Wednesday, March 11, 2009
LAS COSAS
Para la Princesa de Hojalata
Estoy leyendo a Paul Auster, "Un hombre en la oscuridad". En las primeras páginas, Katya expone a su abuelo su teoría del lenguaje cinematográfico: los mejores directores saben expresar a través de objetos inanimados, sin necesidad de palabras, las más intensas emociones humanas.
Al leer esto, recordé cuando murió mi abuelo. No sentía nada. Sólo me hice consciente de su muerte, sólo rompí a llorar, al cabo de unas horas. Fue cuando vi su bastón colgado en el perchero, tras la puerta de su dormitorio, ese bastón ya inútil, me produjo una congoja tremenda y salió de dentro una pena profunda, y sentí de verdad que él no estaría ya conmigo nunca más.
Princesa de Hojalata sabe de esta fuerza de las cosas. Recuerdo una foto suya: el vaso en el labavo con dos cepillos de dientes. Algo tan común y cotidiano, pero tan maravilloso y sorprendente, me hizo sentir algo a la vez sencillo y profundo, tierno y fuerte: la compañía del otro.
En su blog , Princesa me maravilla de nuevo con esa nevera desolada de los días pasados. Esa nevera es la soledad misma de un ser abandonado por su alma, cuando uno se abandona y también las cosas de uno se abandonan, los zapatos no se dejan lustrar y las ropas siguen arrugadas. Uno no tiene ganas de recoger la casa, ni le apetece bajar a comprar. Uno no tiene ganas de nada.
Ahora la nevera vuelve a estar llena y parece más bonita, luce abundante y brilla de nuevo. Y me alegro.
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Y yo me alegro de que te alegres.
ReplyDeleteQué bonito. Gracias Francisco.
Siempre le he dado mucha importancia al detalle, el tiempo me demuestra una y otra vez que en el detalle, en un gesto, está la verdad.
Como cuando hace años despedí a un novio que tuve en un aeropuerto y pensé: si se gira me quiere.
Y no se giró.
El gesto. He encontrado en la vida hombres (y mujeres) de gestos, personas a veces poco expresivas, pero que están. Saber que están ya es importante. Un abrazo lleno de cariño.
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