Deseo materializar una decisión que tomé. Materializarla en un gesto, en un ritual. Para trazar una raya en el devenir de las cosas. Un antes y un después de ese acto, dotado de la fuerza necesaria para asegurar lo que deseo. Como todo rito, su valor está asociado con su significado, el significado que yo pueda darle. Y si sirve, ha servido. Eso que quiero hacer, ese cambio que quiero dar a mi vida. Para recuperar esa actitud que me ayudó en el pasado, a ser yo, a ser feliz, a disfrutar cada momento de la vida, de los encuentros, de las personas, ese ánimo que me llenó de alma la vida. Un acto que hay que inventar, para materializar mi decisión. Quemar la página de un periódico de noticias económicas. O quizás -se me ocurre- plantar en una maceta esa hoja de mi agenda: "Eres perfecto así como eres" y regarla con una copa de Ribera de Duero. O beber de esa copa el vino en que maceré los deseo escritos. No sé. Habría que inventar algo -ahora que estamos secos de inventiva- algo físico, sensorial, algo que represente físicamente lo que mi corazón desea, algo que lo materialice y concrete, algo que pueda acunar entre mis brazos o algo que pueda llevar en el bolsillo, o meter bajo mi almohada. Y, luego, poéticamente, con todo el pontifical preciso, sellar con una ceremonia ese cambio que -ya, con solo desearlo, con sólo ser consciente de que lo deseo- ya se ha producido en mi vida. Convertir los viles metales en oro por arte de magia, en belleza sentida toda la belleza que pasa por delante.
Francisco, bordas la expresión. El tema me e smuy sensible. Esa necesidad de ciertos gestos en diversos estadios e la vida. No sé si ante dudas, encrucijadas o desafío. O en todo a la vez. Yo le llamo a eso Exorcismo. Recuerdo que en mi pubertad crítica, sometido a cambios fuertes con el entorno, al desgarro y perdido en la nebulosa de las exigencias de la vida, sentí la necesidad apremiante de materializar , o mejor, de escenificar ante mi fuero íntimo, una actitud. Regalé una serie de objetos (colecciones de minerales, de sellos, el Nacimiento, tebeos...) como una ratificación d emi cambio, como una negación del estadio/tesis anterior de mi existencia, la infancia.
ReplyDeleteMe ha llegado tu texto y me ha hecho pensar. Tal vez yo lo desarrolle a mi modo, o en la misma línea. O acaso haya hablado de ello y ya no me acuerde, jaj.
(Nota. Lo único donde discrepo contigo, y disculpa, es en esa imagen que utilizas para apoyar tu texto. Tus letras son precisas, hermosas y potentes, como se dice ahora. No necesitaban de esa jeta que abre el post. Pero tú sabrás. Diculpa mi intromisión, sabes que no puerdo a veces morderme la lengua)
Un abrazo sincero, como siempre.
oye loco, ¿escribiste esto antes o después de nuestra reunión? Porque si fue antes no sé como conseguiste influir mi subconsciente para que me refiriera continuamente a la psicomagia
ReplyDeleteTe aplaudo la decisión. A mí me interesó mucho el libro de Psicomagia de Jodorowsky. Me encantó esa frase de que "el incosciente acepta la metáfora" (cito de memoria).
ReplyDeleteUn beso
Tu texto, me lleva a Celaya...
ReplyDeleteAbrir nuestras ventanas; sentir el aire nuevo;
pasar por un camino que huele a madreselvas;
beber con un amigo; charlar o bien callarse;
sentir que el sentimiento de los otros es nuestro;
mirarse en unos ojos que nos miran sin mancha,
¿no es esto ser feliz pese a la muerte?
Vencido y traicionado, ver casi con cinismo
que no pueden quitarme nada más y que aún vivo,
¿no es la felicidad que no se vende?
Un beso
Los rituales funcionan. La pasada semaa santa estuve en un curso de ética en Arántzazu y el primer día nos hicieron escribir y guardar todas nuestras preocupaciones en la maleta y oye, ahí se quedaron hasta que acabó el curso.
ReplyDeleteY varios compañeros hemos quedado para quemar apuntes en las próximas hoqueras de San Juan, como último acto post-oposición. Para dejarla atrás del todo. Un beso!
Regalar, vaciarse de algo. Yo lo hice también (cuánto me arrepentí luego, en cada una de mis regresiones: quisiera volver a tener la colección completa de El Jabato o el Supermortadelo o lo s álbumes de Vida y Color, pero...eran cosas de niño).
ReplyDeletePero Fackel: ¿no conoces a Jodorovsky? Es un artista, poeta, chamán, autor de teatro y novelas raras, charlatán quizás también, charlatán imaginativo y creativo, a través del Tarot o a través de los Evangelios. Mago. Un tipo interesante...que te propone cosas divertidas y un cierto distanciamiento irónico.
Natxo, qué hay. Todo puede ser...no sería rara esa telepatía entre nosotros, son ya muchos años ;)
ReplyDeleteHola Elvira: me gustan mucho las metáforas. El "oro gradual" que vierte el cono inverso, en el reloj de arena, Itaca o el río de Heráclito, fueron metáforas de Borges, un maestro para mí, en el arte de las metáforas. Una metáfora el mismo: el lector ciego, el argentino más anglosajón.
ReplyDeletePrecioso el poema, Aquí. Pura felicidad invulnerable frente a la muerte (poema impagable con la que está cayendo: pero hay ahora más que nunca es necesario mirar así como mira Blas de Otero, con el cinismo de saber que no me pueden quitar nada más que lo que me dejo quitar y elijo la vida).
ReplyDeletePrincesa qué bien poder llevar una maleta de esas para meter tanto mal rollo, que cuando te duchas -por la mañana o por la noche- caiga con el agua toda la roña ambiente, y mirando a la alcachofa esa agua limpia limpie de verdad y nos unjamos con oleo para salir con buen olor por la puerta de la casa a perfumar allí donde estamos, con aroma a mares y aceites. Necesitamos maletas y agua. Un beso, triunfal opositora iruñarra.
ReplyDeletePrecisamente porque le conozco no quería ni citarlo. No es de mi devoción. Lo dejo ahí.
ReplyDeleteSaber que en estos tiempos hay gente que cita a Celaya o a Otero es gratificante para mi y mi memoria antigua.
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