en nuevos juegos para este tiempo de ahora, con la ilusión de que sea posible encontrar oro en otros lugares los dos juntos.

Sunday, December 20, 2009

APARICION DE FERNANDO PESSOA



De una esquina surgió Fernando Pessoa, con su sombrero negro y su gabardina, andando a grandes zancadas, como si fuera a alguna parte, con su seriedad de siempre y su efigie funeral de gafas y bigote oscuros. Entonces le recordé sentado junto a nosotros en A Brasileira, tomando cafe una mañana, mientra leíamos algunos de sus poemas, con él al lado, intentando distinguir la voz de sus heterónimos. Él cruzaba las piernas y parecía absorto, como una estatua entre los veladores.



Y mientras Pessoa lee su periódico, se arrancan la viola y la guitarra portuguesa. El bajo marca el ritmo -dice ella- para que los pies queden firmes en tierra: el fado, a diferencia del tango y del flamenco, no se baila. Porque el portugués hace frente a su destino a pie quieto y con la frente bien alta. El fado: el destino. Ese destino que nos había llevado a un viaje en busca de Pessoa. Y recuerdo ese viaje mientras escucho su voz.



Ella. La misma que pasó esos días con nosotros, que estuvo con nosotros en la habitación del hotel. Canta "Conjugar Lisboa", un recorrido por los barrios de la ciudad. Pessoa se levanta de su asiento y se despoja de la gabardina, toma el violín y empieza a tocar una melodía melancólica. Y sus notas me llevan de vuelta a la avenida de la Independencia, a Rosio, al Chiado, a Alfama, a un local de fados, donde desde otra mesa una mujer misteriosa nos mira, mientras cenamos. Pero estoy de vuelta ya, porque suenan los aplausos. Misia esta noche en Sevilla.



Presenta su nuevo disco, Rúas, en el Maestranza. Cincuenta años: "no tengo nada que demostrar a esta edad". Entonces, se puede permitir ya hacer lo que bien le parece, consciente de que todos esperan de ella lo de siempre. Y cuando, en la segunda parte del concierto, Misia se transforma en una turista y viaja descubriendo otras ciudades del mundo, cantando a Camarón, cantando música Enka en japonés, cantando rock (haciendo lo que bien le parece, haciéndolo sobre todo, para ella misma), yo me he quedado ya en Lisboa, en la Lisboa que me embrujó la primera vez, junto a la mesa de Pessoa en su café favorito, entre las lámparas y los aromas coloniales.



Me he quedado en esos miradores por los que cruzan las gaviotas, en el tranvía amarillo que recorre las calles adoquinadas, en las librerías de viejo llenas de tesoros, en el aire taciturno o triste de los viandantes que transitan sus calles, en esa forma de ser periférica y algo decadente, expuesta a las embestidas del mar que baña la plaza del Ayuntamiento. Oulissipo. Lissipoa. La ciudad de Ulises, a la que, después de los años, vuelvo con la memoria.

Saturday, December 19, 2009

LA FUERZA DE LA DEBILIDAD



Hace tiempo que no sentía eso. Era una mañana nublada, chispeaba y amenazaba lluvia. Al pasar por el Altozano, camino de mi trabajo, ví en el kiosco la noticia en primera página, con la foto de Aminetu. Sentí en ese momento una alegría profunda, una oleada de emoción que hizo que el sol saliera de nuevo entre las nubes y comenzase un día espléndido. Llegué al despacho saludando a todos, contento, feliz. Esa mujer frágil había demostrado que la debilidad es fuerte, muy fuerte. También mi debilidad era fortalecida ese día, como la de todos. Junto a Aminetu, aparecía la foto de José María Javierre, un hombre bueno que sonreía. Otro de esos seres frágiles y a la vez fuertes. Ha muerto (llevaba mucho tiempo enfermo), pero su muerte no es más que el final de un recorrido que ilumina el camino de muchos, porque -como leí el otro día a Miguel de Burgos- "evangelizar es humanizar" y se humaniza siendo uno humano. Tan sencillo.
No se por qué, las dos noticias, unidas en una misma primera plana, tenían la lógica de una misma cosa, siendo tan distintas. Y envolvían una extraña y bella parábola.

Sunday, December 13, 2009

UN DESEO PARA TODOS



Que pasemos por encima de todos los muros que levanta nuestro miedo. Que derribemos los muros que hemos levantado para protegemos de otros seres humanos, condenándoles a vivir sin esperanza. Que Belén vuelva a ser un lugar donde pueda nacer el niño que trae la paz al mundo.

Dibujo en el muro que rodea Belén.

Saturday, December 12, 2009

LA APISONADORA DE LOS SUEÑOS

Para Marta Navarro, con mi gratitud



¿Puede transformarse la vaca en delfín? ¿podría aprender a nadar?

La lógica del miedo (apisonadora de los sueños): "hay que adaptarse para sobrevivir".



¿Acaban todos mimetizándose? Quizás atrae la energía del más adaptado, quizás hay una ley natural que nos va asimilando al medio. Quizás sin darnos cuenta, un día dejamos de parecernos a nosotros mismos y empezamos a parecernos a todos los demás.



En la diferencia reside mi identidad. Lo que me congela, lo que me convierte en piedra, lo que me absorbe el alma, me deja también sin mí. Y en ser yo -en la libertad para poder ser yo- me juego la vida.

(Versión 2)

Saturday, December 05, 2009

RYANAIR: UNA COMPAÑÍA SIN CORAZÓN



El bebé tiene nueve meses. Viaja con sus hermanos de cinco y diez años, sus padres, su abuela, sus tíos y su prima. Ocho adultos y un bebé. Tienen su reserva para volar con Ryanair. Los problemas empiezan con la abuela. Su carnet de identidad ha caducado. Aunque tiene más de setenta años, aunque viaja con toda su familia. Tras conseguir de la policía del aeropuerto -amable y disponible en todo momento- hay que conseguir un documento administrativo, a que el responsable de la compañía aparezca, a que llame a Irlanda a pedir instrucciones, al aeropuerto de destino...para obtener a regañadientes su tarjeta de embarque. A continuación, las maletas. La reserva por Internet no incluía una de las maletas y hay que pagar una más y, como no pudieron obtener la tarjeta de embarque por vía telemática (no había manera de conectar ese día con la página), tienen que pagar por cada una de las tarjetas cuarenta euros extra en el mostrador de la compañia y presentar el justificante antes de facturar las maletas. Pagan con tarjeta. Han pasado en todos estos trámites dos horas, los niños están cansados, falta media hora para la salida del vuelo...parece que van a poder salir.



Pero...el bebé no tiene DNI y no puede viajar. Presentan el libro de Familia, todos sus familiares están identificados. Conforme a la ley española no es obligatorio el DNI para un viaje dentro de España. El bebé está legalmente identificado. Pero ellos son inflexibles. No hay excepción posible. Son normas internas de la compañía. Figuran en el clausulado incluido en la letra pequeña en Internet. Ellos han aceptado esas condiciones al picar sobre el cuadrito correspondiente cuando hicieron al reserva. Nada importa que esa norma sea contraria a la ley española. Nada importa que el formulario no pida expresamente el DNI del bebé, ni que en la reserva aparezca el bebé con su madre y no como pasajero. Nada significa que en el proceso de reserva no se haga una advertencia especial (pues como luego nos dirá el policía esta es la única compañía en España que exige para vuelos interiores este requisito). Es indiferente que se quede en tierra una familia con nueve personas, que pierdan sus reservas hoteleras, sus días de descanso...Ninguno de los empleados muestra el mínimo gesto siquiera de solidaridad. Es para ellos un puro trámite. Nadie les dice "lo siento" o "les comprendo". Nadie intenta hacer una gestión, una llamada, buscar una vía de solución. Allí mismo se ofrece un notario para levantar un acta y dar fe de la identidad. No se admite esta posibilidad. Simplemente no puede volar y no hay más que hablar. Y si el bebé no sale todos se quedarán en tierra, todos perderán su dinero y la compañía no lo devolverá.
El vuelo sale, el bebé y toda su familia quedan en tierra.



Acuden a la ventanilla de la Compañía a reclamar la devolución de la tasa por el equipaje (342,40 euros). Pero no es posible. Han pagado con tarjeta y sólo pueden solicitar la devolución vía fax a Irlanda. Solicitan la hoja de reclamaciones, la rellenan, pero nadie la quiere firmar. La responsable ha desaparecido. Llaman a la policía del aeropuerto. El agente que nos acompaña -humano en todo momento- nos explica que a diario llegan quejas. Que la Compañía no respeta la ley española que es clara al respecto. Que las hojas de reclamaciones se acumulan. En ese momento aparece la responsable y firma con gesto airado, colocando ostensiblemente la hoja para la compañía entre un montón de reclamaciones semejantes, en una carpeta. Ahí se quedará. El agente nos asegura que ellos abren una denuncia por cada reclamación pero sin resultado.

Así, ante la indiferencia de los empleados de la compañía, los niños cansados, los adultos frustrados e impotentes tras tres horas de tensión, la abuela agotada, vuelven todos con sus maletas a casa, habiendo pagado el viaje más caro de sus vida a esta compañía "de bajo coste".

Denunciemos a Ryanair. Que ningún bebé más se quede en tierra. Que esta compañía no se salte a la torera las leyes españolas. Que los bebés puedan volar con sus madres.



Os pido que os hagáis eco de estos abusos y extendáis esta denuncia por la Red, para que no se sigan aprovechando de la buena fe de las personas y quedándose con su dinero, diga lo que diga la ley de nuestro país.

Ryanair: esto es un atraco.
Ryanair: vulneras la ley española.
Ryanair: eres una Compañía sin corazón.

Friday, December 04, 2009

CARGA



A veces llevamos demasiadas cosas encima.

Wednesday, December 02, 2009

EL OTRO ARBOL



Es el otro árbol de la Navidad. El árbol de los que sufren. Lo cuenta -de nuevo- Miguel Sanchez-Ostiz. Me ha impresionado el contraste entre esta decoración funeraria y las cintas doradas que pondremos en nuestro árbol estos días. (Perdonadme: quizás estoy triste, es que estoy enfermo). El árbol de la ahorcada guarda su terrible historia. El árbol de Navidad también oculta -para algunos- recuerdos terribles de otras navidades. Esos recuerdos que llegan mientras tu madre prepara la cena, y a los que se refiere Jamais-vu en su blog. Yo también quisiera a veces que un viento fuerte me llevara a un lugar lejano. Cuando llegan estos días, colocamos en silencio el árbol del dolor en nuetros comedores, en medio de la alegría.

INCOMUNICACIÓN



Si hablamos siempre acabamos haciéndonos daño.

Tuesday, December 01, 2009

ENCUENTRO EN MADRID



Este encuentro se produjo en Madrid. He estado este fin de semana en Madrid. Con mucho frío. Ha sido un viaje de encuentros y reencuentros. En un bar, a mi lado Ángela Carrasco, la mujer sensual de mis años adolescentes, la del Jesucristo Superstar, increíblemente igual a la que recordaba vestida de rombos, toma un rioja con unos amigos. No le digo nada pero la miro derecho a los ojos, redondos como frutos (como diría el poeta), y a los labios, mientras besa la copa de vino.
Por la calle me he cruzado con un señor de mi edad que va hablando por el móvil, le miro, me mira, avanzamos uno hacia el otro y nos quedamos por un momento así: mirándonos de frente. Me habla y miro su boca sus dientes, reconociendo los de entonces, y miro su pelo encrespado y canoso, y el me mira igual, es una conversación de miradas, mientras nos estrechamos en un abrazo y sin dejar de sorprendernos volvemos a hablar después de una vida entera sin vernos. Pero lo que decimos no nos impide seguir mirándonos uno al otro, arriba y abajo, tentándonos como si se tratase de un encuentro con un fantasma.



Es como ese espectador atrapado ante "Liberada" de John de Andrea, una presencia con la que uno se encuentra en "Lagrimas de Eros", la exposición del Tyssen. Encuentros con una realidad estática (atrapada), como los que me suceden este fin de semana en Madrid. Encuentros irreales entre lo vivo y lo muerto, entre el ser y la memoria. No es de extrañar que quede uno como en suspenso (produciéndose una "pequeña muerte", como la que según Bataille sucede en el acto sexual). La expresión del espectador -muerto por un momento al reconocer la falta de vida de esa mujer que tiene delante- habrá sido la mía, al comprender la irrealidad de mis encuentros de hoy.