Friday, March 03, 2006
AGUANTAR
Aquel combate de Casius Clay, ya Mohamed Alí, contra George Foreman, en Kinsasa. El combate del siglo. La pegada de Foreman no tenía igual. Alí aspiraba a recuperar el título mundial que perdió por hacer objeción de conciencia al alistamiento como soldado destinado a Vietnam. Clay había encontrado en el Islam la fe que te cambia tan profundamente la vida que dejas de llamarte Clay y te pasas a llamar Alí. Clay aguantó una paliza sin precedentes. Doce asaltos recibiendo descargas, protegido contra las cuerdas, cubriéndose con una guardia alta. Foreman golpeaba en los flancos, cortando la respiración de Clay. Los que lo vimos no entendíamos ¿por qué no reacciona? Al cabo de doce asaltos Foreman estaba agotado. Sus golpes ya no eran dañinos. Llegaban flojos. Ya no podía noquear. Y Clay-Alí esperó una ocasión para sacar sus manos y llevar a la lona a un agotado Foreman. Había sido la única estrategia posible: aguantar los golpes hasta agotar al rival. Aguantar. Aguantar. Y esperar tu momento para ganar.
Ese sacrificio, esa capacidad de encajar, de no lucir tu juego, de elegir la oscuridad, de defraudar a todos, con tal de conservar tu única oportunidad, eso es lo que me alucina. Y sólo cuando tumbó a Foreman cobró sentido todo lo anterior, quedó claro porqué no había combatido, por qué había ocultado sus golpes, por qué se había limitado de forma suicida a recibir tan soberana paliza.
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He's the greatest.
ReplyDeleteInconmensurable la admiración que siento por este hombre.
Por cierto, no se si te enteraste de esto. Y aún gente que malinterpretó su gesto, creyendo que le seguía la broma a ese pobre imbécil. A mí me parece evidente lo que quiso decir.
Un abrazo.
Yo también le admiro. Lo dejó todo: el título mundial. Pero, en momentos malos, sobre todo recuerdo ese combate con Foreman, cuando recuperó la corona. Improvisó: fue capaz de ver claramente que su única oportunidad era agotar a Foreman y para ello obligarle a golpear sin descanso, y sufrir sus golpes. Ese sacrificio, esa capacidad de encajar, de no lucir tu juego, de elegir la oscuridad, de defraudar a todos, con tal de conservar tu única oportunidad, eso es lo que me alucina. Y sólo cuando tumbó a Foreman cobró sentido todo lo anterior, quedó claro porqué no había combatido, por qué había ocultado sus golpes, por qué se había limitado de forma suicida a recibir tan soberana paliza.
ReplyDeletePor tanto, estamos de acuerdo, es un genio. Lo de Bush es otra genialidad: sólo él tendría la libertad de hacer algo así con el hombre más poderoso de la Tierra. Gracias por el enlace. Por cierto, yo no sé hacer eso de poner en una palabra el enlace a una página ¿es complicado? Un abrazo.
Francisco, es muy sencillo:
ReplyDeleteEscribes ----el texto del link----
Pero sin los guiones.
Un abrazo.
Vaya, no sé escribirlo sin que se convierta en un link (risas)
ReplyDeleteVeamos:
ReplyDelete<-a-href="pagina a la que quieres enlazar"->--texto del link--<-/a->
Pero sin los guiones.
A ver si ahora lo puedes ver.
Y dejando un espacio entre la primera "a" y el href. Qué complicado.
ReplyDeleteThis comment has been removed by a blog administrator.
ReplyDeleteGracias, Danae. Probaré a hacerlo y si aprendo, el primer post que pueda voy a incluir un enlace a una página sobre Alí, en tu honor. Un abrazo.
ReplyDelete"Ese sacrificio, esa capacidad de encajar, de no lucir tu juego, de elegir la oscuridad, de defraudar a todos, con tal de conservar tu única oportunidad, eso es lo que me alucina. Y sólo cuando tumbó a Foreman cobró sentido todo lo anterior, quedó claro porqué no había combatido, por qué había ocultado sus golpes, por qué se había limitado de forma suicida a recibir tan soberana paliza."
ReplyDeleteCreo que este fragmento se merecería formar parte del post.
Un abrazo.
Casi siempre había asociado el verbo "aguantar" a aspectos negativos: al que se rinde sin luchar, al pasivo, al conformista... (la paciencia no es una de mis cualidades, puede que sea por eso). Tu post me da mucho que pensar...
ReplyDeleteUn beso combatiente.
Oye, me ha estremecido tu post. Tengo hasta escalofríos. Me ha gustado mucho. Desde luego es impresionante lo que cuentas, aguantar los golpes a la espera de una oportunidad. Se necesita una capacidad de concentración tremenda y un convencimiento pleno de la estrategia a seguir. Y a todo ello una voluntad de hierro para acometer algo en lo que crees y que te hará daño hasta que consigas la perseguida victoria. Una gran admiración es el sentimiento que me producen este tipo de acciones. Saludos
ReplyDeleteAmigos: encajar, estar dispuesto a encajar. No es algo taimado, José Angel. Cuando escribí esto tenía la tentación de tirar la toalla en algo que en mi vida me importa. Pero recorde a Clay, allí, aguantando el tirón. Dejar que el otro se canse de golpearme, que se extenúe intentando acabar conmigo. Se trata de controlar el odio, controlar la reacción ante el ataque. Saber que estoy en mi sitio, en mi lugar. Me imagino una situación de mobing, de acoso. La fuerza sólo la puedes encontrar en tí mismo. Y en motivación: ¿qué es lo pretendo? Mi estrategia: ser capaz de pensar bajo los golpes y de adoptar un rumbo. Eso es lo que admiro. Un abrazo a todos.
ReplyDeleteMe ha gustado. No soy en absoluto aficionado, pero me atrae el personaje.
ReplyDeleteUn abrazo muy fuerte.
Otro para tí, Porto.
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