Thursday, May 06, 2010

LA MEJOR VERSIÓN DE NOSOTROS MISMOS



Me embelesaba ayer noche viendo antiguas fotos de la serie "Los Vengadores", de las dos temporadas en que el agente Steed tuvo como pareja a la seductora Emma Peel. Y me venía a la cabeza la idea de esos dos, en los años 1965-1966, tan complices sin nunca darse un beso. Y pensaba que fue su momento de gracia. Nunca estuvo más atractiva y atlética Diana Rigg. Nunca estuvo más elegante y encantador Patric Macknee. Siempre en su sitio, imperturbable ante los encantos de su bella compañera. Educado él y ella arrebatadora. Estaban en su punto y fueron, en esos años la mejor versión de sí mismos. Pienso que seguramente la mejor versión de nosotros mismos ya pasó, y somos ahora una mala imitación algo ajada, un remedo de aquél momento dulce. Esa frescura, esa magia, el sentido del humor, el derroche de imaginación, esa forma de vivir deportivamente, apenas con un paraguas y un bombín como armas de combate. Sin nada que perder y sin tomarse la vida demasiado en serio. Y pienso en ese que fuimos, apenas un sujeto encantador, con una mujer bella a nuestro lado, siendo de ella caballero galante y servidor enamorado. Disfrutar de la complicidad en lo que nunca debiéramos dejar que se complicase y brindar con burbujas de champán (descorchado al final de cada episodio) por una burbujeante relación, siempre en el límite enervante y exquisito que impone una educación británica.

8 comments:

  1. La recuerdo.
    Siempre esperaba que se dieran un beso al final del episodio.
    No hubo suerte.

    un beso

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  2. Hay que ser muy frío para permanecer impasible ante una chica como Emma Peel. De un caballero inglés se puede esperar esa impasibilidad inhumana. Esa excentricidad un tanto arcaica de un personaje como Steed me resulta simpática, como ese tipo rígido, ncapaz de bailar, pero capaz de hacer el payaso en el intento. Tiene algo de entrañable en su seriedad de palo.

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  3. Incluso esa manera de hacer británica era diferente a la de ahora. Mucho más inteligente e irónica. Humor implícito más que nada. Diana Rigg formaba un tándem de equilibrio de géneros con Patrick, como se diría ahora. Quién poseía más empuje que quién es algo indefinible e irrelevante. Probablemente, la sorpresa para nuestra mentalidad de españoles atrasados era ella, porque no estábamos acostumbrados a ese arresto protagonista. Icónicos donde los hubo, y que nunca sabremos llamarlos si por su nombre de rol o por su nombre real. Fusión total. A mi se me pegaba el culo en el sofá cuando llegaba la serie. No hacía falta besos entre ellos. Todo su llevarse era sugerencia continua. En la abstracción y en la no declaración explícita estaba el triunfo.

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  4. Vaya…
    Estáis “mirando” la serie con el paso del tiempo y analizando todos los pormenores desde la actualidad.

    ¿También lo hacíais entonces con la misma nitidez?
    No creo.

    ¿Nunca tuvisteis deseos de darle el “besito” que ella reclamaba con sus miradas?
    Me extraña
    No os conozco, vale. Así sin más y por vuestras contestaciones os veo muy fríos y con el corazón durillo.

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  5. Perdón.
    Mi comentario va "dedicado" al señor Fackel.
    Ya veo que a don Francisco si se le llenaba el corazón de calor.

    Si se grabara una nueva versión y me eligieran de directora, elegiría al sr. Fackel de protagonista sin pasar por el casting ni nada.
    El bombín le sentaría bien, creo.

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  6. "Pienso que seguramente la mejor versión de nosotros mismos ya pasó, y somos ahora una mala imitación algo ajada, un remedo de aquél momento dulce."

    Me estas empezando a preoccupar Francisco! Este post, poco tiempo después de la muerte de Mickey y Pinocho, me suena a renuncia, a entrega. Veo entre las lineas resignación, rendición ante la vida.

    La mejor versión de nosotros mismos no ha llegado todavia. Estoy segura.

    Un abrazo!

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  7. Gracias Zoé: la verdad es que esa idea (cuál fue la mejor versión de nosotros mismos) surgió esa noche, mirando las fotos de un libro ("El universo de Los Vengadores"). Y viendo esas fotos pensaba en ese momento único del actor, ese momento de la mujer o del hombre (ese año en que en la piscina todo el mundo reconoce que hay una reina o un príncipe); es su año. Tú has visto el punto. Sin embargo, cierto es que hay actores que con los años han adquirido algo de que carecían antes: digamos, Sean Connery (ahora de moda por otras razones) es más interesante ahora e incluso más guapo.
    La otra cosa, la relación "platónica", sí tiene un componente intemporal. Y quizás ese tipo de relación se da mucho -o se puede dar- en Internet: la complicidad de la que hablo, sin beso y sin edad.

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