Monday, May 11, 2009

LA BELLEZA



Michel Petrucciani era como un ruiseñor. Algo extremadamente frágil y sin embargo, lleno de vitalidad. Su vida estaba condenada por una enfermedad invasiva. Encerrado en un cuerpo grotesco, su alma grande y generosa estaba condenada al desamor. Y sin embargo qué belleza, qué energía era capaz de transmitir. Fue capaz de dar mucho más que cualquiera otro. Y fue capaz de vivir esa vida, con sus limitaciones, hasta el prematuro final. Feo, repulsivo casi, aprendió a asumir su identidad y desplegó su luz por todo el mundo. Quizás llegó a ser bello también, un ser de una especial y quebradiza belleza.

3 comments:

  1. Me ha encantado empezar el día con esta música. Un beso Pachi.

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  2. Anonymous4:23 AM

    La belleza está en la emoción, aunque suene cursi. Y este tipo -un duende- conmueve.

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  3. No, no suena nada cursi lo que ha dicho La Mala, suena maravillosamente bien y le cuadra a la perfección a un ser conmovedor y admirable.

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