Saturday, June 19, 2010

EL INCREIBLE JOHN FOPPE



He conocido a este John Foppe ayer, leyendo en Internet -como cada mañana- "La Contra" (la entrevista de contraportada de La Vanguardia). En estos tiempos me ayuda mucho comenzar el día leyendo cosas que abren mi foco de atención a otras realidades de la vida (no sólo hay política y crisis económica, guerras o desastres naturales). Es una medida de higiene interior.
Este John Foppe es un norteamericano de 39 años que nació sin brazos. Fue totalmente dependiente de los demás y se aprovechó de esa dependencia, hasta que un día sus padres le dijeron que solo iría a las colonias del colegio si demostraba que era capaz de hacerse cargo de sí mismo. Fracasó en su primer intento de ponerse los calzoncillos, pero eso le hizo reaccionar. Pidió unos calzoncillos especiales con gomas, y acabó utilizando sus pies como si de manos se tratasen , para escribir, dibujar, cocinar...incluso conducir su coche o llamar por teléfono.
Leo lo que dice John: "Si das por inamovibles tus límites, eres tan discapacitado como yo cuando creía imposible ponerme los calzoncillos por mí mismo. Fracasar consiste en no intentar demoler barreras".
Y luego dice: "Elige ser. Elige quien serás: ten una visión y conviértete en tu propia visión...La realidad es lo que tú creas con tu percepción de las cosas. ¡Crea una realidad nueva, pues! Porque tú puedes elegir tu manera de ver el mundo. O sea ¡puedes elegir el mundo! Pero sólo tú, nadie por tí ¿Por qué eliges mutilarte?"
Es verdad. ¿Por qué elegimos sentirnos insignificantes, impotentes? ¿Por qué nos centramos en aquello que nos limita, nuestra enfermedad, nuestro drama infantil, nuestra ruptura sentimental? ¿Por qué no atendemos más a aquello que dentro de nosotros y en nuestro entorno alimenta la vida, alienta la esperanza, nutre la alegría, proporciona fe en nosotros mismos y en los demás, en el futuro del mundo?
John tiene un lema: "Ser antes de hacer, hacer antes de tener". Y lo explica: "La gente suele decirse '¡no tengo dinero!' o '¡no tengo tiempo!', y de eso deduce '¡no puedo hacer nada!'. Y de eso concluye '¡no soy nada!'. ¡Qué error!: es justo al revés. Convéncete de esto: ¡sí 'eres'! Y con ese motor interno, el resto va viniendo. Todos somos discapacitados...anímicos: "no puedo", "es imposible", "no hay nada que hacer", te dices. Y convencido de que tienes razón, te acomodas en esa idea.
Veo esta foto de John, con ese pie mano con el que piensa y se rasca la cabeza, y en él su anillo de boda. Su esposa, Christine "tenía un novio culturista, guapísimo...pero muy quejica, que odiaba mojarse el pelo...Cuando Christine vió como yo me tiraba de cabeza al mar...".

3 comments:

  1. Lección moral que saco de este hombre: Hay que sustituir la competencia con los demás por la competencia con uno mismo. El desafío, y me convenzo cuantos más años tengo, es principalmente con uno mismo. ¿Nos enseñan eso de ñinos? No. El sistema enseña a competir con el de al lado, con el hermano. El sistema es antifraternal, despiadado, pugnitivo. Hay que redescubrir-nos.

    Receta para los años avanzados: esforzarse contra la acechanza de la propia decadencia. Yo tuve ejemplo en mi padre. Ya no se trata de resistir meramente. Nunca la resistencia pasiva. Nunca vender la primogenitura de nuestra alma y nuestra energía.

    Admirable John Foppe, sí.

    Abrazo.

    ReplyDelete
  2. He entrado por primera vez en este blog y realmente me ha merecido la pena porque he descubierto al increíble John Foppe, cada vez que me encuentre con algún obstáculo o considere que no soy capaz de hacer algo me acordaré de John Foppe, para mí y para los que a mi lado esté será siempre un estímulo y un acicate. Enhorabuena por el artículo y gracias por haberme descubierto a este hombre. Un abrazo
    Primitivo

    ReplyDelete
  3. "¿Por qué nos centramos en aquello que nos limita, nuestra enfermedad, nuestro drama infantil, nuestra ruptura sentimental? ¿Por qué no atendemos más a aquello que dentro de nosotros y en nuestro entorno alimenta la vida, alienta la esperanza, nutre la alegría, proporciona fe en nosotros mismos y en los demás, en el futuro del mundo?"

    Totalmente de acuerdo, Francisco. Yo lo intento cada día. Es la única filosofía en la que creo.

    Un abrazo

    ReplyDelete