El tiempo detenido, cuando uno ha leído algo y se abstrae por un instante, metiéndose en su propio mundo interior. Ese momento de soledad consigo que sabe captar Hopper. Salida del tiempo, que es salida del alma, quedando el cuerpo deshabitado y quieto, en una quietud semejante a la muerte.
Y ese tiempo detenido, al escribir el mensaje y, por un momento, volver la mirada hacia adentro y quedarse uno suspenso en lo que dice el alma, lo que dicta el corazón, y el cuerpo queda quieto.
Recibir mensajes, enviar mensajes. Un momento después de leer, un momento antes de escribir. Esa ensoñación del otro al que escribimos y que nos escribe, ese sueño que para el tiempo y que también Vermeer capta, en muchos de sus lienzos. El espíritu que nos habita es el que queda así captado y expuesto. Lo que en nosotros sueña y que escapa del lugar y de la materia.
Francisco, llevo muchos días pasando a diario por aquí y quedándome un poco ensimismada después de leer tus textos. Hoy me decido a decírtelo, porque creo que me has 'retratado', especialmente al hablar de esa soledad cuando te abstraes después de haber leído.
ReplyDeleteAunque no me veas tú a mí, es así como suelo quedarme, sola conmigo misma.
No me había parado a pensar en el tema del post, pero creo que es bastante acertado.
ReplyDeleteEn el caso de antes de escribir, porque es necesario dar con las palabras que se adapten mejor al pensamiento que se quiere transmitir, pero en el caso de la lectura, creo que sólo si es una lectura realmente reflexiva.
Un saludo.
Es muy cierto! Esos instantes en que te escapas del tiempo hacía la nada en dónde encuentras -o reencuentras- pensamientos y sentimientos. Pero el cuerpo no está quieto, el corazón bombea a ritmo desenfrenado.
ReplyDeleteHoy, en OrangeBlog, me he topado con otro cuadro de Vermeer. Creo que la mirada que he puesto sobre él se la tengo que agradecer a tu post.
ReplyDeleteUn abrazo.
¿A dónde miran esta mujeres? Esa mirada perdida, sin fijar en un lugar o en una persona, es una mirada vuelta hacia adentro. El hombre es el único ser que mira hacia adentro. La soledad es no tener dónde mirar y estar sin nada adentro. Por eso, estas imágenes nos dan una pista: tienes dentro todo lo que necesitas, puedes cuidar de tí mismo, no estás solo. ¿Acaso sea eso lo que me da paz al contemplar estas obras?
ReplyDeleteVermeer es un pintor que me encanta. Mirar sus cuadros es sentir el tiempo lento. El tiempo parece que se detiene y nos permite medir el instante, disfrutarlo, sentirlo...Esa luz especial que te hace mirar con reflexión, dejarte llevar por tu mundo interior.
ReplyDeleteQue es tan profundo, Gatito.
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