Sunday, May 16, 2010

GUILLAUME



Podía tenerlo todo, menos lo que él quería.
Tampoco sabía muy bien qué.
Murió con 37 años.
Con una pierna amputada, perdida en los excesos.
Se fue suicidando durante muchos años de forma sistemática.
Enfrentarse al padre ausente de su infancia fue su único motor para vivir.
Desentrañar la indecencia del gran hombre. Urgar en su herida de niño abandonado. Ofender cualquier atisbo de piedad mentirosa.
Su padre nunca supo de él. El hijo se esforzaba en ser detestable.



Soñaba con escribir un manual de "no saber vivir", para jóvenes de hoy.
Fue caprichoso y destructivo. En primer lugar, consigo mismo.
Siguió lócamente en pos de un destino funesto, con la lógica implacable de un enfermo.
La riqueza no pudo darle la felicidad.
Fue adorable, fue adorado. Pero no se sintió amado.



Nadie lo conoció. Quizás creía en los niños, en su inexpugnable inocencia, en la fortificada felicidad de la infancia.
Murió demasiado joven.



Quiso ser abominable, pero algo bello emergía de él, algo orgulloso y a la vez desvalido.

11 comments:

  1. Crecer al lado de un padre tan conflictivo, ya es duro. Si encima quiso seguir sus pasos, es gravísimo.
    Vivir a la sombra de una persona como su padre,debió ser durísimo.

    Es una muerte que sentí. Es muy habitual en los hijos con padres así de virulentos y famosos

    ReplyDelete
  2. Hubiera tenido su vida, seguro que la hubiera tenido. Përo se hizo odioso, a base de insistencia en borracheras y destrozos, se hizo odioso y se fue, dando cojetadas, al infierno.

    ReplyDelete
  3. No me atrevería a juzgar con tanta firmeza lo del infierno.

    Creo que no todas las personas tienen la misma capacidad de reponerse.

    Y pienso sobre ello a menudo, no creas.

    Un abrazo

    ReplyDelete
  4. Otra vez con los Franceses! ;)

    Es curioso. Leí tu entrada anoche y interpreté que había una especie de hilo conductor en tus últimas entradas. Personas reales o personajes de ficción... todos entregados a la inocencia de la juventud, a la belleza, a la intemporalidad...
    Ideas mías, probablemente.

    Guillaume Depardieu llegó a ser famoso en Francia, pero tal y como lo resaltaste no fue precisamente por las mejores razones... Había una especie de rebelión constante en él, pero a la vez llena de poesía y de sensibilidad. Un Rimbaud de los tiempos modernos.

    ReplyDelete
  5. Francia. Paris. Francois Hardy. No sé, tantas cosas, porque Francia, sí, fue el destino soñado de niño, cuando estudiaba -con diez años- el libro de gramática: Philipe et Catherine vont a Paris. Y yo quería ir. Aller. Etre. Avoir. Gramática. Mantequilla-beurre. Pan. Croisants. La rive gauche. Tout. Francia, la República, la razón. Los vinos y los quesos. La joie de vivre. Maravillosa Francia. Y una de sus maravilla, esa capacidad de convertir a sus dioses en inmortales: Silvie Vartan, Jonny Holliday, el ruiseñor de Avignon o Alain Delon, Catherine Deneuve, o nuestro Buñuel...o este Depardieu. Por eso, los destinos de hijos de en Francia deben ser especialmente difíciles. Demasiado chauvinismo quizás.

    ReplyDelete
  6. También pasan cosas análogas, más o menos destructivas, con padres no famosos, pero sí dotados d euna personalidad impositiva, ascendente y totalitaria. Y tabto si pasa.

    ReplyDelete
  7. ...Et le Quartier Latin, et Les deux Magots, et les petites filles du Parc de Luxemburg, et les femmes de la rue de Saint-Denis et Faubourg Saint-Denis, et Chez Paco, et les archeologues, et la livrairie Maspèro, et Rodin et Pauline, et Jules et Jim, et A bout de souffle, et le journal Liberation (demandez Liberation?, ofrecían voceros voluntarios por las calles) Y por las cuevas de Les Eyzies, y por el laberinto de la catedral de Chartres, y por la latina Toulouse, y por la relajante y sorprendente Niza el 14 de julio, y por los menhires bretones, y por et je t'aime mais non plus, jaj.

    Me sumo a la apreciación por París y Francia del amigo Francisco. Siempre fue uno de los destinos -truncados- a for de vecindad, ejemplo e ilusión, de una de las dos Españas.

    Perdóóóóóón por ser tan pesado. Yo entiendo a Francisco.

    ReplyDelete
  8. Pasear en bateau-mouche, escuchando una música de acordeón -la bohemia- mientras en la margen aparece la torre Eiffel, o pasear por la rue de l'Université, asombrándose ante los escaparates de los anticuarios o explorando las láminas y litografías. Sí, es no parar, mon ami Fackel.

    ReplyDelete
  9. Parece que nos hayamos olvidado de Guillaume. No es así. Esta entrada está dedicada a él, en tanto incomprendido (quizás incomprensible), sólo que desde el ensueño y el deslumbramiento por ese mundo del otro lado.

    ReplyDelete
  10. Fackel, Francisco! Me ha gustado vuestra recopilación!!!
    Sobre todo agradezco a Fackel su guiño a los menhires bretones... es que mi región es la mejor ;)
    Francisco, tus referencias artisticas me parecen atrapadas en el tiempo! Tenemos ahora muchos nuevos cantantes, escritores, y poetas que merecen su sitio también!!
    Bisous à vous deux!!!

    ReplyDelete
  11. Zoé, sí estoy un poco anticuado, pero a ver qué te parece este joven músico francés: se trata de Magic Malik, te pongo uno de sus solos increíbles, pero puedes ver otras cosas. A mí me sorprende y es una muestra de la música de mestizaje que ahora admiro en Francia. Bisous pour toi.
    http://www.youtube.com/watch?v=U_Dv8-iw4vA

    ReplyDelete