Sunday, March 08, 2009
¿QUÉ VIENE AHORA?
El horizonte
¿son montañas, son nieblas
o son mis sueños?
(Miguel D'Ors)
Mi amigo Juan Luis Seisdedos se ha ocupado de esta fotografía de Marcel Duchamp jugando al ajedrez con una mujer desnuda, una mujer con la cabeza tapada (la escritora Eva Babitz), jugando a ciegas sobre el tablero. Me gusta y me asusta un poco. Evoca algo de ignoto en todo lo que sucede. Pero hay tambien como una vida retenida junto al tablero, algo muerto. Rescatar, entonces, la vida es rescatar ese cuerpo desnudo que se oculta ante nosotros, ponerle cara, levantarlo y sacarlo a bailar.
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Bailas entonces?
ReplyDeleteMuy sugerente este post que has escrito.
Bailemos... siempre y cuando el caballero lo haga en igualdad de condiciones, al menos estéticas. Y que conste en este acta que no es un reproche, es lo justo, ¿no?
ReplyDeleteBuenos días, Francisco.
Sí Mertxe, posiblemente es una imagen machista, pero me extraña en un Duchamp (y en una Eva Babitz). Pero sólo aparentemente: la mujer representa la vida (lo vivo, lo que da vida, el cuerpo) y aparece amordazada; ante un ser intelectual, bien vestido...la cultura. El hombre no sale bien parado de esta foto: para ganar la partida tiene que enceguecer a la mujer, someterla a la oscuridad. Te escribo al vuelo. Pero ayer leía a Paul Auster -su último libro- y es verdad que la mujer mueve el mundo. Y sí, Princesa, últimamente me doy cuenta de mis ganas de bailar, de tirar el tablero, con sus cuadrados iguales y su orden, sus reglas, para quitarle la capucha a la vida e invitarla a bailar, otra cosa es que sea capaz de perder la partida que estamos jugando. Besos a las dos.
ReplyDeleteLa imagen me ha parecido preciosa, precisa y poderosa, un abrazo!
ReplyDeleteRicardo, gracias por tu visita. He estado dando una vuelta por tu página, recién estrenada: mis mejores deseos para tu singladura en la red. Un abrazo.
ReplyDeleteTambién habría otra lectura, Francisco. La mujer somos todos. Con los ojos tapados, los que juegan en el tablero de las relaciones mundiales y controlan las jugadas nos sitúan como peones...oh, no somos más que peones paa ellos. Sus jugadas harán de nosotros...¿qué harán? Tal vez nos desalojen antes o depués del tablero. Es una lectura para cualquier tiempo, pero más para los de crisis ultradefinida pero imprecisa en sus efectos, situación de túnel y con mortecina luz al final...Lo bueno de las imágenes abiertas es que son más expresivas. Permiten que nos acojamos a interpretaciones circunstanciales o transcendentes.
ReplyDeleteSalud, Francisco.
Es como si la desnudez no encajase en este mundo sofisticado. La inocencia encapuchada. Estoy de acuerdo, Fackel, es una imagen abierta. Pero es el contrapunto de la víctima (se encapucha a los que van a ser ejecutados) ante el tablero de las leyes que deciden su suerte.
ReplyDeleteCuando puse el post pensaba en que uno siempre está en el umbral de lo que va a pasar, un poco como ciego ante lo que va a suceder, como si un guión fuera escribiéndose, una partida jugándose, en la que otro mueve las piezas. Y a veces es uno consciente que está en ese momento justo en que no sabe como sigue la película. Un saludo y salud.
Veo que también te ha tentado esta obra, Francisco. Sólo un par de comentarios...
ReplyDelete-El hecho de que no se vea la cara de las modelos no implica que estén jugando a ciegas ni cosiendo a ciegas. De hecho yo creo que ambas ven perfectamente.
-No debe olvidarse que no se trata de una obra de Duchamp sino del fotógrafo Julián Wasse. Repasando la obra de este hombre advierto, con menos benevolencia que en mi anterior visita, que es un especialista en celebridades. Eso ya debería hacernos desconfiar respecto a sus intenciones artísticas.
-En cualquier caso, aunque no fuera Duchamp el figurante, es el desnudo, la blancura de la piel y la rotundidad de sus formas, lo que atrae la mirada. Me recuerda a Desayuno en la hierba de Manet. Es el contraste desnudo/vestido lo que erotiza tanto la escena.
Saludos cordiales.