He leído este fin de semana el libro de Jorge Edwards, "El origen del mundo". Chilenos en Paris. Exiliados de la izquierda, tras la caída del muro. Personas ya entradas en años, que se reunen en Les Deux Magots, pasean por Sant Germain dès Pres, beben agua Perrier...Uno de esos antiguos comunistas aburguesados, Felipe, se suicida, después de una vida de crápula, en la que ha terminado prefiriendo el whisky a las mujeres. Felipe, como Sthendal, necesitaba tener cada noche una mujer distinta y coleccionaba como fetiche fotografías de sus amantes desnudas. Su mejor amigo, Patricio, un viejo médico que va camino de los ochenta años, descubre el cadaver y encuentra, entre las fotos de su amigo, una que reproduce la pose de "El origen del mundo", de Coubert y que cree identificar con el sexo de su mujer, treinta años menor que él. Los celos. ¿Que son? ¿una forma de atacar aquello que más queremos y, por tanto, una forma de negarnos a nosotros mismos? Silvia, la esposa de Patito (Patricio), dice de él: "ha luchado contra su fantasma, en la sombra, contra el angel funesto". Ese fantasma con el que lucha Patricio ¿tiene que ver con los años de confidencias escuchadas a Felipe? ¿De verdad toda amistad no conlleva la envidia, el deseo de ser el otro? A determinada edad, los celos ¿no son un anticipo de la muerte, una manifestación de miedo? Sobre todo esto hace pensar el escritor chileno, cuando cierras su libro, apasionante, de los que no puedes cerrar hasta terminarlo.
Leyendo tu post, pienso que es posible que el motivo de los celos se modifique con el paso de los años ó que sea distinto en cada persona. Para mí, aquí y ahora, los celos son la manifestación de una inseguridad personal y el miedo a la pérdida de un amor ó de un amigo (si es que hace falta poner una o entre las palabras amor y amigo).
ReplyDeleteUn beso celoso.
Querida Princesa, me has recordado ese libro "Llibre de l'amic y del amat" (o algo así). Amigo, es verdad, tenía ese sentido de amado. Ahora amigo suena poco íntimo y hay que precisar "íntimo". Pero el corazón es uno y el mismo, y no se pueden clasificar los sentimientos. Celos como miedo a perder, cuando algo lo valoras mucho...pero en realidad tú no puedes perder lo que sientes sino la correspondencia del otro. Lo que sientes es tuyo para siempre (y eso te lo ha hecho sentir el amigo). Como en El Principito, domesticar es asumir una responsabilidad: la libertad del amigo de quererse ir. Un beso principesco.
ReplyDeleteMi obsceno amigo: celar, celada, es verdad, sugiere ocultarse para mirar. Habría algo de querer saber, de curiosidad...curiosidad porque dudas (celar sería hacer trampas para descubrir si nos hacen trampas). La trampa, la mentira, es la celada, el engaño. Los celos serían un miedo a ser engañado, y por tanto, más que del amor, procederían de la desconfianza (sobre todo en el propio poder personal). Tu fuerza no está contigo...no sientes esa energía que engancha a los que tienes enganchados...Pero el problema es que no se debe tener a nadie enganchado (seducido)...eso no es verdadero, sino también tramposo. Dame la referencia de la película, pues no la he visto y sí he leído sobre ella. Un abrazo.
ReplyDeleteSí, eso ya lo tengo. Digo que si está disponible en video o si la has visto en la tele o qué. De la época mexicana de Buñuel sé que hay versiones en video de Abismos de Pasión y La ilusión viaje en tranvía. Pero no las he visto y me gustaría poder encontrarlas.
ReplyDeleteNo sé, lo de los celos es complicado. Más que deberse a la inseguridad de uno mismo( que también) se debe a la confianza que te inspire o no la otra persona. Por eso unas veces sientes celos y otras no. No depende sólo de uno.
ReplyDeleteSaludos, muy interesante este post
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