Tuesday, March 28, 2006

SINCERAMENTE TUYO


(Me hubiera gustado muchas veces ser capaz de cantar esta canción que, a mí, me transmite una profunda ternura por las dificultades con las que se encuentra el amor, para realizarse. Si la conocéis le pondréis música, que es como debiera ser leída. Cuando la escuchaba, estaba profundamente enamorado. El amor -dicen- es la situación en la que se ven las cosas tal y como no son. Las dificultades, las diferencias, los otros, nuestras propias limitaciones...no se ven. Somos muy valientes, pero hay tanto con lo que el amor tendrá que luchar...).


No escojas sólo una parte,
Tómame como me doy.
Entero y tal como soy.
No vayas a equivocarte.

Soy sinceramente tuyo,
Pero no quiero mi amor
Ir por tu vida de vistita
Vestido para la ocasión.
Preferiría con el tiempo
Reconocerme sin rubor.

Cuéntale a tu corazón,
Que existe siempre una razón
Escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés
Uno sólo es lo que es
Y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad
Lo que no tiene es remedio.

Y no es prudente ir camuflado
Eternamente por ahí
Ni por estar junto a ti
Ni para ir a ningún lado.

No me pides que no piense
En voz alta por mi bien,
Ni que me suba a un taburete
Si quieres, probaré a crecer.
Es insufrible ver que lloras
Y yo no tengo nada qué hacer.

Cuéntale a tu corazón,
Que existe siempre una razón
Escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés
Uno sólo es lo que es
Y anda siempre con lo puesto.
Nunca es triste la verdad
Lo que no tiene es remedio
.

(Joan Manuel Serrat)

Saturday, March 25, 2006

COSECHA DE MUERTE

Me parece que fue así: el tiempo nos hizo.
La acumulación de nuestras lágrimas.
Y nuestra materia porosa, empapada
destila hoy una humedad antigua
que, ignorándolo, se fue adueñando y ya rebosa.
¿Con qué lágrimas creceré mañana?
Gracias te doy mi Dios por tanto dolor sufrido:
por el camino del deseo llegó el amor.
Hoy lo recibo como cosecha de una muerte
repetida.

(Éste sí mío)

Wednesday, March 22, 2006

LLUEVE




Hay momentos de soledad en que el corazón reconoce, atónito, que no ama.
Acabamos de incorporarnos, cansados: el día oscuro.
Alguien duerme, inocente, todavía sobre ese lecho.
Pero quizá nosotros dormimos...
Ah, no: nos movemos.
Y estamos tristes, callados. La lluvia, allí insiste.
Mañana de bruma lenta, impiadosa. ¡Cuán solos!
Miramos por los cristales. Las ropas, caídas;
el aire, pesado; el agua, sonando. Y el cuarto,
helado en este duro invierno que, fuera, es distinto.
Así te quedas callado, tu rostro en tu palma.
Tu codo sobre la mesa. La silla, en silencio.
Y sólo suena el pausado respiro de alguien,
de aquella que allí, serena, bellísima, duerme
y sueña que no la quieres, y tú eres su sueño.

Vicente Aleixandre

Sunday, March 19, 2006

LO IMPERFECTO


A veces tengo que pelearme con mi propio perfeccionismo. Llego tarde. No he preparado suficientemente el tema que debía exponer... Son situaciones que me crean ansiedad. Quisiera ser más brillante, hacer las cosas mejor. Para hacer frente a esa tentación he copiado la siguiente cita: "Hoy la gente se da cuenta de que lo divino es la propia suciedad del mundo, porque el mito de la perfección se ha acabado. Nadie quiere ser perfecto, lo que queremos es ser contradictorios" (Salvador Pániker).
El mito de la perfección se acabó. La perfección, lo apolíneo, lo racional, lo lógico, nos ha machacado demasiado. La vida no es así. Nietzsche, el vitalista, recordó que en la antigua Grecia, anterior a Sócrates, lo apolíneo tenía el contrapeso de lo dionisíaco. La razón el contrapeso del mito. Nuestro Dios es un Dios "encarnado", hecho hombre, que -como tal- acoge al hombre en su imperfección.
Me repito estas ideas: La verdadera sabiduría consiste entre otras cosas en descubrir y aceptar nuestros límites. Pero, la verdad, cuesta aceptar nuestras limitaciones.
Como ese impresionante "Niño de Vallecas" de Velazquez, en el que la humanidad se muestra desvalida. ¿Imperfecto? Humano. Con toda la dignidad del hombre.

Wednesday, March 15, 2006

SOÑAR: EL TIEMPO DETENIDO


El tiempo detenido, cuando uno ha leído algo y se abstrae por un instante, metiéndose en su propio mundo interior. Ese momento de soledad consigo que sabe captar Hopper. Salida del tiempo, que es salida del alma, quedando el cuerpo deshabitado y quieto, en una quietud semejante a la muerte.



Y ese tiempo detenido, al escribir el mensaje y, por un momento, volver la mirada hacia adentro y quedarse uno suspenso en lo que dice el alma, lo que dicta el corazón, y el cuerpo queda quieto.
Recibir mensajes, enviar mensajes. Un momento después de leer, un momento antes de escribir. Esa ensoñación del otro al que escribimos y que nos escribe, ese sueño que para el tiempo y que también Vermeer capta, en muchos de sus lienzos. El espíritu que nos habita es el que queda así captado y expuesto. Lo que en nosotros sueña y que escapa del lugar y de la materia.

Thursday, March 09, 2006

DELICIAS


En Pamplona, siendo niño, cerca de mi casa había una pastelería llamada "Delicias". "Deleite" es como titula J.B. Priestley un pequeño libro en el que, a instancia de su familia y dado su fama de hombre gruñón, hace recuento, ya con una edad avanzada, de aquello que le ha proporcionado placer en su vida: sus delicias. Ese recuento que, cuando estoy bajo de energía o triste, hago yo también, mentalmente, consiguiendo así cambiar de humor al evocar esas delicias, casi todas muy sencillas. Así, el otro día, un día triste y encapotado, caminando por la tarde con un aire molesto y frío (con lo friolero que soy), evocaba el placer que para mí ha sido siempre la vista, el olor y sobre todo el sabor, de un croasán. Los croasanes de "Delicias", dulces, y los salados de "Florida", suaves y esponjosos, mojados en café con leche (como vi hacer el otro día en Madrid a José Antonio Marina, sentado casualmente junto a mi, en una cafetería, y al que reconocí, a pesar de su aspecto descuidado, y al que me sentí, por ello, más unido, aunque nada le dije, para no interrumplir su deleite, que compartí en un filosófico silencio con el maestro). Este pastel que también tiene una romántica historia, correspondiendo su invención a los pasteleros vieneses, para conmemorar el hecho de haber sido ellos quien, en la noche, dieron el aviso que frustró el asalto de la ciudad por los turcos. Esa media luna, sirve para comerse al enemigo (simbólica y simpáticamente). Ese curasao, como he oído llamarlo, o también vikingo, que recuerdo haber comprado en la panadería "Taberna", por las mañanas, antes de ir a la parada de autobús. O recuerdo haber deseado en una cafetería de San Sebastián, junto a mi madre, días antes del alunizaje, en 1969, estando de vacaciones. O ese de manteca, que asocio a mis primeros meses en Andalucía, tan frustrante para mí, acostumbrado al croasán de mantequilla. Croasán o cruasán que ha sido una de mis delicias, de la que -ahora, por el régimen, más infrecuentemente- sigo disfrutando, cuando en él pienso y me relamo.

Monday, March 06, 2006

RARO



El arte de Miquel Barceló consiste en formar parte de su propia obra, sin discontinuidad. Miquel Barceló manchado de pintura, viviendo entre pigmentos, embadurnado de arcilla, sin tiempo de pintar o tiempo de no pintar, sino pintor de veinticuatro horas, de esencia, de forma de vivir. No se trata de ser original, de conectar con nadie, ni con tu tiempo, ni con lo que se espera de tí. Uno siempre va a defraudar a algunos. Uno tiene el derecho de defraudar a todos, menos a sí mismo, a su propia tarea.












Viendo esta foto ¿qué es pintura, qué es tomate, qué latas, qué suelo? Hay la continuidad misma de la vida y sentimos que el arte es un fragmento de realidad.

El pintor en el taller fotografiado por Jean-Marie del Moral

Friday, March 03, 2006

AGUANTAR


Aquel combate de Casius Clay, ya Mohamed Alí, contra George Foreman, en Kinsasa. El combate del siglo. La pegada de Foreman no tenía igual. Alí aspiraba a recuperar el título mundial que perdió por hacer objeción de conciencia al alistamiento como soldado destinado a Vietnam. Clay había encontrado en el Islam la fe que te cambia tan profundamente la vida que dejas de llamarte Clay y te pasas a llamar Alí. Clay aguantó una paliza sin precedentes. Doce asaltos recibiendo descargas, protegido contra las cuerdas, cubriéndose con una guardia alta. Foreman golpeaba en los flancos, cortando la respiración de Clay. Los que lo vimos no entendíamos ¿por qué no reacciona? Al cabo de doce asaltos Foreman estaba agotado. Sus golpes ya no eran dañinos. Llegaban flojos. Ya no podía noquear. Y Clay-Alí esperó una ocasión para sacar sus manos y llevar a la lona a un agotado Foreman. Había sido la única estrategia posible: aguantar los golpes hasta agotar al rival. Aguantar. Aguantar. Y esperar tu momento para ganar.
Ese sacrificio, esa capacidad de encajar, de no lucir tu juego, de elegir la oscuridad, de defraudar a todos, con tal de conservar tu única oportunidad, eso es lo que me alucina. Y sólo cuando tumbó a Foreman cobró sentido todo lo anterior, quedó claro porqué no había combatido, por qué había ocultado sus golpes, por qué se había limitado de forma suicida a recibir tan soberana paliza.

Thursday, March 02, 2006

LAS DEMASIADAS HORAS


Si la literatura es por definición la creación mediante palabras de una realidad con vida propia, este fin de semana he descubierto a alguien que hace literatura. Punto de Lectura publica la novela ganadora del XI Premio de Novela Universidad de Sevilla. Se trata de "Las demasiadas horas" de Joaquín Blanes. El narrador cuenta los últimos años de vida de su padre, un ingeniero que llegó a un perdido lugar del desierto, Nalpa, huyendo del fracaso afectivo de una vida sin amor y al que, nada más llegar, se le reveló que su tiempo se había agotado y ya no tendría una nueva oportunidad. Ese lugar terminal es una especie de gran burdel en el que sus habitantes viven sus contradicciones con toda la naturalidad. Lo sobrenatural y lo infrahumano. La Tota es una especie de chamán que recupera del desierto a las niñas que allí son abandonadas. El alcalde, el cura, el tonto del pueblo. Todo un mundo peculiar en el que te sumerge la lectura apasionante de este libro, muy recomendable y prometedor, como primera novela de su autor.