Serge Gainsbourg en su bañera, calle Verneuil, en septiembre del 1980. La foto es de una revista famosa en Francia, Paris Match. Serge acababa de pelearse con su mujer, Jane Birkin, e intentaba llamar su atención con este reportaje...
La verdad es que a Gainsbourg lo han tachado de muchas cosas: alcohólico, drogadicto, gran fumador, provocador, actor, cómico, autor compositor, cantante... Yo me quedo con una descripción: un gran poeta, antes de todo, y con la sensibilidad a flor de piel... capaz de transmitir sus ideas e emociones con mucho tacto, con justeza y entrega. Alli reside la elegancia.
Creo que todos pensábamos que Jane Birkin tenía gustos muy raros, enamorada de este sujeto tan feo. Era capaz de hablar claramente, utilizando las palabras sin tapujos. Pero hay una elegancia detrás de esa imagen de un hombre de edad madura, metido en su bañera y mirándonos tranquilamente, muy sereno, dueño de sí, dueño de su vida. Nada más y nada menos que consigo mismo.
Yo tenía 15 años cuando lo descubrí en la tele francesa. Qué espectáculos montaba el hombre, y sin embargo, y será por esa elegancia innata de algunas personas, siempre impresionaba. Recuerdo una canción en especial (no... 'ésa' no...), Sois belle et tais-toi. Qué tipo...
Fernando: esa frase es un precioso minipoema, a la vez que una mágica verdad. Tres versos de cuatro sílabas: laelegancia, sesostienen...lamirada. Basta. Es perfecto. Ni sobra ni falta nada... y qué bien suena. Es elegante. Un abrazo, poeta amigo.
La elegancia sobrecoge por lo que tiene de innato. Como dices, Mertxe, impresiona. Porque es un don y sólo puede ser admirada. Como el arte, no es fácil de definir, se escapa a las palabras: es una evidencia.
Serge Gainsbourg en su bañera, calle Verneuil, en septiembre del 1980. La foto es de una revista famosa en Francia, Paris Match. Serge acababa de pelearse con su mujer, Jane Birkin, e intentaba llamar su atención con este reportaje...
ReplyDeleteLa verdad es que a Gainsbourg lo han tachado de muchas cosas: alcohólico, drogadicto, gran fumador, provocador, actor, cómico, autor compositor, cantante...
Yo me quedo con una descripción: un gran poeta, antes de todo, y con la sensibilidad a flor de piel... capaz de transmitir sus ideas e emociones con mucho tacto, con justeza y entrega. Alli reside la elegancia.
Creo que todos pensábamos que Jane Birkin tenía gustos muy raros, enamorada de este sujeto tan feo. Era capaz de hablar claramente, utilizando las palabras sin tapujos. Pero hay una elegancia detrás de esa imagen de un hombre de edad madura, metido en su bañera y mirándonos tranquilamente, muy sereno, dueño de sí, dueño de su vida. Nada más y nada menos que consigo mismo.
ReplyDeletela elegancia se sostiene en la mirada...abrazos.
ReplyDeleteYo tenía 15 años cuando lo descubrí en la tele francesa. Qué espectáculos montaba el hombre, y sin embargo, y será por esa elegancia innata de algunas personas, siempre impresionaba. Recuerdo una canción en especial (no... 'ésa' no...), Sois belle et tais-toi. Qué tipo...
ReplyDeleteFernando: esa frase es un precioso minipoema, a la vez que una mágica verdad. Tres versos de cuatro sílabas: laelegancia, sesostienen...lamirada. Basta. Es perfecto. Ni sobra ni falta nada... y qué bien suena. Es elegante. Un abrazo, poeta amigo.
ReplyDeleteLa elegancia sobrecoge por lo que tiene de innato. Como dices, Mertxe, impresiona. Porque es un don y sólo puede ser admirada. Como el arte, no es fácil de definir, se escapa a las palabras: es una evidencia.
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